Desde 1988 Wintour se ha convertido en uno de los rostros más importantes del mundo de la moda, cuando asumió como la directora de Vogue.
Ayer la dama de hierro de la moda celebró sus 70 años. Anna Wintour nació el 3 de noviembre de 1949 en Londres, Inglaterra, pero ha vivido gran parte de su vida en Estados Unidos, país que la adoptó para comandar la revista Vogue y porque en sus venas también corre sangre norteamericana, pues su madre Eleanor nació a principios del siglo XX en la tierra del Tío Sam.
Puede afirmarse que son siete décadas bien vividas. Anna, hija de Charles, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabajó en el periódico London Evening Standart y hermana de un editor de The Guardian, siempre estuvo destinada para dedicarse a los medios de comunicación. Antes de elegir la moda como fuente, asistió al North London Collegiat, una institución educativa a la que asisten las hijas de la élite británica.
Wintour cambió la manera de reportear y difundir contenidos. Ella es para el periodismo de moda lo mismo que es Truman Capote o Rodolfo Walsh para el periodismo literario. Sus primeras líneas, después mudarse a Nueva York, las escribió en Harper’s Bazaar. En la revista duró varios años antes de dar el salto como directora creativa a la versión estadounidense de Vogue.
En su elegante oficina descubrió modelos y fotógrafos. Pero sus diferencias con la entonces directora la sorprendieron en un avión de vuelta a su isla natal. No es que Vogue la haya desechado; sus dueños la nombraron directora de la versión británica por varios meses antes de traerla de vuelta a Nueva York. En 1988, finalmente Anna Wintour asumió la dirección del magazine en Estados Unidos.
"Puedes estar de acuerdo o no con sus decisiones, pero no hay duda de que ha moldeado la moda, se ha anticipado a lo que venía y lo ha sabido adaptar, ya sean las influenciadoras o la mezcla de alta costura y moda de la calle. En este tiempo ha amasado más poder en el mundo de la moda que cualquier otro. No creo que nadie pueda recrear su camino. Su carrera es digna de admirar", dijo Vanesa Friedman, directora de la sección moda del The New York Times, a un periódico inglés.
El mito de su forma de trabajar empezó a crecer con El diablo viste de Prada, que retrata los dolores de cabeza de una periodista principiante que entra a trabajar en una reconocida revista neoyorkina. ¿Quién es su jefa? La directora Miranda Priestly, una arrogante personaje que supuestamente está inspirado en Wintour, contrasta con "la madre generosa que antepone las prioridades de los demás sobre sí misma", como la describe su hija Bee Shaffer.
Desde entonces mucho se ha dicho de la directora de Vogue que se retoca su pelo semanalmente y es impetuosa para cuidar su vida privada. (es madre de Bee y Charles) El mito que defiende la causa del Partido Demócrata seguirá creciendo mientras continúe al frente del icónico impreso que ha sabido resistir a la crisis de los medios de comunicación, enalteciendo a diseñadores, modelos, y diciendo que la moda es una fuente que nunca debería estar en el sótano de las secciones.