En un nuevo estudio, se encontró que muchas pacientes se endeudan para costear el tratamiento, mientras que otras pierden sus empleos por la enfermedad.
Mónica Liliana Mesa, magíster en Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), ha estudiado la situación de las mujeres con cáncer de seno en el país. Sus reflexiones, ahora enfocadas en cómo ellas asumen los gastos económicos de esta enfermedad, terminaron por convertirse en un estudio. A través de una encuesta a 71 mujeres encuestadas, la investigadora encontró que el 38 % de ellas tuvieron que recurrir a préstamos bancarios para responder a gastos como transporte, salud, vivienda, comunicaciones y alimentación.
De hecho, una de las conclusiones de Mesa es que por la enfermedad algunas de las mujeres encuestadas perdieron su empleo, por lo que la mayor fuente de ingresos es su pareja, además de trabajos informales.
Según la metodología empleada, después de recoger los datos de la encuesta se determinaron los niveles de carga por medio de un análisis gráfico en el que cada rubro se describe en triángulos con ángulos de diferentes grados. Cuantos más grados tenga el ángulo más gastos y esfuerzo financiero familiar representó el rubro, y viceversa. La mayor carga fue el transporte, con un ángulo de 44,89°, le siguen la salud, con 27,86°, la vivienda con 25,05°, las comunicaciones con 24,4°, y la alimentación, con 24,2°.
El estudio demostró que muchas de ellas se sumieron en la preocupación, la angustia y la ansiedad generadas por el desgaste financiero. De hecho, el 44 % manifestó presencia de conflictos familiares relacionados con las finanzas, ya que la carga económica aumentó paulatinamente.
“La carga financiera familiar asociada con el cuidado de la mujer con cáncer de mama genera cambios y alteraciones en las dinámicas familiares que desequilibran el entorno familiar”, comenta la magíster, quien realizó el estudio con mujeres de la Fundación Simmon –que integra a pacientes de Bogotá y Cundinamarca–, con ayuda del Grupo de Investigación Cuidado de Enfermería al Paciente Crónico, del Departamento de Enfermería de la U.N.
La edad mínima de las 71 mujeres participantes en el estudio fue de 28 años y la máxima de 77. El 69,1 % de ellas realiza actividades del hogar.
¿Quiénes asumen los costos?
El 19 % del costo del cuidado de la mujer con cáncer de mama es asumido por ellas mismas; el 35,2 % por el esposo, y el 32 % por este y por la familia, lo que quiere decir que el 67,2 % es asumido por la familia, ya sea nuclear o de origen.
Según la encuesta, el 43 % de las mujeres y sus familias tuvo que endeudarse con un promedio de 2 millones de pesos (US$ 614), dinero gastado en los desplazamientos a la ciudad, ya que algunas no podían acceder a los medicamentos en las zonas rurales. También en los inicios de tratamientos no POS de alto costo, mientras eran autorizados, y en taxis.
Los gastos también se incrementan por el número de visitas que debe hacer la paciente al médico, y las que hacen los familiares a su ser querido. Luego están los gastos antes y después del diagnóstico, pues estos últimos implican el cuidado de las pacientes.
Por ejemplo en la alimentación las familias gastaron un mínimo de 30.000 pesos (US$ 9) y un máximo de 1.200.000 mensuales (US$ 360), observando un aumento de un 45 %. El gasto en electricidad aumentó en un 25,69 % y en telefonía móvil en un 56 % a causa de las hospitalizaciones de la mujer, para comunicarse con la EPS o con los diferentes hospitales.
Mientras el 35 % de las mujeres encuestadas tenía cuidador, el 64,7 % no contaba con este apoyo. “Las mujeres con cáncer de mama entrevistadas expresaron que por factores económicos les era difícil acceder a una persona particular o profesional que asumiera el acompañamiento y el cuidado de su salud durante el tratamiento, que en promedio requiere de más de cuatro horas al día”.
Según la investigadora es prioritario establecer políticas de salud pública que incluyan medidas para apoyar a las familias de estas pacientes, ya con estas disminuiría la mortalidad de esta población.