En la mayor quiebra de un fabricante japonés, Takata se enfrenta a decenas de miles de millones de dólares en costes y pasivos: sus airbags se han relacionado con al menos 17 muertes.
Tal como había trascendido en las últimas semanas, la japonesa Takata Corp, la firma protagonista de la mayor retirada de productos de la historia del sector automovilístico, se declaró en concurso de acreedores en Estados Unidos y Japón y anunció que va a ser adquirida Key Safety Systems por un importe de US$1.600 millones.
En la mayor quiebra de un fabricante japonés, Takata se enfrenta a decenas de miles de millones de dólares en costes y pasivos tras casi una década de retirada de productos y demandas. Sus airbags se han relacionado con al menos 17 muertes en todo el mundo.
TK Holdings, la filial del grupo en Estados Unidos, se acogió el domingo al capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense en Delaware, con un pasivo de entre US$10.000 y US$50.000 millones, mientras que la matriz japonesa se declaró en concurso de acreedores en un juzgado de Tokio a primera hora de lunes.
Los pasivos totales de Takata podrían situarse en US$15.000 millones, según cálculos de Tokyo Shoko Research Ltd.
Los pasivos definitivos dependerán del resultado de las discusiones con los fabricantes de coches que han soportado la mayor parte de los costes de reposición, dijo un abogado de la compañía.
Ambos concursos de acreedores abren la puerta al rescate financiero del grupo por parte de Key Safety Systems (KSS), un proveedor de componentes de automóvil con sede en Michigan propiedad de la china Ningbo Joyson Electronic Corp.
En un acuerdo que necesitó 16 meses de negociación, KSS dijo que absorberá las operaciones viables de Takata, mientras que el resto se reorganizará para seguir produciendo los millones de airbags que tienen que ser sustituidos, dijeron ambas firmas.
La compañía estadounidense mantendría una "considerable" parte de los 60.000 empleados de Takata en 23 países, así como sus fábricas en Japón. El acuerdo persigue que Takata pueda seguir operando sin interrupciones y con alteraciones mínimas en su cadena de suministro.
"Creemos que adoptar estas medidas en Japón y Estados Unidos es la mejor forma de abordar los costes y los pasivos de los problemas con los airbags con certidumbre y de manera organizada", dijo en un comunicado el consejero delegado de Takata, Shigehisa Takata.
Takata se enfrenta a miles de millones en demandas y costes relacionados con la sustitución de productos por sus clientes, entre los que figuran Honda, BMW, Toyota Motor Corp y otros que han asumido estos costes hasta la fecha.