Según un nuevo estudio, los pacientes con cáncer de páncreas y de pulmón encabezaron la lista de personas con más probabilidades de suicidarse.
En el primer año posterior a su diagnóstico, los pacientes con cáncer tienen índices de suicidio más altos que la población general en Estados Unidos, se indicó en un estudio publicado en la edición en línea de Cancer, una revista de la Sociedad Americana contra el Cáncer.
Un grupo de científicos del Hospital Infantil de Boston/Facultad de Medicina de Harvard en Estados Unidos y uno de los mayores hospitales universitarios de Europa, Charite-Universitatsmedizin (Charite), en Berlín, Alemania, estudiaron una base de datos de cerca de 28% de la población de pacientes con cáncer en Estados Unidos reunida entre el 2000 y el 2014.
Los investigadores encontraron que cerca de 1.585 de entre 4,672 millones de pacientes se suicidaron en el lapso de un año posterior a su diagnóstico, 2,5 veces más que el nivel de la población general.
La investigación indica que los pacientes con cáncer de páncreas y de pulmón encabezaron la lista de personas con más probabilidades de suicidarse, y que los diagnosticados con cáncer de colon también tuvieron un índice significativo de riesgo de quitarse la vida.
No se observó ningún aumento notable en el riesgo de suicidio entre los pacientes con cáncer de mama y de próstata.
La investigación fue encabezada por Hesham Hamoda del Hospital Infantil de Boston/Facultad de Medicina de Harvard, por y Ahmad Alfaar de Charite-Universitätsmedizin.
Alfaar dijo que es importante ofrecer servicios de detección para prevenir posibles suicidios y ofrecer atención mental a las personas vulnerables para salvar su vida, sobre todo en el lapso de los primeros seis meses posteriores al diagnóstico.
La investigación "es el mayor estudio realizado para evaluar las tendencias recientes en cuanto a riesgo de suicidio después de un diagnóstico de cáncer en la población estadounidense", dijo el principal autor Anas Saad de la Universidad Ain Shams de El Cairo, Egipto.
Los científicos señalan que su estudio aclara el hecho de que que el cáncer en sí podría no ser la causa directa de las muertes, y que los suicidios derivados del estrés de lidiar con la enfermedad condujeron a una tasa más elevada de mortalidad.