Cada vez más se reconoce el valor de la feminidad en los roles de gestión. Diversas voces insisten en que la mujer al mando siga siendo mujer, pues ahí radica el valor diferencial.

En el poco tiempo que las mujeres han podido ejercer y fundar sus propios negocios, lo han hecho, en su mayoría, siguiendo los modelos masculinos.

La mujer que llegaba arriba, lo conseguía gracias a ser una fiel representación del estilo de gestión de su jefe, hombre en la mayoría de los casos. Es un hecho que a estas mujeres se les ha dado el reconocimiento merecido y se les “ha permitido” la entrada a las altas esferas.

Pero incluso así, siguiendo el modelo de liderazgo masculino, la mujer sigue estando subrepresentada en el mundo directivo de las grandes corporaciones, tanto mundiales como mexicanas. Como muestra el hecho de que entre los 100 mejores CEOs rankeados por Harvard Business Review, solamente haya 4 mujeres.

Pero algo está cambiando y cada vez más se reconoce el valor de la feminidad en los roles de gestión. Tanto la academia, como todas las organizaciones que apoyan el emprendimiento y liderazgo femeninos insisten en que la mujer al mando siga siendo mujer y en que justamente en ser mujer, está el valor diferencial.

Ivy Exec, plataforma de búsqueda de empleo para ejecutivos, ha estudiado el éxito en las empresas dirigidas por mujeres y concluye que se debe a dos factores: la comunicación y la colaboración.

La manera de comunicar de estas empresas, tanto hacia sus empleados como hacia sus clientes, es muy diferente al modelo masculino. Es una comunicación abierta, sincera y muy cercana. Esta colaboración y apoyo a los empleados hace que ellos también se apoyen mutuamente y colaboren para conseguir un objetivo común, con mayor éxito además.

Esta manera de dirigir que permea a toda la empresa no sólo consigue mejores resultados, sino que también atrae mejores talentos. El estudio realizado por Berlin Cameron revela que el 50% de los profesionales estadounidenses prefieren trabajar en compañías lideradas por mujeres, dado que estas compañías suelen tener más claro su propósito, probablemente impulsarán más facilidades para la conciliación familiar y practicarán la igualdad de oportunidades y salarios.

Dos ejemplos de empresas mexicanas con claro liderazgo femenino son Softtek y Co-Madre.  Las dos empresas, con Blanca Treviño y Paola Tabachnik, como fundadoras y CEOs de las compañías respectivamente impulsan la inclusión femenina, cada una dentro de su ámbito y de su manera.

Softtek es un caso raro en el mercado siendo una empresa de tecnología cofundada y liderada por una mujer, Blanca Treviño, su fundadora no cree en poner cuotas de género, pero busca asegurarse de que en su empresa exista “igualdad de circunstancias para hombres y mujeres”. Tabachnik pretende darle un espacio a la mujer emprendedora que le facilite la conciliación de la vida personal con la vida laboral y a la vez le dé una red de apoyo personal y profesional, gracias a la comunidad creada alrededor del coworking.

Por suerte, la ratio de las mujeres exitosas en el mundo de las startups es mucho más alto que el del mundo corporativo. Entre las 10 startups más exitosas de México (según la revista Rankia) hay 5 (50%) que tienen una mujer como fundadora o cofundadora. Teniendo en cuenta que el número de startups creadas por mujeres en México este año está casi a la par con aquellas creadas por hombres (8.3 empresas creadas por mujeres por cada 10 creadas por hombres), y que las startups fundadas por mujeres hasta ahora han tenido mayor retorno, estamos a la espera de ver cómo evolucionará este porcentaje.

Las mujeres están trabajando desde abajo para que, en los próximos años, puedan representar la mitad de CEOs de las grandes corporaciones, cuando sus startups se consoliden con éxito como grandes empresas.

*Por Aleksandra Olszewka, responsable de EAE Emprende y EAE Lab Barcelona.

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