Por Isaías Sharon, director ejecutivo de Smart Coach.
Cada día surgen más personas y empresas que ofrecen servicios de coaching de los tipos más diversos. Un gran número de ellos realizado por profesionales sin formación en coaching, y mucho menos acreditados como tal. Otros tantos han usado el nombre para vender cualquier cosa con el mero afán de cobrar más caro o lograr mejor posicionamiento, y están quienes contando con entrenamiento no se ajustan a parámetros éticos que brinden confianza y seriedad.
Elegir no es simple en un contexto donde la oferta es cada vez más amplia, y donde los clientes no cuentan con las herramientas necesarias que les permita diferenciar entre lo que realmente es coaching y lo que no, ni mucho menos en poder distinguir qué metodología de coaching le será más útil para los desafíos que desea hacer frente. Pero el tema es aún más profundo, pues muchos de los propios coaches (inclusos acreditados) no logran distinguir entre metodologías y tipos de aplicación, o cuentan con estudios iniciales en la disciplina y venden servicios especializados para los cuales no son realmente competentes.
Imagina que tienes (o quieres) someterte a una cirugía la cual tendrá implicancias en tu futuro. ¿Te operarías con cualquiera? ¿Confiarías tu seguridad, salud y bienestar en manos de alguien que no es realmente experto?, estoy convencido que no lo harías. Sin embargo, muchas veces en los procesos de crecimiento y desarrollo personal nos hacemos asesorar o acompañar por gente que no cuenta con la experiencia ni la formación necesaria para garantizar que estaremos en buenas manos, y esto no puede ser así porque cada uno de nosotros merece tener lo mejor para sí mismo y estar resguardado de los riesgos evitables.
Encontrarás a muchas personas que te ofrecerán una experiencia que cambiará toda tu vida, programas que en dos días te transformarán en “master”, procesos de “inmersión total” para “cumplir tus sueños”. Seamos honestos, el coaching no es un evento que transforma la vida, es un proceso de acompañamiento que facilita el logro de ciertas metas, y por medio de éstas podemos avanzar a lograr lo que queremos y transformar lo que deseamos. Así como no hay dietas mágicas que no incluyan un rebote en el peso, tampoco hay coaching mágico que no incluya un rápido regreso al punto de partida luego que la emoción del primer momento haya pasado.
Tanto la salud externa como la interna son fundamentales para el bienestar de cada persona, por ello busca profesionales realmente competentes y con referencias serias que puedan brindarte la facilitación que requieres, y que respete tus tiempos y habilidades para que sea un proceso a tu medida y no a la medida de alguien más, que para vivir la vida que otros desean de seguro ya tienes suficiente.
La próxima vez que busques coaching hazlo con la seriedad que merecen tus propios desafíos y elige responsablemente que puedas obtener los resultados que te brinda una metodología de alto impacto.