Apatía, cansancio o la falta de energía son signos de que puede estar siendo atacado por esta “depresión”.
A horas de comenzar el mes de septiembre, muchos son los que ya deben estar preparándose para activar el modo trabajo, después de unas merecidas y calurosas vacaciones. Sin embargo, para que no los pille el síndrome postvacaciones es necesario ir pensando paulatinamente en el regreso a su empresa.
De acuerdo a un comunicado de Lee Hecht Harrison, el síndrome o depresión postvacacional es la sensación de falta de energía, de motivación o la tristeza que se genera en algunos trabajadores al reincorporarse al trabajo después de un período de vacaciones. Se trata de una ruptura en el proceso de adaptación o transición.
En este proceso el entorno adquiere un papel protagonista, tal y como apunta Nekane Rodríguez de Galarza, Directora de Lee Hecht Harrison: “los entornos de negatividad en el trabajo, en los que se realizan tareas repetitivas o en los que aparecen jefes poco motivadores, suelen provocar una mayor sensación de desánimo a la vuelta de vacaciones”
Para al firma, las personas que tienen menor tolerancia a la frustración y las menos resilientes las que son más susceptibles de caer en el síndrome postvacacional.
Entre los principales síntomas se encontrarían la apatía, cansancio o la falta de energía y concentración para realizar las tareas.
Sin embargo, para que evitar este síndrome, Lee Hecht Harrison recomienda:
- Levantarse pronto unos días antes de reincorporarse al trabajo para que el trabajador se acostumbre con antelación a los horarios habituales.
- Volver del lugar de vacaciones unos días antes.
- Repartir o dividir los días de vacaciones a lo largo del verano para evitar implementar nuevos hábitos de vida durante ese tiempo.
- Interpretar de forma positiva la vuelta a la rutina y no caer en el pensamiento de que el trabajo es una carga, pues eso puede hacer que se agudicen los síntomas del síndrome postvacacional.
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