Como la idea principal de la empresa es hacer un puente entre el mundo digital y el real, desarrollaron versiones digitales de los juegos para que los niños que pasan tiempo en las computadoras conozcan los productos físicos.
El marketing digital está al alcance de todos, en pocos pasos es posible llegar a la mayor cantidad de personas y medir el impacto que éste genera, cosa que con una campaña tradicional no es tan sencilla.
Se requiere tener un diferenciador para no perderse en el mundo digital y que el producto o servicio llegue al público ideal.
Justo este diferenciador es el que ha llevado a Ricardo Ellstein y a su empresa de marketing digital, Figment, a obtener en dos ocasiones el premio Effie, considerado uno de los galardones más importantes en el país en mercadotecnia y publicidad.
Ricardo está detrás de la compaña de Crayola Toys, que a partir de colores y juegos busca inspirar a los niños a crear cualquier cosa que se imaginen y donde la tecnología ha sido el motor de la campaña.
“La idea principal es hacer un puente entre el mundo digital y el real, hicimos versiones digitales de los juegos para que los niños que pasan tiempo en las computadoras conozcan los productos físicos”, dice Ricardo.
El directivo recordó que al leer los comentarios en la aplicación los papás les decían “‘tengan cuidado porque ahora mis hijos me piden a cada rato los juegos’, y eso era exactamente lo que queríamos”.
Aunque por temas de confidencialidad Ricardo no mencionó un número en crecimiento de ventas en los productos de Crayola Toys, sí dijo que mantuvieron un incremento de doble dígito.
Sin embargo, datos de Crayola indican que la compañía cerró el 2017 con ventas de 2,800 millones de dólares, pero este número no sólo se atribuye a la campaña digital sino a toda una estrategia de reinventar los productos y dar a conocerlos en punto de venta.
Resultados difíciles de creer
Figment obtuvo el primer reconocimiento en el 2015 con la campaña Crayola Juego Pack y en el 2017 con Boliguardians The Game, también para Crayola, y “los resultados han sido tan buenos al presentarlos ante el jurado que les ha sido difícil creerlos”, expone Ricardo.
“No trabajamos para ganar premios. Nos dan mucho orgullo estos galardones porque no sólo nos reconocieron la parte creativa, también el cliente está fascinado porque ha tenido resultados muy reales en venta”, precisa.
Figment, que realiza estrategias de marketing digital, aplicaciones para celular, realidad aumentada y realidad virtual, también ha realizado compañas para marcas como Act II, Coca-Cola, Hershey’s, Bachoco, Pfizer, entre otros.
Dormitorio universitario
La agencia puede generar productos de software, desde juegos hasta realidad virtual para diversas marcas y campañas publicitarias. Ha creado aplicaciones que son juegos y se convierten en herramientas para captar a la gente.
Los colaboradores son lo más importante para Figment, por ello Ricardo ha sido cercano a ellos, aunque con el crecimiento de la empresa se ha complicado. “Antes me sabía las novias, los novios o si estaban deprimidos, eso se me ha vuelto mucho más difícil”.
A pesar de ello, realiza eventos con actividades de integración y para festejar los logros, por ejemplo, la semana pasada, los más de 20 colaboradores regresaron de Cuernavaca, donde se realizó una carne asada. También se considera contratar un programa de meditación para los empleados.
El ambiente es un “dormitorio universitario”, expresa Ricardo, y lo comprobamos al entrar a las oficinas que están ubicadas en Polanco, en la Ciudad de México. La mayoría son millennials que, entre aparente cotorreo, trabajan y desarrollan software y marketing.
“Somos muy exigentes, aunque nos llevamos muy bien, no es puro relajo. Tenemos metodologías de trabajo muy similares a las de creación de software. Todos tienen tickets de lo que tienen que ir haciendo, con prioridades, entonces ellos saben exactamente qué tienen que hacer y si están aprobadas”, expresa.
Antes se contrataba a partir de su experiencia y habilidades, ahora, aunque es un punto importante, prefieren contratar a alguien con potencial intelectual y creativo, a quienes entrenan para adquirir las habilidades.
Recientemente, Figment inició un programa de altruismo e investigación, a partir del cual crea compañas de marketing con fines filantrópicos, de las cuales también aprenden como empresa.
“La regla es que tenga una tecnología que no sabemos utilizar y que sean con una buena causa”, refiere.
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