‘Yakiniku’ se denomina en Japón a cualquier carne preparada a la parrilla, uno de los platos preferidos por sus ciudadanos. Pero lo cierto es que los japoneses gustan del cerdo en casi cualquier preparación. ChilePork lo sabe y se lanzó desde hace un tiempo a marcar presencia con productos premium en ese exigente mercado, donde la competencia entre importadores es cada día más alta.
Hace pocos días, los productores de cerdo estadounidenses tuvieron motivos para celebrar. Se esperan precios peak del cerdo magro para junio, informando además de un aumento mensual en los envíos a México, Japón, Corea del Sur y China.
Es que Asia está demandando más cerdo en los últimos meses, debido a nuevos casos de fiebre porcina en China y que se han extendido a Corea. Por otro lado, el consumo de carne de cerdo viene creciendo en los últimos años en Japón, al mismo tiempo que se observa un paulatino retroceso del consumo de pescado, que todavía representa la principal fuente de proteína de los japoneses.
“Esto se relaciona con un evidente proceso de occidentalización del consumidor japonés”, dice a AsiaLink Juan Carlos Domínguez, presidente de la Asociación de Exportadores de Carnes, ChileCarne, que está a cargo de la campaña ChilePork −el nombre de fantasía con que promociona sus carnes el país en Asia−.
Según Domínguez, el año pasado, Chile exportó US$ 859 millones (FOB) de carne de cerdo, y Japón fue el segundo destino más relevante, con exportaciones por valor de US$ 121 millones (FOB).
Pueden parecer cifras exitosamente alentadoras, pero lo cierto es que el peak en la exportación de cerdo chileno a Japón se alcanzó, de acuerdo con las cifras de la propia asociación, hace 10 años, con US$ 191 millones, para llegar a un mínimo de US$ 99 millones en 2015, debido a que ese año Rusia interrumpió su comercio de cerdo con la UE y tanto Chile como Brasil reorientaron sus envíos hacia ese nación. Desde entonces los envíos de cerdo han retomado lentamente el crecimiento.
De todos modos, las cifras de 2020 fueron 23.907 toneladas, lo que es un 14% más bajas que las de 2019, cuando se llegó a exportar US$ 129 millones, con 27.622 toneladas.
Aun así, las cosas pintan bien para el cerdo chileno. “Antes de la pandemia, la gran mayoría de las ventas de carne de cerdo chilena era para el procesamiento y luego al sector de hoteles, restaurantes y cafeterías (HORECA), por lo que la presencia de productos chilenos en los supermercados antes de la pandemia era muy baja. Hoy, esto está cambiando a nuestro beneficio: productos que se demandaban mayoritariamente en ese canal hoy son comprados en el retail para consumirlos en el hogar […] Este cambio es una gran oportunidad para la industria chilena, que debemos ser capaces de capitalizar”, predice Jaime Rivera, director comercial de ProChile en Japón.
CERDO CON GUSTO JAPONÉS
El cerdo en Japón no siempre fue un plato apetecido. Ni siquiera muy conocido. Algunos dicen que todo partió con el impulso modernizador de la Restauración Meiji, a fines del siglo XIX, cuando surge en Japón la cocina yoshoku, que toma platos y preparaciones aprendidos de los países occidentales con los que se empieza a relacionar y los adapta al gusto japonés.
“Los japoneses llevamos consumiendo unos 10 kilos de cerdo por persona desde finales de la década de los 70. La carne de cerdo es un alimento cotidiano y puede prepararse de diversas maneras, por ejemplo, cocida, a la parrilla, salteada o frita”, precisa a AsiaLink Daisuke Kawata, diplomático encargado del tema agricultura en la embajada de Japón en Chile.
Por otra parte, el país es de por sí un mercado atractivo. “Japón es el segundo mayor importador mundial de carne de cerdo, solo por detrás de China, y es que su capacidad de autoabastecimiento de carne de cerdo solo alcanza el 52%, a pesar de contar con una muy avanzada y tecnificada estructura productiva propia”, agrega el presidente de ChileCarne.
Lograr llegar allá no ha sido fácil ni inmediato. Desde un comienzo la organización debió trabajar junto con los importadores japoneses para cumplir con los exigentes estándares de inocuidad, sanidad y bioseguridad, además con los requerimientos para ofrecer productos adaptados a los gustos y costumbres de los consumidores japoneses.
Por eso, la organización considera que Chile como exportador de cerdo no tiene competidores en Latinoamérica. “Lo más cercano es México, y pueden ser muy relevantes en el futuro Brasil y Colombia”, advierte.
Debido a ello la asociación se está moviendo rápidamente y con intensidad.
Desde 2019, ChilePork se promueve bajo el lema “Born to Export” (Nacido para Exportar), una campaña que presenta a Chile como uno de los países líderes mundiales de producción y exportación de alimentos de alta calidad, elaborados por diferentes industrias de clase mundial.
6 medios especializados de prensa y 38 socios comerciales en total participaron del ciclo de encuentros focalizados que realizamos en Japón. Pese a la pandemia logramos seguir posicionando la carne de cerdo chilena en el mundo gracias al apoyo de @ProChile. pic.twitter.com/YMTTxyyBcY
— ChilePork (@ChilePork_) April 1, 2021
“La industria de carne de cerdo chilena ha realizado un trabajo ejemplar al penetrar, crecer e ir posicionándose cada día más en el mercado japonés, coreano y chino. En una etapa preliminar, lo hizo a través de la venta de productos para el procesamiento, el canal HORECA y desde 2020, entrando a los canales de retail y de e-commerce”, indica a AsiaLink Jaime Rivera.
Eso se complementa con el trabajo paralelo que realizan otras industrias como la de salmón y truchas, vitivinícola, alimentos procesados y fruta fresca, principalmente.
De acuerdo con Domínguez, los consumidores japoneses apuestan por los productos con alto valor agregado, están muy preocupados por la seguridad alimentaria y la trazabilidad; y dan gran importancia a la calidad. Son muy conscientes de la marca, cada vez más conscientes de la salud, y tienen casas pequeñas con un espacio de almacenamiento mínimo; y prefieren porciones o paquetes pequeños.
Por eso, para promover a los productos chilenos en el mercado japonés, la estrategia de ProChile es llegar al consumidor para que pueda relacionar el producto con la calidad que identifica a Chile.
“Hoy los negocios se realizan más en el ambiente business to business (B2B), por tanto, el consumidor final no reconoce o da valor al producto chileno −por legislación en el etiquetado debe aparecer el país−Actualmente, los esfuerzos están enfocados en ubicar nuestros productos en las góndolas de los supermercados y el retail, realizando promociones comerciales en los puntos de ventas, degustaciones o videos de preparación de recetas, generando información que se pueda comunicar y transmitir a los consumidores finales. Queremos lograr que los consumidores nos reconozcan y nos prefieran”, puntualiza Rivera.
“Debido a la escasa cantidad de importaciones, [el cerdo chileno] aún no es muy conocido, pero creo que lo están promocionando bien”, opina en general Daisuke Kawata.
PROMOCIÓN EN PANDEMIA
Al hablar de cerdo en Asia hay que verlo bajo la sombra de dos pandemias. El COVID-19 y la fiebre porcina africana. Ambas han cambiado muchas cosas en torno al consumo y promoción del cerdo. Tanto para Chile como para sus competidores.
“La industria porcina a nivel mundial se encuentra en un momento inusual: China en 2019 y 2020 se posicionó como el principal destino de las exportaciones de los principales países productores y exportadores de carne de cerdo, por la peste porcina africana. Pero de acuerdo con distintos expertos internacionales, esta situación coyuntural del comercio mundial de carne de cerdo debiera normalizarse en los próximos años”, indica Domínguez.
Por otra parte, con la irrupción del COVID, se han tomado una serie de medidas adicionales de manera de resguardar aún más la salud de cada uno de los colaboradores de las distintas empresas, y a fin de mantener la continuidad de las operaciones y así asegurar el abastecimiento de productos a nivel nacional y hacia los mercados externos.
Las empresas de la industria porcina han implementado en sus granjas y plantas de producción, una serie de medidas adicionales de higienización a las que se implementan usualmente, explica el ejecutivo.
También ha significado un giro importante en la forma como se venía haciendo la promoción de productos.
“Optamos por aumentar significativamente los eventos virtuales como las eRuedas y los webinars”, dice Rivera. Esto ha sido un positivo ahorro en recursos de promoción, ha favorecido la inmediatez y ha permitido alcanzar puntos más lejanos geográficamente.
“Sin embargo, el punto débil de este formato es que no podemos transmitir los sabores y aromas de nuestros alimentos, de una manera más adecuada, por lo que estamos ansiosos de poder regresar a los eventos presenciales, a pesar de que el número de participantes tendrán que ser bastante limitado, al menos durante este año”, lamenta el director comercial de ProChile en Japón.
A fines de marzo de este año, ChilePork inició un ciclo de encuentros de networking focalizados con medios de prensa especializados y con importadores o distribuidores, “con el objetivo de entregarles información oportuna y de calidad de Chile y su industria porcina, y además que a través de un cooking show puedan conocer el sabor y la versatilidad de los distintos cortes de la carne de cerdo chilena, en conjunto con mostrarles sus cualidades nutricionales”, dice Domínguez.
“En uno de estos eventos preparamos un variado menú japonés elaborado con productos chilenos, acompañado de un espumante en una caja especial de lujo, con un menú escrito e información de cada uno de los productos. Estos se prepararon y se enviaron coordinadamente a 35 clientes de ProChile a las 11:30 am y de 12:00 a 14:00 los invitados se conectaron a zoom, hicimos un almuerzo de promoción, negocios y camaradería”, detalla Rivera.
Para el segundo semestre y esperando que las condiciones sanitarias lo permitan, la asociación gremial intentará realizar una actividad dirigida a chefs del canal HORECA de Japón, “con el objetivo de presentarles los distintos cortes de carne de cerdo que podemos ofrecerles acorde a sus requerimientos y necesidades; las diversas cualidades nutricionales de la carne de cerdo chilena; y cómo cada producto se elabora bajo los estándares más estrictos que aseguran su sanidad e inocuidad. Nos encantaría un día ver en la carta de un restaurante un plato tipo: “Tonkatsu con carne de cerdo de Chile”, reconoce Domínguez.
Además de las pandemias, hay otros factores que a futuro podrían amenazar al cerdo chileno en Japón.
“Aunque no hay cifras claramente previstas, los expertos creen que el consumo per cápita no cambiará mucho debido al envejecimiento de la población”, opina Daisuke Kawata.
Por otra parte, hay un gustotodavía incipiente en toda Asia, pero que avanza, por las carnes basadas en plantas (conocidas como plant-based). De hecho, la firma japonesa DAIZ recientemente recaudó US$ 6 millones para hacer carne falsa de cerdo, mientras que la compañía de Hong Kong OmniPork llegó con éxito en marzo de este año a Tokio. Y la llamada carne limpia o cultivada en laboratorio, si bien avanza por el lado del pollo y los camarones, por el momento, puede alcanzar también al cerdo.
Aunque ambos fenómenos –el envejecimiento poblacional y el cambio hacia alternativas veganas podrían tomar años– parece haber otro riesgo mucho más, advierte ChileCarne: Chile ocupa hoy el octavo lugar del ránking de países exportadores de carne de cerdo a Japón con un 2,63% de participación, siendo los principales competidores Estados Unidos, Canadá y España, Dinamarca, México y Alemania, los cuales han crecido fuertemente los últimos años a través de grandes inversiones en campañas de posicionamiento con los importadores y también con los consumidores locales.
“Cada día se hace más complejo fidelizar a nuestros socios comerciales, dada la fuerte competencia. Para 2021 se proyecta que Chile disminuya sus exportaciones a Japón en un 2%, situación que en el futuro podría empeorar si Chile no firma el TPP”; concluye Domínguez.