Las personas afectadas por las preferentes y las hipotecas multidivisas durante la última crisis económica presentan una salud física y mental peor que la población en general, además de una reducción en sus horas de sueño y calidad de vida.
Más problemas de salud físicos y mentales, menos horas de sueño y una peor calidad de vida. Las personas afectadas por dos de los fraudes financieros más extendidos en España durante la crisis económica mundial de la primera década del siglo XXI manifiestan peores condiciones de salud que la población general, según un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Montréal (Canadá), la Universidad de California (EE.UU.) y las universidades Autónoma y Carlos III de Madrid acaban de publicar en la revista Gaceta Sanitaria el trabajo, donde comparan el estado de salud de 188 personas afectadas por las preferentes y las hipotecas multidivisas, reclutadas entre 2015 y 2016, con los datos de la Encuesta Nacional de Salud. En todos los indicadores de salud, las víctimas de fraudes bancarios resultan más perjudicadas.
Los investigadores recuerdan que cerca de tres millones de pequeños inversores españoles compraron preferentes entre 1998 y 2012. Los fraudes bancarios pueden haber afectado al 8% de la población mayor de 20 años.
Con una media de 60.000 euros (US$ 67.640), uno de cada cuatro participantes en este estudio perdió más del 80% de sus ahorros. Durante el período de estudio, 60 de las 118 víctimas de las preferentes habían recibido compensación económica tras una media de 2,4 años, mientras que otros 47 permanecían en trámite, con una media de 4,4 años, y los otros 11 no habían iniciado ningún trámite legal.
Los preferentistas sin compensación económica son el grupo de afectados por fraudes financieros con peor salud autorreferenciada. La casi totalidad declaran un mal estado de salud, frente a una mayoría de los que sí obtuvieron compensación y de las víctimas de las hipotecas multidivisas. El dolor forma parte de la mayoría de afectados por las preferentes y de cuatro de cada cinco perjudicados por las hipotecas multidivisas.
Las piernas y las manos son las partes del cuerpo más perjudicadas entre los preferentistas, probablemente por la alta prevalencia de artritis en la población más mayor. Por el contrario, los dolores de cabeza son significativamente superiores entre los afectados por las multidivisas. Alrededor de la mitad de las víctimas de las preferentes ha sido diagnosticada de una nueva afectación crónica desde el conocimiento del fraude.
Por otro lado, una de cada cuatro víctimas de fraude financiero ha sido diagnosticada de enfermedad psiquiátrica desde el momento en que tuvo conocimiento de la estafa. Más de la mitad ha sufrido crisis de ansiedad, la mitad de ellas antes y después del fraude pero la otra mitad las ha experimentado por primera vez tras ser conscientes de sus pérdidas económicas. Todos los grupos presentan altos niveles de ansiedad y de necesidad de atención psiquiátrica.
La compensación económica mejora el sueño
La calidad del sueño es mejor entre los afectados que han recibido compensación económica. Más de la mitad manifiesta tener una buena o muy buena calidad de sueño, mientras que el porcentaje tan solo ronda el 30% entre los preferentistas sin compensación y las víctimas de las hipotecas multidivisas. A su vez, el 64% de los preferentistas con compensación económica afirma contar con una pobre calidad de vida, cifra que aumenta hasta el 84,2% de los preferentistas sin compensación y hasta el 84,9% de los afectados por las hipotecas multidivisas.
Respecto a la población general, solo el 32% de la población entre 29 y 92 años manifestó una mala salud autopercibida en la Encuesta Nacional de Salud de 2011-2012. Entre los encuestados en este estudio, el porcentaje aumenta al 47% entre los afectados por las preferentes que habían obtenido compensación económica, al 63% de los que no la habían percibido y al 66% de las víctimas de las hipotecas multidivisas.
Por otro lado, mientras que las enfermedades mentales afectan al 21,8% de la población general, su prevalencia es significativamente mayor entre los afectados por fraude bancario: 73% de los preferentistas con compensación, 77% de preferentistas sin compensación y 84% de clientes de multidivisas.
Otro indicador es el diagnóstico psiquiátrico de depresión o ansiedad, que manifestó el 12% de la población española. Entre los afectados por fraude financiero la cifra aumenta hasta el 25% (preferentistas con compensación), el 31% (preferentistas sin compensación) y el 29% (afectados por hipotecas multidivisas).
Por último, mientras la proporción de los españoles que duermen menos de siete horas diarias es del 25%, el porcentaje es notoriamente mayor entre los estafados por estos dos productos bancarios: 55% de los preferentistas con compensación, 78% de los preferentistas sin compensación y 65% de los afectados por las hipotecas multidivisas.
“Estos resultados sugieren que las personas afectadas por fraude financiero, además de compensación económica, deberían recibir atención psicológica. También abren la puerta a posibles reclamaciones por daños morales y por daños a su salud”, concluye María Victoria Zunzunegui, una de las autoras de la investigación y miembro del Institut de Recherche en Santé Publique de la Universidad de Montreal.