Tener periodos de sueño y de descanso inferiores a los recomendados puede afectar la salud, con impactos directos en el rendimiento físico y emocional de las personas. ¿Cómo hacer para que la realidad que vive el mundo no nos desvele?
El mundo presentó un cambio en su realidad. Desde la llegada de la pandemia producto del COVID-19 y consigo la cuarentena, las dinámicas de los ciudadanos dieron un giro de 180 grados. Un aspecto de la vida diaria como el sueño fue uno de los más afectados.
Pero no solo el hecho de no descansar en la noche tuvo una variación, los problemas de la salud, el rendimiento físico, intelectual y profesional, y por consiguiente el estado de ánimo y el cómo nos sentimos, también se vieron alterados. Tener pesadillas y problemas a la hora de conciliar el sueño son algunas de las consecuencias en medio de la crisis que vive Colombia y el mundo.
El descaso es vital y establecer rutinas para tener periodos de sueño adecuados es indispensable para lidiar con el estrés durante los días de confinamiento.
En esta segunda entrega de artículos que buscan dar recomendaciones para mantener por buen camino nuestra salud mental, hablamos con Gina Paola Duarte, coordinadora nacional de salud mental de Profamilia y quien también hace parte del equipo de profesionales que hoy trabajan en la plataforma Porque quiero estar bien. Estas son sus recomendaciones.
- Empecemos por algo necesario: ¿Qué representa el sueño en la vida de una persona?
El tema de dormir hace parte del autocuidado. Es uno de los frentes más importantes de Porque quiero estar bien. Específicamente dormir bien o mal es tan importante como una buena alimentación. Eso va relacionado tanto porque tiene efectos físicos, como psicológicos en la persona, de allí la necesidad de volver a dormir bien.
El tener problemas en el sueño puede estar relacionado a diferentes cosas: preocupaciones, enfermedades, malos manejos, etc. El dormir bien y la calidad del sueño también va relacionado con las edades que tienen las personas. Generalmente un adulto, que es el mayor porcentaje de personas que atendemos, al igual que los jóvenes de dieciocho a veintinueve años o de edades superiores, deben dormir más o menos de siete a ocho horas diarias. Y dentro de lo que vemos en las consultas, según confirman nuestros profesionales, se ha reducido considerablemente el tiempo de descanso. Estamos hablando de una a dos horas y hasta de personas que pasan de largo, que no están durmiendo en las noches puesto que lo están haciendo durante el día, porque la dinámica ha cambiado.
- Habla de algo importante, el sueño en el día y en la noche. ¿Qué implicaciones tendría una persona que duerme en el día vs una persona que duerme en la noche? ¿Cómo se refleja en su rutina o estado de ánimo?
Tanto el estado de ánimo como las rutinas se alteraría un poco. Lo ideal es dormir en la noche. Es un sueño más reparador. El sueño permite que tú hagas un procesamiento de la información a nivel cognitivo. Entonces lo ideal es que se haga en la noche. ¿Por qué en algunas personas se da en el día? Porque con el tema del COVID-19 la rutina ha cambiado. Hay personas que en este momento no están trabajando y hay otras a las que el trabajo les aumento estando en casa, y frente a eso prefieren hacer pausas en el día y llevar sus actividades laborales a la noche. De esa forma se altera el sueño.
Una persona que duerme en el día presenta mayor estrés, mayores cargas emocionales, se ven más reflejadas las preocupaciones y a esto sumémosle el no tener hábitos de vida saludable. El no manejar esos tips de cuidado emocional, el no hacer ejercicio o no alimentarse bien debería regularse. Es necesario tratar de entender que la situación que se presenta en este momento es pasajera, pero que puede mejorar. También puede influir la pérdida de un trabajo, la separación, conflictos familiares. Todas esas cosas alteran y hacen que la persona cambie su dinámica.
- Hagamos una comparación: ¿Cuáles son los factores que diferencian a una persona que duerme bien de una que duerme mal?
Bueno, los factores que lo diferencian estarían en la productividad porque sería una persona que estaría agotada durante el día. No sería igual de productiva a una que descansa las siete o las ocho horas. Eso también afecta en que sus dinámicas no sean las mismas, es decir, no va a estar alerta igual que una persona que si descanse y mantiene unos hábitos adecuados, se va a sentir cansado, somnoliento. Eso también le va a alterar su estado de ánimo, puede que esté más irritable, de mal humor y pues eso también hace que se desencadenen problemas con otras personas con las que convive.
- En un promedio: ¿Cuántas personas en Colombia logran dormir entre siete y nueve horas, como recomiendan?
Dentro de la estrategia Porque quiero estar bien, las personas que consultan están durmiendo más o menos entre cinco y seis horas, esto, según nos han manifestado, está relacionado con el teletrabajo, nos informan que la carga se ha aumentado, ahora se presentan más reuniones y las obligaciones en el hogar también se han incrementado, entonces esto hace que tengan que destinar una carga adicional dentro de lo laboral para hacerlo en las noches.
También hay una población que las preocupaciones las lleva en la noche. Es decir, siguen pensando lo mismo y no elaboran esas estrategias para entender que son cosas de momento o que deben desarrollar otras alternativas de solución. Entonces, pues se ve alteradas esas horas de sueño.
- Esas afectaciones, como dice, están más inclinadas para la población adulta, ¿qué ocurre con los menores?
Para un menor las horas de dormir también es de siete a ocho. En un adolescente este tiempo se incrementa un poco más ya que sus problemáticas son diferentes y lo evidenciamos en las consultas. Los adolescentes están más enmarcados en el no poder salir en la misma frecuencia que antes, en la ruptura con su pareja, que sienten que no están siendo muy sociables porque tienen una limitación en cuanto a la interacción. Ese tipo de cosas a ellos los tienden a preocupar. El tema del aislamiento o que tienen que quedarse todo el tiempo en su casa, les ha traído bastantes preocupaciones.
En lo que son adultos sus preocupaciones van dirigidas al tema laboral y la incertidumbre. También consultan mucho frente a que les tocó salir y de pronto tienen dudas sobre si se contagiaron o no. La falta de prevención por parte de algunas personas también es un factor de preocupación. Se comparan al decir que ellos si adoptan los protocolos establecidos, pero que hay personas que no. Todas esas cosas enmarcadas en la incertidumbre los afecta.
- Existen personas que duermen menos horas y se levantan y se sienten bien, ¿cómo hacen para reconocer que se están afectando?
Todo estaría enmarcado en reconocer que me siento cansado, que no estoy siendo productivo, que no estoy siendo efectivo, que, aunque yo no quiero reconocerlo, si hay variaciones en mi estado de ánimo.
Eso es un parámetro. Se habla de siete a ocho horas, pero también se evidencia que hay personas que duermen menos y son productivas. Esto está relacionado con su trabajo, con sus actividades diarias, con la relación que tienen con sus familiares y personas alrededor.
- Al tener que dar recomendaciones para aquellas personas que tienen tiempo para dormir, pero que no lo está haciendo, ¿cuáles serían?
El sueño es lo mismo o está más que relacionado con alimentarse bien. Si tú no tienes esa rutina o esos hábitos, seguramente va a presentar alteraciones en algún momento. Para dormir es importante crear un hábito y una adecuada ambientación que permita que ese ejercicio se desarrolle de la manera adecuada. Las recomendaciones están enmarcadas en manejar un horario de sueño, en ajustarse en ese horario, acostarse y levantarse generalmente a la misma hora, incluso los fines de semana, esto es como una rutina, que no tiene que ser tan radical, pero pues es lo esperado para empezar a ajustar estas dinámicas.
El tema del sueño también está relacionado con los hábitos y estilos de vida saludables. Practicar un deporte, manejar el tema del ejercicio, estos dos en horarios prudentes. Evitar la cafeína, la nicotina, pues estos tienen efectos en que sea un sueño conciliador o que se dé dentro de las horas o términos que se manejan normalmente.
El tema del sueño tiene que ser un espacio donde la gente haga su rutina y se concientice que la idea es dormir, descansar, desconectarse y que lo que necesita es un sueño reparador. Si tú te acuestas pensando en tus preocupaciones, seguramente no hacer tan conciliador, entonces lo recomendable es crear ese ambiente para dormir.
- ¿Cuáles serían para aquellos que no tienen el tiempo para descansar las horas que se deben?
Las recomendaciones siempre son las mismas para todas las personas. Sin embargo, a las personas que por el contrario no tienen tiempo, lo que se les aconseja es una organización de roles. Las personas que consultan están muy cargadas porque están asumiendo todos los roles al interior del hogar, es decir, estoy trabajando, estoy al frente de la educación de mis hijos, estoy al frente de los problemas que se presentan en la casa y, todo lo quieren hacer al tiempo, eso hace que se presente un bloqueo con o sin COVID. Lo ideal no es que se haga todo al tiempo y seguramente eso va a entrar a afectar, no solamente al sueño, sino en la dinámica normal.
Siempre se les sugiere que hagan una reorganización en donde participen todos los miembros del hogar, porque no se trata de que sea el adulto el único que tenga un rol, sino los chiquitos también lo pueden tener, de acuerdo con su edad, para que todas las personas y miembros de la familia no se sientan cargados.
- ¿De cuánto es el promedio de personas que, por el tema de la cuarentena, presentan dificultades al dormir?
Dentro de lo que tenemos en el proyecto, Porque quiero estar bien, estamos manejando un promedio de 70 a 72% de personas que reportan que su sueño sea visto alterado, es decir, dentro de la comparación que hacemos por el tema de la pandemia vs la situación normal se ha identificado que se ha alterado. O aseguran que duermen más de las ocho horas o que se ve reducido, bien sea porque están trabajando un poco más o porque sus preocupaciones personales, sociales, económicas y demás, están ganando peso y están haciendo que ellos no descansen.