En algunos casos es más difícil que otros. ¿Es posible equilibrar el trabajo con el tiempo en familia?
Claro está que los tiempos de ahora no son los de antes. Tanto mamás como papás salen a trabajar y pasan largas horas fuera de casa. También los tiempos y actividades de los hijos han cambiado. No se trata de estar presentes solamente en lo concerniente a los estudios. Clases de danza, deportes, arte, música y otras actividades configuran el día a día de nuestros hijos.
El tiempo en familia claramente ha disminuido y el desafío de hoy justamente es encontrar espacios para compartir lo que podamos compartir. Si podemos combinar cantidad con calidad sería lo óptimo. Pero si la cantidad de tiempo es escasa, procurá que sea de calidad.
Es común observar que madres organizan su trabajo y sus rutinas en función de las actividades de sus hijos. Sin embargo, son cada vez más los padres que también ponen en valor el compartir tiempo con sus hijos y destinan energías para compatibilizar el mismo con sus actividades.
Siento que me pierdo de momentos importantes; no estuve cuando comió o caminó por primera vez; no pude asistir al acto del colegio para el cual tanto se preparó; me perdí la final de cuando salieron campeones son frases comunes entre estos papás.
También es cierto que la expectativa choca con la realidad. Una cosa es lo que queremos y otra es lo que podemos. No todos los padres corren con la suerte de poder salir en su jornada laboral para asistir a un acto escolar, y quizás esa sea una deuda pendiente que tienen las organizaciones con respecto a sus colaboradores.
La demanda de tiempo es creciente y hay países en donde las organizaciones ya cuentan con prácticas para facilitar la existencia del equilibrio entre trabajo y familia. Un claro ejemplo de ello es la extensión de las licencias por paternidad, aún una cuenta pendiente en Argentina. Suecia lleva la delantera con respecto a estas licencias, elevando a un total de 90 días el derecho de padres a pasar tiempo con sus hijos.
Las empresas que fomentan el equilibrio entre familia y trabajo buscan ofrecer y generar nuevos beneficios a través del home office y del acceso a plataformas tecnológicas que no requieran la presencia de papá en el trabajo. Si se logra el objetivo, se puede trabajar desde casa o mientras esperamos la salida de los chicos del colegio.
La virtualización del trabajo permite que los papás puedan trabajar remotamente y a la vez puedan compartir tiempo valioso con sus hijos.
Lamentablemente esta forma virtual de trabajo no alcanza a todos los oficios y profesiones, por lo que se deberían pensar formas alternativas de llegar a lograr este tan ansiado equilibrio.
Creemos que para el día del padre no existe mejor regalo que el de pasar más tiempo con los hijos. Hoy las organizaciones tienen a su alcance la oportunidad de promover nuevas formas de trabajo que lo permitan.
Además de fortalecer su marca empleadora (en términos de atracción y retención de talentos) las empresas verían aumentar considerablemente la productividad de sus colaboradores.
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