Un grupo de académicos del Instituto de Ciencias Tecnológicas CIISA, entrega útiles consejos para “sobrevivir” al estudio, cuando además se trabaja durante el día y hay una familia a la cual dedicarle tiempo.
Cursar una carrera vespertina es una decisión valiente, por cuanto implica -por lo general- compatibilizar una vida ya activa desde el punto de vista laboral, con las exigencias académicas propias de convertirse en alumno de una institución de educación superior. Y más complejo aun si aparte de trabajar, se ha formado una familia, a la cual hay que dedicarle tiempo.
Por ello, es importante tomar en cuenta varias claves que facilitarán la vida de quienes siguen una carrera técnica o profesional después de la jornada laboral. Desde el Instituto de Ciencias Tecnológicas (CIISA), con su 75% de alumnos matriculados en alguno de sus programas vespertinos, y 40 años de experiencia, aportan algunos consejos para al éxito de los estudiantes:
Entender el modelo de enseñanza: Hay importantes diferencias entre instituciones que por un lado “pasan la materia teórica” y otras, que dedican las horas a la solución de problemas prácticos. “Esta última forma está especialmente recomendada para quienes concilian trabajo y estudio y deben lograr aprendizaje de calidad en tiempos limitados, minimizando las tareas en la casa y enfatizando el aprendizaje previo de la materia antes de clases”, dice el rector de CIISA, Arturo Fuentes.
Consolidar o estabilizar los tiempos del trabajo. Uno de los grandes problemas que el trabajador-estudiante debe afrontar son los tiempos. Existen trabajos que no permiten adecuadamente asistir a clases (turnos, proyectos o toda actividad donde el horario de salida siempre es incierto). Se aconseja informar al empleador y acordar su apoyo en este proceso, logrando estabilizar lo más posible un horario fijo de salida.
Familia apoyadora y comprensiva. Es vital que la familia sea participe del proceso, sin este apoyo el proceso es duro y muchas veces fracasa. Tiempo de calidad para los hijos y el esposo(a).
Articulación, Títulos Intermedios y Certificaciones: Existen instituciones que tienen programas articulados, vale decir, que permiten cursar una carrera técnica y continuar con una profesional en la misma institución sin necesidad de convalidar, y obtener dos títulos. Por otro lado, hay instituciones que dictan carreras profesionales que permiten obtener el título técnico a mitad de la carrera, lo que es un plus si se interrumpe la carrera, pues ya se cuenta con un título para ejercer y retomar más adelante. También en diversos campos existen Certificaciones Nacionales o Internacionales a las que se puede acceder con el conocimiento adquirido en las asignaturas, que son otorgados por las empresas y que son ampliamente reconocidos en la vida profesional.
Retroalimentación. Es obligación de los profesores retroalimentar a los estudiantes con sus errores y aciertos. Todas las pruebas deben contar con su resolución correcta.
Disciplina en el estudio. No “calentar” la materia, previa a una prueba. “Lo aconsejable es una hora de estudio diario, que sea provechoso, previo a las clases para que las dudas sean resueltas inmediatamente o que las actividades prácticas sean provechosas. Para este aspecto es vital contar con los contenidos y material de apoyo antes de las clases, leerlos y entenderlos”, dice Patricio Sorich, director del área industrial de CIISA.
Método de estudio. Todas las personas no aprenden de la misma forma y para ello es vital saber de qué forma aprendes tú. Auditivo, visual, práctico esto ayudará en cómo abordar el proceso de aprendizaje, y entender con qué recursos cuentan los cursos para lograrlo.
Grupo curso. Es muy importante la comunicación entre compañeros. Siempre en la ausencia a clases “pasan cosas” que no se informan (trabajos, tareas, grupos de trabajo, contenidos de pruebas, datos, ejercicios, etc.). Las formas de comunicación son variadas e ingeniosas: lista de correos, grupos de WhatsApp, blogs, discos virtuales, etc.
Entendimiento. “El estudiante debe entender que: no lo regalarán las notas ni la aprobación de asignaturas; no es el único que estudia, trabaja y tiene familia; no es el único que se enferma; no es el único que se sacrifica; no es el único que tiene sueño o está cansado”, agrega Sorich.
Comunicación. Con los profesores y directivos de las carreras, ya que ellos son los que en la gran mayoría de las veces resolverán los eventuales problemas que el estudiante tenga, en los derechos y deberes que deben estar reflejados en los reglamentos que la institución pone a disposición de los estudiantes.
Seleccionar cuidadosamente la carrera que estudiará. El decidir qué estudiar debe estar relacionado directamente con el cómo nos veremos en el futuro y para ello se debe leer cuidadosamente la descripción de la carrera, perfil profesional, empleabilidad y ámbito laboral donde se desempeñará. Estos elementos constituyen la promesa para el estudiante.
Seleccionar la institución educacional. Verificar que la institución tenga prestigio y trayectoria entre sus egresados. Que use la tecnología para facilitar a sus estudiantes elementos de apoyo virtual al aprendizaje (Aula Virtual, controles y ensayos online, actividades no-presenciales, Biblioteca Online), sistema de horarios flexibles y de apoyo en recuperación de clases y talleres. Importante también: Ubicación para minimizar los tiempos de traslado; vital contar con fácil acceso a locomoción y/o metro.