Uno de los proyectos es la renovación y recuperación de más de 1.700 kilómetros de vías de la línea Belgrano Cargas, la cual une el puerto de Rosario con todo el noroeste argentino.
Uno de los estandartes de la cooperación China-Argentina en materia de infraestructura son los actuales trabajos de repotenciación de todo el sistema ferroviario argentino, que incluye los trenes de carga, en su mayoría cerealeros, y los de pasajeros.
A través de financiamiento, provisión de material rodante, equipos tecnológicos, herramientas y conocimiento y experiencia, China ha contribuido en un mejor desempeño del transporte ferroviario, mientras Argentina ha garantizado una fuente segura de inversiones para numerosas empresas del país asiático.
El presidente de Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), Guillermo Fiad, confió en que más allá de los proyectos que China y Argentina adelantan conjuntamente, se fortalezca la relación para generar "nuevas oportunidades de desarrollo".
Uno de los proyectos pilares es la renovación y recuperación de más de 1.700 kilómetros de vías de la línea Belgrano Cargas, la cual une el puerto de Rosario, principal polo agroexportador, con todo el noroeste argentino, atravesando las provincias de Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán.
"La meta es 10.000 kilómetros de renovación de vías, esperamos que las empresas chinas participen y trabajen con nosotros, y tenemos mucha expectativa de que podamos lograrlo en los próximos años", manifestó Fiad en entrevista con Xinhua.
En julio pasado, la línea Belgrano Cargas registró un récord con un total de 180.722 toneladas transportadas, la mayor cifra en los últimos 20 años, según informó el Ministerio de Transporte.
Además de la línea Belgrano Cargas, China acompaña a Argentina en el programa de renovación de vías y material rodante de otras líneas como la de San Martín y General Urquiza Cargas, también ramales clave para el país.
A través de la cooperación, Argentina busca adquirir para los tres ramales un total de 107 locomotoras de fabricación china, de las cuales ya han arribado 97 al puerto de Buenos Aires, así como 3.500 vagones, provenientes de la empresa china CRRC.
"El apoyo de China a través de sus empresas y del crédito que tenemos con el acuerdo entre los dos países ha sido uno de los principales motores para todo este proceso de transformación", apuntó Fiad, quien acotó que toda esta infraestructura "no había recibido inversión de ningún tipo en más de 50 años".
"En total, el proyecto hoy tiene 550 kilómetros de vías renovadas, atravesando cinco provincias; el apoyo chino ha sido fundamental, es un apoyo clave y confiamos en que va a seguir siendo así", agregó Fiad.
El presidente de ADIF informó que al menos el 70 por ciento del financiamiento de la recuperación de la línea ferroviaria proviene de China, y pese a esta alta participación, desde la parte argentina se espera que "siga en aumento".
El financiamiento proviene de la compañía China Machinery Engineering Corporation (CMEC) por un monto de 2.470 millones de dólares, y el acuerdo incluye la adquisición de rieles, durmientes, máquinas, herramientas y repuestos, según datos oficiales.
La meta del Gobierno argentino es que para el año 2019 se eleve la velocidad de tránsito del ferrocarril Belgrano de 15 a 30 kilómetros por hora.
"En Argentina tenemos innumerables posibilidades de inversión en el sistema ferroviario, apostamos a diversas fuentes de financiamiento y tenemos un montón de proyectos", enfatizó el presidente de ADIF.
Además del financiamiento, Fiad coloca acento en la experiencia, el conocimiento tecnológico y las capacidades técnicas de los ingenieros chinos y todo el personal que ha participado en la obra.
Además de los ferrocarriles de carga, China contribuye a optimizar los trenes de pasajeros que conectan a la ciudad de Buenos Aires (capital) con el conurbano (afueras de la provincia bonaerense) y distintas zonas del país sudamericano.
Destaca así la participación china en los ramales Roca, Sarmiento y Mitre, que enlazan con la zona sur, oeste y norte, respectivamente, y que han cobrado impulso en los últimos cinco años a partir de la renovación del material rodante, los talleres y la traza.
Además, técnicos de la compañía ferroviaria china CRRC Sifang desarrollan tareas en talleres ubicados en la localidad de Llavallol, a 33 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde realizan tareas de mantenimiento y se explican a colegas locales aspectos vinculados con la tecnología, los sistemas computerizados y de seguridad, entre otros.
La línea Roca del Ferrocarril Metropolitano de Buenos Aires, la más grande de la red nacional argentina, ya ha incorporado 300 coches eléctricos de fabricación china con miras a anexar otros 200 vagones, según el último reporte oficial.
Los 200 nuevos vagones que están llegando a Argentina constan de una inversión de 278 millones de dólares, y tras su arribo se terminarán de sustituir los viejos coches de tecnología japonesa, según informó el ministro de Transporte argentino, Guillermo Dietrich.
Estas nuevas unidades permitirán ampliar la longitud de cada tren, además de posibilitar el desplazamiento del conductor y de los pasajeros por cada uno de los vagones sin tener que desembarcar en las estaciones.
La cooperación en materia ferroviaria entre China y Argentina representa además, de manera automática, un impulso para la infraestructura, el comercio y la calidad de vida de la población argentina.