Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
Una muy significativa visita el lunes a México fue la de la directora de la Organización Mundial de la Salud para la Américas (OPS) Carisse F. Etienne. Llegó acompañada de su equipo técnico, a la calle de Lieja en la sede de la Secretaria de Salud encabezada por el doctor Jorge Alcocer.
Y es relevante no sólo porque este encuentro se da muy recién iniciada la presente administración, sino porque se tocaron temas fundamentales que permiten prever una relación fructífera de México con el organismo rector de la salud a nivel mundial.
En principio, el secretario Alcocer Varela puso sobre la mesa el deseo de México de ser uno de los 9 estados miembros del comité ejecutivo de la OPS. Es decir, que como país buscamos un mayor protagonismo en las sesiones del cuerpo directivo y por tanto en las decisiones del organismo multilateral.
Ahí mismo hizo extensiva la solicitud a la Cancillería que estaba representada en el evento por Eduardo Jaramillo, director general para Naciones Unidas de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a su vez encabezada por Marcelo Ebrard.
Otro punto donde fue enfático el doctor Alcocer es el relativo a convertir a México en promotor de la cooperación regional en materia de salud. Esto es algo muy importante porque va implícito igualmente un compromiso de mantener el nivel de avance logrado en materia de regulación sanitaria (léase Cofepris), en donde hasta ahora las señales del rumbo que se tomará han sido poco claras.
Por lo pronto en un primer paso se hizo ver el objetivo de dar impulso a las compras regionales de insumos para la salud.
Muy interesante porque el punto que más llama la atención es el deseo del país de participar en los fondos de compras consolidadas que organiza la OPS, tanto el Fondo Rotatorio enfocado a la adquisición de vacunas, como al Fondo Especial específico para comprar medicamentos.
Hay que decir que en años anteriores al Gobierno mexicano no le había interesado participar en estos esfuerzos de compras internacionales consolidadas, a pesar de que la opción siempre ha estado abierta de parte de la OPS. Autoridades anteriores llegaron a decir que México ya tenía su propia fuerza de negociación dados sus de por sí grandes volúmenes de compra, de modo que no le convenía entrar a las de la OPS.
Es evidente que las cosas han cambiado. El equipo actual tiene la idea de buscar esa mayor integración regional en principio con las compras de medicamentos para VIH a fin de conseguir mayores ahorros por ejemplo en antirretrovirales.
Representantes de OPS mencionaron como ejemplo el caso del tratamiento de Emtricitabina/Tenofobir (réplica del original Truvada, de Gilead Sciences) en cuya compra conglomerada la OPS logra reducción de precios muy significativas derivados de la negociación por volumen para varios países.
Un punto interesante es que al ingresar a dicho fondo, los gobiernos reciben la cooperación técnica del organismo para estimar más adecuadamente y con mayor transparencia sus necesidades de compra en función de la verdadera demanda.
Adicionalmente, para la OPS sería una colaboración importante la de México pues iría en pro de eficientar costos para toda la región, pues la bolsa millonaria del sistema de salud mexicano que en compras asciende a más de US$ 2.700 millones se sumaría con la bolsa de otros países de Latinoamérica y le daría mayor músculo a la hora de negociar con las empresas proveedoras.
La doctora Etienne se mostró entusiasmada por las políticas basadas en la atención primaria de la salud y los derechos humanos anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien este miércoles se reuniría para felicitarlo por su muestra de solidaridad hacia las personas migrantes en México.