Muchas veces considerado como una hierba inútil, un grupo de emprendedores le da una vuelta al uso del bambú en Zambia y construyen con él ágiles bicicletas que permiten profundizar el desarrollo de su comunidad.
Como en muchos lugares del mundo, aunque por razones diversas, en Zambia la bicicleta es un vehículo de transporte popular. Por esa razón, un emprendimiento local goza de un particular éxito: se trata de "Zambikes", bicicletas hechas de bambú.
Muchas veces considerada como una hierba mala, estos creadores vieron en ella una materia prima adecuada. Ubicaron un taller a 20 kilómetros de la capital Lusaka y hasta allí llevaron kilos de bambú con los que arman los cuadros de la bicicleta.
Sometido a un proceso de tratamiento térmico durante tres meses, así la materia prima -que crece a raudales en las cercanías del corazón del emprendimiento- permite bajar el promedio del peso de una bicicleta desde los 14 kilos a los 4 que ofrecen las "zambikes".
Aunque extraordinariamente liviano, el bambú tratado es extremadamente fuerte para convertirse en la base del vehículo. Su eficiencia permite que las bicicletas se conviertan en un exitoso negocio internacional.
El modelo de negocios de los ceradores, sin embargo, también es especial: una parte de las ganancias van para el desarrollo del negocio y otra para el desarrollo de la comunidad.
En ese contexto, proyectos paralelos como la “Zambulancia“, un carro construido a partir de un armazón simple de acero, tirado por una bicicleta construida con el mismo material; el “Zamcart“, de un diseño similar pero sin cubierta ni acolchado, y con un armazón de hierro que está diseñado para aguantar mucho peso; y la “Njovu“, una bicicleta un poco más larga de lo normal, tiene dos asientos y refuerzos en la estructura de acero para poder hacer cargas pesadas a largas distancias, son posibles de entregar en forma continua para el uso público.
El emprendimiento ya ha generado la producción de unas 10.000 bicicletas durante el año, mientras -claro- la demanda sigue creciendo. Los creadores de las revolucionarias bicicletas aseguran que “el objetivo no es sólo obtener ganancias, sino también cambiar la vida de las personas en Zambia”.
