El Banco de Japón mantuvo su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y se comprometió a orientar el rendimiento de la deuda pública a 10 años en torno al 0%.

El Banco de Japón se abstuvo el martes de ampliar las medidas de estímulo económico, pero señaló su disposición a hacerlo “sin dudarlo” si la desaceleración mundial pone en peligro la recuperación económica del país.

Las crecientes repercusiones de la guerra comercial entre Estados Unidos y China han impulsado a los principales bancos centrales a manifestar su intención de aplicar una mayor relajación monetaria y presionar al Banco de Japón, al que le queda muchas menos munición para hacer frente a un bache significativo.

El banco central también recortó sus previsiones de inflación y advirtió de que los riesgos para las perspectivas estaban sesgados a la baja, señalando el aumento de la incertidumbre internacional, lo que podría retrasar aún más el logro de su elusivo objetivo de inflación del 2%.

Como era previsible, el Banco de Japón mantuvo su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y se comprometió a orientar el rendimiento de la deuda pública a 10 años en torno al 0%. También dijo que mantenía su gigantesco programa de compra de activos.

El BOJ mantuvo intacta su orientación a futuro, un compromiso de los bancos centrales sobre su futura política monetaria. Se comprometió a mantener los tipos de interés en los actuales niveles ultrabajos “durante un período de tiempo prolongado, al menos hasta la primavera de 2020”.

Pero el banco central añadió una línea en su declaración de política monetaria en el sentido de que tomará medidas adicionales de alivio sin vacilar “si hay una mayor probabilidad de que se pierda el impulso para alcanzar su objetivo de precios”.

El lenguaje fue idéntico al utilizado recientemente por el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, al hablar de la necesidad de mantener la economía en el camino correcto para alcanzar la meta de precios del Banco de Japón.