Por Peter Edelstein, Director Médico de Elsevier.
En un mismo hospital, dos médicos pueden tratar a dos pacientes con la misma patología de muchas formas diferentes. Hoy en día, la variabilidad en la salud es extremadamente peligrosa, impactando directamente sobre la calidad y el coste-eficacia de la sanidad. La seguridad del paciente, los resultados y el coste de la salud empeoran cuando los proveedores de salud hacen simplemente “lo que ellos consideran que es mejor”, ignorando así el problema de la variabilidad.
Mientras la Historia Clínica Electrónica y otras herramientas integradas demuestran la importancia de soluciones que refuerzan la reducción de la variabilidad, los cimientos de esa reducción, la calidad del cuidado del paciente y la mejora del coste-eficacia se centran en la información basada en la evidencia más reciente y fiable.
La determinación de un cuidado basado en la evidencia define el “mejor” diagnóstico y tratamiento para cada paciente. Afortunadamente, esta información para la mejor práctica, está actualmente disponible y es asequible y accesible a través de soluciones de apoyo a la toma de decisiones clínicas. Este apoyo a la toma de decisiones clínicas (CDS, por sus siglas en inglés), ofrece conocimiento específico basado en la evidencia para una situación y estado concretos de un paciente. Las soluciones que ofrecen CDS, se han desarrollado específicamente para las instituciones sanitarias, se han diseñado especialmente para médicos, enfermeras, farmacéuticos, terapeutas e incluso pacientes. Estas soluciones aplican tanto a paciente hospitalizado como ambulatorio, incluyendo el cuidado del paciente en su propia casa. Además, se puede acceder a ellas a través del ordenador, tableta, teléfono y con la información impresa en papel, proporcionando la mejor guía de práctica clínica a todo aquel que la necesite, en cualquier momento y lugar.
