En un corto lapso, la escuela ha experimentado un proceso de mejoramiento y alcance acelerado que incluye convenios de doble titulación e intercambio, y el valor agregado de la producción científica.
Luisa Pérez, directora de regulación y saneamiento en EPM, y Hernán Alzate, vicepresidente de Tesorería en Grupo Bancolombia, son algunos de los estudiantes que forman parte del alumnado de esta escuela. Mientras Pérez se encuentra en segundo año del doctorado en Economía, Alzate cursó en 2015 la maestría en Economía Aplicada. En ambos casos, el reconocimiento dentro y fuera de Colombia, así como las facilidades para cursar sus respectivos programas, fueron clave a la hora de elegir a EAFIT.
Para Pérez, ingeniera civil, la decisión de cursar el doctorado se basó en su gusto por la economía, las matemáticas y la investigación sectorial. A través de este programa, Pérez espera aportar más conocimiento y dinámica al sector, porque “estoy convencida de la necesidad de mejorar las capacidades de la división de agua potable y saneamiento básico en Colombia”, destaca.
En el caso de Alzate, fue fundamental que la escuela agrupara finanzas y economía, ya que el mundo no se estaba dividiendo en economistas por un lado e ingenieros especializados en finanzas por el otro.
“Había una combinación sana y una necesidad de usar herramientas comunes”, resalta.
Este escenario era especialmente provechoso para Alzate, quien buscaba desarrollar una tesis de grado aplicable al banco. “Ese modelo se implementó y lo trabajé con el profesor Andrés Ramírez, que permitía poder trabajar en un modelo probabilístico que diera señales tempranas de la postura monetaria de la FED”, explica.
Escuela con valor agregado
Creada formalmente en 2012, la Escuela de Economía y Finanzas de la colombiana Universidad EAFIT ha sabido diferenciarse y aportar valor agregado a la oferta educacional de ese país. Fue en 2010 cuando se decidió separar los departamentos de Economía y Finanzas de la Escuela de Administración, lo que se concretó en 2012, otorgándoles mayor visibilidad, proyección y reconocimiento.
Juan Felipe Mejía, decano de la Escuela de Economía y Finanzas, dice que también pesó en la resolución que ese mismo año EAFIT fuera sede de la XV Reunión Anual de la Asociación de Economía de América Latina y el Caribe (Lacea, por sus siglas en inglés), que se desarrollaba en Medellín. La ocasión fue propicia para realizar “una comparación con otras universidades a nivel internacional y observamos a reconocidas casas de estudio. Así terminamos de definir que el modelo que queríamos replicar, de una u otra forma, era un marco institucional que propiciara la interacción entre la economía y las finanzas”, recuerda Mejía.
Porque desde el principio, explica el decano, se vislumbró no ser solo una escuela de economía, sino que diferenciarse integrando las finanzas e incorporando a investigadores y académicos, propiciando su interacción.
Actualmente, la escuela cuenta con pregrados en Economía y Finanzas; especialización en Finanzas; maestrías en Economía, Finanzas y Administración Financiera, y un doctorado en Economía, además de otros cursos.
(FOTO: Juan Felipe Mejía, decano de la Escuela de Economía y Finanza)
Combinación exitosa
En 2012 también se levantó el Centro de Investigaciones Económicas y Financieras (CIEF), que certifica la producción científica de la escuela. A través de este centro, se genera la interacción entre investigadores y profesores de las respectivas escuelas. “Por naturaleza, nuestros académicos son economistas que trabajan en finanzas y viceversa. Pero teníamos muy claro que queríamos hacer algo diferenciador. Sabíamos que en algunas áreas de investigación, como Teoría de la Empresa, Mercados Financieros o Economía Financiera, podría haber una interacción muy natural entre ellos, que es lo que efectivamente pasa”, advierte Mejías.
Para la coordinadora de proyectos de investigación del Departamento de Finanzas, Sandra Gaitán, es esencial esta colaboración, sobre todo para los estudiantes.
“Es importante que como investigador puedas aportar a la docencia, es decir, identificar temas de interés que se apliquen a los cursos y sean de interés del alumnado o que debieran investigar o profundizar”, afirma.
Gaitán es también docente del curso de Finanzas Corporativas Avanzadas en la maestría de Finanzas, y ha notado de primera mano una evolución en temas de investigación. “Cuando llegué, en 2008, la investigación se hacía con lo que uno podía encontrar en los sitios web; no teníamos los datos y contactos, pero en menos de tres o cuatro años hubo una evolución en el rumbo, gracias a la investigación que aporta lo que la región necesita. El cambio es total en cuanto a acceso a base de datos y congresos, así como el apoyo a formación”, enumera.
(FOTO: Sandra Gaitán, coordinadora de proyectos de investigación del Departamento de Finanzas)
Internacionalización
La internacionalización es otros de los temas relevantes para la escuela. Esa ansiada movilidad se fomenta a través de viajes y convenios de doble titulación e intercambio que los estudiantes pueden realizar con prestigiosas universidades como American University, Universidad Carlos III de Madrid, Brandeis International Business School, Universidad Católica de Lovaina y Florida International University.
Pero no sólo se busca que viajen los estudiantes, sino que la escuela sea atractiva para alumnos y profesores extranjeros. Mejía explica que para esto se “ofrecen programas de calidad acreditados, dobles titulaciones y cursos optativos en inglés, por ejemplo”.
Y los resultados han sido positivos. EAFIT se posicionó en el World University Rankings 2018, realizado por Quacquarelli Symonds (QS), entre las cuatro mejores escuelas de Economía en Colombia, en el departamento de Antioquia. Y como resultado de este sitial, se acogerá el programa Global School in Empirical Research Methods (GSERM), lanzado por la Universidad de St. Gallen.
Nuevas habilidades
La investigación se ha traducido en una ganancia para los alumnos, pero es un ámbito en el que se debe seguir trabajando, tal como sucede con los esfuerzos por alcanzar mayor internacionalización. Para esto, Mejía reconoce que “queremos continuar promoviendo un alto grado de internacionalización, ser un actor y socio conocido para los organismos multilaterales, para investigar y organizar grandes eventos científicos”.
Pero los retos suman y siguen: se quiere incorporar una serie de habilidades en el currículo que den respuesta a un escenario complejo en la región, “que está rezagado en cuanto a la revolución digital. Y un reto para nosotros es preocuparnos de incorporar estas habilidades en el currículo y trabajar con ellos en estos temas”, agrega Mejía.
Junto con esto, se espera consolidar las relaciones con socios en Estados Unidos, Europa y América Latina, pero mirando hacia otros destinos como Asia, sobre todo, luego de lo que ha pasado con el Brexit y el triunfo de Donald Trump.
“Queremos seguir escalando posiciones y convertirnos en uno de los centros top ten en educación económica y financiera”, concluye el decano.