Con una historia emprendedora al hombro, Héctor Gebelin se anima una vez más con la creación de Oro Verde.
Héctor Gebelin es el primer biólogo (especializado en hidrobiología) con un master en negocios en Uruguay. Es emprendedor desde sus épocas de estudiante. La primera idea fue un cultivo de mejillones con un grupo de compañeros de la facultad. Gebelin tuvo una clínica estética, un restaurante y ahora incursiona junto a su esposa María Inés Real (conocida como Mané) en los alimentos orgánico–integrales ultracongelados con el emprendimiento Oro Verde. En diferentes momentos combinó su espíritu emprendedor con un empleo, como es el caso de Bioespinn, la incubadora de empresas de biotecnología del Instituto Pasteur de Montevideo. En Bioespinn necesitaban justamente un biólogo que pudiera ayudar a los científicos a desarrollar sus proyectos.
¿Le sirvió su experiencia emprendedora para Bioespinn?
Fue fundamental para poder mostrarles (a los científicos incubados) que es viable desarrollar un producto, que se puede hacer y que hay apoyo. No se si contagiar espíritu emprendedor porque creo que no se contagia, que es parte de cada uno.
¿Que lo llevó a emprender?
Siempre me gustó ayudar a la gente. Además, siempre pensé en tener algo de mi creación. Debe de ser un tema familiar. Mi padre, si bien trabajó para varias empresas, siempre tuvo su actividad independiente y mi madre también; creo que es algo que se hereda.
En 2002 cerró la empresa donde trabajaba, y gracias a un capital ahorrado compró un restaurante. ¿Cómo fue invertir en momentos de crisis?
La otra opción era quedarse en casa y tanto mi esposa como yo tenemos espíritu emprendedor. Uno tiene que tener confianza en uno mismo, en lo que piensa y hace y eso te lleva a emprender. Además, la gente también en ese momento come, y creímos que iba a andar con las ideas que teníamos. No íbamos a hacer lo que hacían los demás. Pensamos estratégicamente y compramos un restaurante; no queríamos arrancar de cero. Lo cambiamos según nuestras ideas y funcionó.
Vendieron el restaurante y crearon Oro Verde. ¿Por qué seguir en el rubro de la alimentación?
Porque se puede innovar y mejorar la forma de alimentar a la gente. Desde el restaurante no competíamos en precio sino en calidad. Trasladamos la forma de pensar a este nuevo proyecto.
¿Eligieron tener productos congelados por la forma de vida y la practicidad?
Esa es una de las razones pero también que al congelar el alimento no hay que ponerle conservantes. Nuestros productos son libres de conservantes; no se utiliza químicos para la elaboración. Y además da la posibilidad de evitar el desperdicio. Eso va en sintonía con la filosofía de lo que es la producción agroecológica.
¿Se lleva el trabajo a la vida familiar?
Lo resumo en una frase de mi hijo: “me tienen podrido hablando de negocios, es el único tema”. Tenés un negocio y hablas de eso, lo podrás postergar hasta que no esté tu hijo para que no te diga nada (se ríe) pero en algún momento hay que hablar. Igualmente creemos en que tiene que haber un equilibrio entre la vida familiar, los amigos y la vida laboral, es difícil pero no imposible.
Para lograr este objetivo hay que delegar ¿Es difícil?
Te tenes que animar, no podes hacer todo. Creo que para llegar a que sea un negocio sustentable y que se le de trabajo a otras personas hay que hacerlo. Creo que si puedo asociarme o contratar a alguien que lo haga mejor es beneficioso para el producto. No solo delegar sino saber asociarse estratégicamente.
Si recomendara a alguien emprender ¿por qué lo haría?
Porque es divertido.
¿Es más estresante que ser empleado?
Creo que el estrés va por la naturaleza de cada uno; estés donde estés te va a estresar si tenes tendencia a hacerlo, siendo empleado o dueño. Yo me estreso y lo hacía trabajando en una empresa multinacional, cuando trabajaba en una nacional o frente a mi negocio. Va en cada uno.
¿Cómo se ve en 10 años?
Emprendiendo y ayudando a otras personas a emprender.