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El miedo, un enemigo en potencia que obstaculiza avanzar en la vida
Miércoles, Abril 22, 2015 - 07:31

Los movimientos rítmicos y la buena respiración ayudan a controlar las crisis.

El temor suele ser un enemigo en potencia porque obstaculiza todo avance que pueda haber en tu vida. Pero por fortuna existen técnicas muy sencillas que ayudan a controlar este problema si se le pone voluntad para superarlo.

Según recomienda la terapeuta familiar Sherezada Exeni, sirve mucho ensayar las reacciones que podrías tener si te pasa algo que temes. “Si por ejemplo vas a hablar delante de un gran grupo y te atemoriza que se burlen de ti o que te hagan preguntas que no puedas responderlas y te avergüences frente a todos, ensaya la situación y descubrirás qué actitud es la más acertada para que la adoptes en ese momento”, recomienda.

Puedes probar en tu casa con tus familiares o amigos de confianza para que ellos te ayuden a descubrir cuándo te asaltan los nervios y pierdes el control, de esta forma aprenderás a manejar la situación de la mejor forma posible.

Hay muchos otros miedos y, a veces, tienen que ver con las historias de vida de cada uno, por ejemplo, el miedo a fracasar, a ser rechazado, al cambio, al éxito, a tomar decisiones, a las responsabilidades, al compromiso, a los insectos, a la oscuridad y otros que muchas veces no nos dejan dormir.

Carlos Damiani, director de la Asociación Cultural de Yoga Hastinapura y experto en este tema, asegura que todo temor tiene una base y esta base está compuesta por una idea o un pensamiento que cuanto más activo esté, más posibilidades existen de que se agrave. “El principio de la psicología oriental es modificar el estado de la mente atenuando su movimiento”, explica.

Esto significa que se debe reducir la actividad mental o detenerla. ¿Cómo hacemos esto? Hay muchos niveles en los que se puede trabajar. Uno es el físico.

Si la persona con miedo realiza una caminata, un trote, natación o cualquier otra actividad corporal que no le haga daño, reducirá la atención mental hacia el tema que genera el pánico.

En un segundo nivel está elevar la energía, no en la mente, sino en el corazón, en la voluntad y esto se consigue a través de una buena respiración que no sea agitada ni forzada.

Según Damiani, el punto principal de la concentración física está en el entrecejo (entre los dos ojos) sin hacer esfuerzo con la vista, sino con la mente, que es la que debe observar la sensación de la respiración en la parte interior superior de las fosas nasales.

Se debe distender el abdomen (sacar la barriga) para que la respiración eleve su energía vital y disminuya la energía de la mente que es la base del miedo. También se puede cantar o danzar para manejar esta sensación que nos hace sentir mal.

El arte de la respiración ayuda a controlar y mejorar la condición anímica de las personas para apaciguar sus miedos. Se le debe dedicar al menos diez minutos por día a esta práctica.

* Fotografía principal Dreamstime

Autores

La Razon/ LifeStyle