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El reto de proteger el conocimiento en Colombia
Lunes, Septiembre 21, 2015 - 08:24

El registro de patentes es un tema que impacta la productividad y el desarrollo de las sociedades.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las naciones en el mundo globalizado de hoy es la protección del conocimiento. Por esta razón, las políticas de propiedad industrial son herramientas idóneas para cuidar las invenciones y que las personas puedan obtener beneficios por sus hallazgos y creaciones, en los cuales han sumado esfuerzos, inversión y disciplina.
 
En este contexto, por ejemplo, el profesor e investigador de la Universidad del Cauca, Héctor Samuel Villada, se propuso elaborar empaques biodegradables a partir del almidón de yuca, que se utiliza para el popular pandebono. Su objetivo era aprovechar los excedentes “y aumentar la productividad, mejorar la calidad de vida de los productores y diseñar empaques biodegradables”, comenta Villada. Esta investigación, secundada por su equipo de trabajo en la Universidad del Cauca, pronto tuvo el apoyo de Colciencias. Esta alianza permitió expandir el proyecto.
 
El éxito de la iniciativa logró consolidar equipos de trabajo y laboratorios que incidieron en la creación de estructuras semirrígidas como platos, cucharas y vasos, originados desde el almidón de yuca. Estos avances permitieron dos registros de patentes otorgados por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). “Ante la solicitud formal, la SIC concedió la patente que tiene como objetivo proteger la investigación y evitar que otras personas aprovechen lo que no han trabajado”, señala el docente Villada.
 
Esta dinámica de concesión de patentes en la SIC lidera un cambio en la economía  y constituye una fuente de información para el desarrollo tecnológico.
Si alguien va a empezar una investigación, puede acudir a la base de patentes disponible en la página de la entidad, para verificar si ya está inventada o saber cómo encaminarla. El desarrollo económico va ligado al despliegue de la propiedad industrial. Lo aclara el director de desarrollo tecnológico e innovación de Colciencias, Julián Pontón: “Los países desarrollados son los que más patentan, transfieren e investigan. Es una cadena interconectada que soluciona problemáticas a la sociedad”.
 
Según cifras de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en Estados Unidos se presentan 571.612 solicitudes de patentes al año, en Canadá 34.741 y en Brasil 30.884. Colombia presenta anualmente 2.300 propuestas. Ante esta cifra inferior, el superintendente delegado para la Propiedad Industrial, José Luis Londoño considera que “Colombia ha entendido que se debe fortalecer la investigación. En esa medida, ya estamos dando nuestros primeros pasos en el tema”.
 
Para mejorar las cifras, la SIC está implementando sus Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI), que brindan información de patentes para así promover una cultura de protección del conocimiento entre universidades, empresas e investigadores. Colciencias también se ha unido a esta iniciativa a través de la realización de brigadas de patentes. “La idea es llegar a los inventores y acompañarlos en la solicitud de patentes, financiando aquellos casos que se requieran”, explica Julián Pontón.
 
El costo de la solicitud es uno de los puntos que más influyen en el registro de la patente. “Se cree que es mucho dinero, porque invertimos un millón y medio en el proceso de una patente, pero es una inversión baja comparada con los beneficios”, añade Héctor Samuel Villada. Sin embargo, desde que él obtuvo la patente, ha recibido propuestas de industriales que quieren adoptar esta tecnología. El propósito es que “los innovadores puedan explotar el producto. Y mejor aún que el sector industrial encuentre aplicabilidad en sus empresas para liderar cambios en la sociedad y dinamizar la economía”, puntualiza José Luis Londoño, superintendente delegado para la Propiedad Industrial.

Foto: Pixabay

 

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