En entrevista con AméricaEconomía.com, el académico de IE Law School, Carlos de la Pedraja, comentó las nuevas competencias de los profesionales del derecho en el siglo XXI.
Convencido de la necesidad de formación ejecutiva de los abogados para hacer frente a las necesidades del mercado, Carlos de la Pedraja, director adjunto de IE Law School, conversó con AméricaEconomía.com sobre las nuevas competencias de los abogados en el sector empresarial.
Con el fin de impulsar los temas jurídicos y fiscales, el académico español realizará una gira la próxima semana por universidades de Venezuela, Colombia, Perú y Brasil durante la cual mostrará a los alumnos de derecho el nuevo perfil de los abogados en el siglo XXI, un perfil necesariamente más completo que combina aspectos de herramientas empresariales, y que ahonda en la siguiente entrevista.
-¿Cómo es ese nuevo perfil de los abogados del siglo XXI?
El concepto del abogado se está reinventando más que nunca debido al entorno económico. Hoy en día los clientes son internacionales por lo que es necesario entender más los entornos de los países, conocer los problemas de las empresas, conocer los sistemas jurídicos internacionales, conocer a los clientes, los problemas del cliente y saber entender el entorno en el que trabajan.
-¿A qué se debe esta reinvención de la profesión?
Con la crisis actual hay menos operaciones en el mercado y eso hace también que las firmas de abogados que habían adquirido una envergadura importante en los últimos años, tanto en EE.UU. como en Europa y Latinoamérica se plantean dónde aporta verdaderamente valor un abogado, los sistemas de facturación de las firmas de abogados, por eso está reinventando la profesión.
-¿Cuáles son las competencias de una abogado hoy en día dentro de una empresa?
Cuando hablo del perfil competencial de los abogados me gustaría hablarlo no sólo como asesor jurídico interno de una empresa, sino también desde el punto de vista de los abogados que están asesorando externamente en una firma de abogados. Antiguamente ese perfil respondía al de abogados muy buenos desde el punto de vista técnico únicamente, pero ahora ese perfil competencial no sólo alude a las competencias técnicas, sino también a competencias personales en las que la orientación al cliente es básica, así como la capacidad de negociación, de adaptación a nuevas necesidades. Estas soft skills junto con un buen conocimiento técnico es hacia donde va la profesión.
-¿Qué buscan las empresas en un asesor jurídico?
En Europa y Estados Unidos, muchas de las cosas que están haciendo en las pruebas de selección de las empresas ya no sólo tienen en cuenta la formación y el aspetco técnico, sino también las cuestiones personales, de actitud. Todos los programas de IE combinan una parte fuerte de conocimientos del derecho tanto sistema civil como sistema anglosajón, una parte importante de administraciión de empresas y una serie de talleres de habilidades como recursos humanos y liderazgo, habilidades que son las que un directivo busca en un asesor jurídico hoy en día.
-¿En qué medida un abogado debe tener formación ejecutiva?
Un abogado no sólo debe tener conocimientos en materia jurídica, sino también debe tener conocimientos de los límites empresariales. Si bien para ejercer la abogacía hay que tener conocimientos jurídicos, para tomar decisiones también hay que tener conocimientos en materia empresarial y saber cuáles son los límites regulatorios y las responsabilidades de un directivo dentro de una empresa que, dependiendo del sector tiene un ámbito regulatorio u otro que sin duda hay que conocer. Al menos es importante saber cómo hablar de los temas.
-¿Cuál es la situación en América Latina en materia de educación jurídica y fiscal?
Todos los alumnos que nosotros recibimos de Latinoamérica -que en los programas jurídicos son entre un 30% y 40% de los alumnos- tienen un nivel similar a los alumnos españoles. Al compartir el sistema civil, la raíz es la misma y el sistema o la formación es similar, hay una formación buena y rigurosa y la verdad es que hay bastante profundidad en temas jurídicos, pero quizás falta una visión más general de la abogacía una visión más internacional en algunos asuntos.