Sin duda, la olla de oro es un crecimiento económico que de tan pantagruélico es difícil de alcanzar. Para eso, ya hay escuelas brasileñas, rusas, indias y chinas que comienzan a señalar el camino.
Brasil, Rusia, India y China componen el grupo BRIC, que no conforma un bloque económico como tal y no tiene origen formal definido. La denominación BRIC fue acuñada a comienzos de la década del 2000 por el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, cuyos estudios destacaban las grandes oportunidades de negocio en aquellas economías, las que pasarían a representar cerca de un 30% del PIB mundial en 2025. Un acierto de branding, pero que no queda del todo claro para qué.
En febrero de 2011, este bloque recibió un nuevo integrante: Sudáfrica. Pese a ser un miembro mucho menor en extensión y población, significa un gran valor geoestratégico para el grupo, ya que es el país más visible del continente africano. Con esto se le agregó la S final al grupo: BRICS, y un continente completo del antes llamado tercer mundo.
Los mercados BRICS están creciendo a un paso muy acelerado y todo parece indicar que lo seguirán haciendo entre un 4% y un 8%, al menos, durante las próximas dos décadas, mientras las economías desarrolladas no crecen a más del 1%.
Es por eso que las grandes empresas están optando por invertir en ellos, mientras Estados Unidos y Europa se han quedado dormidos tratando de sortear la crisis. Ante eso, algunas escuelas brasileñas, rusas, indias y chinas que antes ni siquiera se conocían entre ellas, se han unido para entregar herramientas de management que requieren estas hambrientas corporaciones.
¿Qué tienen en común?
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica son mercados muy diferentes entre sí, pero comparten ciertas características comunes importantes de destacar.
Actualmente los cinco países representan el 29,6% de la superficie mundial y casi el 45% de la población, con 2,800 millones de habitantes, aunque la ONU ha previsto un decrecimiento para el futuro, lo que afectará positivamente su ingreso per cápita.
Sin duda, el crecimiento económico es lo más relevante. En 2010, su PIB integrado representó, a paridad de mercado, el 19.7% del total mundial y, según proyecciones del FMI, se elevará al 24% en 2015. A PPA (Paridad Poder Adquisitivo), su producción fue el 25.7% en 2010 y será del 30,3% en 2015, según indica un reporte económico de David Márquez Ayala en Vector Económico. “A paridades del mercado, el PIB integrado de los BRICS superará al de Estados Unidos en los próximos dos o tres años. A PPA ya lo rebasó ampliamente”, dice el informe.
Respecto al comercio exterior, el reporte de Márquez indica que en 2009 los BRICS exportaron mercancías por US$1.895 billones (estamos hablando de esos de nueve ceros) -15,5% del total mundial- e importaron por US$ 1.587 billones, 13,3% del total mundial.
Mientras en la última década con datos comparables (2000-2009) el consumo privado de los BRICS aumentó a una tasa anual promedio de 6,1%, en el mundo el incremento fue de sólo 2,6% anual. “Lo más importante es el crecimiento, mientras más crecen estos países, más población consume. Si más consumen, más crecen, es un círculo virtuoso”, dice Aldemir Drummond, profesor de la brasileña Fundación Dom Cabral.
“Hoy en día China es el país con más millonarios del mundo y su clase media empieza a ser similar, en número y en términos occidentales, a la italiana”, dice William Dávila, Director de Desarrollo Internacional Asia-Pacífico de IE Business School. “Su PIB crece a casi un 10% anual, lo que quiere decir que si esa tendencia continúa, en 10 años su clase media será similar a la norteamericana. Más o menos similar, aunque partiendo de un nivel más bajo, está India. Sería ilógico pensar que las multinacionales de hoy pueden ignorar esto”, señala.
Según indica el economista Héctor Viscencio, académico de la mexicana Egade Business School,
aún si las tasas de crecimiento van a declinar en los próximos años, se espera que los BRICS incluso alcancen y rebasen a los países del G6 y del G8. “Esto significa un mar de oportunidades de negocios, culturales, deportivas y de toda índole que todas las empresas quieren aprovechar lo mejor posible”, dice.
Es por eso que “cada vez más empresas multinacionales están comenzando a dar prioridad a sus carteras de inversión en estos mercados, debido a la misma naturaleza de ellos, incluidos los recursos de trabajo, materias primas de bajo costo y el enrome potencial del mercado de cosumo”, dice Zhiwen Yin, decano asociado de la escuela de negocios de Fudan University, en China.
Viscencio agrega que también significa una gran oportunidad para las escuelas de negocios. “Eso agranda la oportunidad de impactar la actividad económica a través de ofrecer programas. Como proveedores de servicios de educación ejecutiva, las escuelas de negocios están interesadas no sólo en los BRICS, sino en los países proveedores de los BRICS y en sus clientes, el mercado ese enorme”, dice.
Bajo esa lógica han surgido programas como el Masters Program in Practicing Management, de la Universidad de McGill, Canadá -que tiene módulos en China, India y Brasil-, los MBA con especialidad en Mercados Emergentes (Iteso, Essec Business School, University of Liverpool, American University, etc), entre otros.
Pero hay un programa especializado en los BRICS, nacido por iniciativa de Emerson de Almeida, decano de la brasileña Fundación Dom Cabral, que logró crear una red y un programa de educación ejecutiva que se ajusta a los requerimientos de las empresas que están, o quieren penetrar, en estos mercados. Destaca, porque es una iniciativa primordialmente latinoamericana.
Un programa especializado
La Fundación Dom Cabral, Skolkovo School of Management (Rusia), Indian Business School (IBS) y Fudan University (China) comenzaron a impartir su programa “Brics-on-BRICs - Capturing Growth in New Realities” en 2010.
Según explica De Almeida, no quisieron buscar a un partner estadounidense, ni tampoco europeo, porque “quien entiende mejor del ambiente de mercado en cada país, es una escuela de ese país”. Según él, no se trata de soberbia ni de arrogancia, pero son ellos los que saben mejor que los extranjeros como funcionan sus propios mercados.
“Creo que es importante para nosotros el tener este programa, porque se estudia a los BRICS desde adentro. Hay muchas perspectivas desde donde mirarlos, pero creo que esta es la más efectiva”, dice Manish Sinha, profesor del programa en India.
Guy Pfefferman, CEO de Global Business School Network (GBSN), aplaude esa decisión. “Ellos han adaptado sus mayas curriculares y son suficientemente similares”, dice. La gran diferencia, indica, es que en muchos países BRICS existe incertidumbre económica. “En Europa y Estados Unidos prácticamente no hay inflación, entonces las compañías no tienen que preocuparse mucho de las políticas macroeconómicas, que sí son muy importantes en los mercados emergentes”, asegura.
El programa consta de un módulo en cada uno de los países BRIC, y a partir de 2012 también incluirá una escuela sudafricana. En cada uno de los módulos se analizan los países desde tres perspectivas: mercados, fuentes y eficiencias a través de las cadenas de valor, y prácticas del management. Según Yin, de Fudan University, cada escuela actúa como un “facilitador” que ayuda a los participantes del programa a entender cómo funcionan las empresas en esos países y les ayuda a trabajar en la formulación e implementación de estrategias en los países específicos.
Pfefferman indica que otro punto a favor que tienen alianzas como ésta es que tratan temas que en otras escuelas no existen. “En una escuela como Insead no te enseñan cómo hacer negocios con el gobierno, porque el gobierno es estable y no es tan importante en Europa, pero en los BRICS el estado es muy poderoso y las escuelas de estos lugares lo adquieren como habilidad”, dice.
Importante también es la innovación en el programa. Para Nora Brown, de GBSN, las escuelas BRICS tienen mayor capacidad que las escuelas de Europa y Estados Unidos para la innovación, y tienen más flexibilidad para crear nuevos programas. “Si miras hacia las escuelas norteamericanas, están muy estancadas en el modelo de MBA de dos años. En las escuelas BRICS tienen un aprendizaje basado en la experiencia de campo. Es uno de los mejores programas que he visto porque es relevante para hoy. Además, ellos no dejan de tener alianzas importantes con excelentes escuelas como el MIT, pero sí saben que hay ciertos programas que se deben desarrollar con los partner especializados”, asegura.
Sinergias BRICS
Los puntos en común que tienen los países BRICS son principalmente su cantidad de recursos naturales, sus florecientes industrias, su mano de obra calificada, mercados internos crecientes y listos para consumir y sus gobiernos en busca de inversionistas.
Hierro, café, frutas, soja, petróleo, gas natural, madera, metales, químicos, armas, equipamiento militar, textiles, joyas, software, químicos, cueros, manufacturas, textiles, equipos electrónicos e incluso tecnología aeroespacial. Todos esos productos y muchos más se comercian entre los países BRICS.
Mientras China importa de Rusia y Brasil materias primas, Brasil busca venderle manufacturas a China y la cooperación aeroespacial y automotriz con los demás países. India necesita la ayuda de Rusia para construir sus centrales nucleares, y ambas profundizan una serie de acuerdos militares y energéticos.
La relación entre los países BRICS está siendo cada vez mayor. “No sólo aumentan las cifras de comercio exterior entre ellos. China también se está convirtiendo en el principal inversor en África, en India se empieza a despertar cierto interés en Brasil, India compra más armas a Rusia, y así, muchos intereses cruzados”, dice Dávila.
“Los BRICS pueden llegar al primer lugar en la economía mundial si generan una gran alianza en que las unas de las otras puedan aprender de sus diferentes competencias. Tan pronto como cada país entienda su único valor para el bloque, las comunicaciones e intercambios podrán ser mayores, y se podrán remover ciertos obstáculos para conseguir una única misión”, dice Yin.
Pero más allá del comercio, ¿en qué otras áreas se pueden generar sinergias? Yin indica que “el potencial real de cada país son sus talentos, y se pueden aprender y desarrollar sus capacidades, conocimientos, competitividad y sabiduría”.
Pese a que todos estos mercados están creciendo rápido, en especial China, hace falta pensar en más materias de trabajo conjunto. “Estos países son similares en su deseo de encontrar una forma efectiva de desarrollo para el futuro”, dice Elizabeth Sadova, profesora del programa Brics on BRICs en Skolkovo.
Para Sinha, en el área del conocimiento y del management, hay muchas cosas que pueden aprender los unos de los otros. “India ha sido sinónimo de eficiencia hace ya varios años, y tiene muchas historias de sus empresas que le puede contar a los demás. Otro punto importante es la innovación, en India sabemos mucho de cómo innovar, entonces está lleno de oportunidades de negocio. Brasil, por ejemplo, tiene mucho que enseñar sobre cómo manejar con éxito las empresas públicas”, dice.
El profesor Alfredo Behrens, de la FIA de Sao Paulo, cree que India está en el frente del pensamiento de estilo de administración propio. “Son impactantes, tienen un potencial intelectual enorme y los empresarios indios han demostrado una capacidad notable de producción internacional, son líderes sintonizados con su cultura”, dice. Según explica Behrens, la necesidad de la gente ha permeado a las empresas y escuelas, las que saben atender problemas muy grandes desde el ángulo de la cultura india, paternalista, con un nivel ético muy importante. “Han puesto un esfuerzo muy grande en el desarrollo de sus obreros”, señala.
Los riesgos
Pese a todos los elementos auspiciosos, son muchos los desafíos comunes que tiene este bloque. Lidiar con la corrupción, con la ausencia de democracia, mejorar el cuidado ambiental, reducir la desigualdad social, y fortalecer sus políticas fiscales son algunos de ellos. Problemas nada de menores que pueden llevar al tacho todo este enorme potencial. A nivel de empresas, lo difícil será adecuarse a las diferencias en los niveles de administración, y entender las culturas del management que pueden ser muy diferentes entre sí.
Un ejemplo es el problema de infraestructura. Según Behrens, en Brasil se necesitan puertos, carreteras y aeropuertos. “Y esto tiene que hacerse rápido, sino en cinco años más será un desastre”, dice. Indica que el mismo problema es el que sufren India y China, que deberán enfrentarse pronto a una gran migración campo-ciudad, y las metrópolis no darán abasto para recibir a centenas de millones de personas.
Tal vez uno de los desafíos más difíciles para desarrollarse como bloque es conseguir una mayor cooperación política. “No se descarta que se pongan de acuerdo para conseguir algo de los países desarrollados, pero no lograrán conformar un bloque político como tal ni se espera que lo hagan”, dice Viscencio. Esto, porque los países BRICS son demasiado distintos políticamente. India y Brasil son democracias consolidadas, pero China y Rusia carecen de poder blando.
India además tiene el problema de que es demasiado fragmentado. Según Behrens “tiene guerrillas en un tercio de los estados, demasiados dialectos y una confusión política alarmante, lo que no se entiende, siendo ésta la mayor democracia del mundo. En el otro contrapunto está China, una dictadura de partido único y que ha conseguido gran estabilidad”.
Rusia, por su parte, necesita luchar contra una corrupción que está enraizada, además de diversificar su economía, ya que más del 60% de su producción corresponde a materias primas, siendo el petróleo quien le entrega el 65% de sus ganancias por exportaciones.
Proyecciones
El eje económico del mundo ya se ha movido hacia el Asia Pacífico, y en el futuro sólo basta que se posicione con más fuerza. “Este es un movimiento de características tectónicas. Si en los próximos 30 años nada cambiase y no hubiera epidemias ni guerras, China e India serán responsables del 50% del PIB mundial. Cuando se trate de vender lo que sea, toda la demanda vendrá desde allá”, dice Behrens.
"Las empresas no pueden tener los ojos cerrados ante este fenómeno, por eso es importante que comiencen a educarse sobre esto", dice Marco Lage, director de comunicaciones corporativas de la automotora Fiat e integrante del programa Brics on BRICs.
“La economía global está en el escenario del futuro. Europa está mal, Estados Unidos recupera demasiado lentamente su mercado. Pero cualquier compañía de cualquier sector que quiera crecer en el mercado mundial tiene que entender más las estrategias de los BRICS”, dice Lage.
El programa de estas escuelas BRICS ya ha logrado entrenar a ejecutivos de empresas como Fiat, Bunge, Dell, Coteminas-Springs Global, M. Dias Branco, Marcopolo, Mechel Carbon, Natura, OJSC Atomenergomash, Petrobras y Severstal.
Su primera cohorte egresa este año y, según Marco Lage, “es probable que seamos los primeros ejecutivos especializados en los BRICS. Tal vez no es una especialización muy profunda, pero sí nos permite manejar el conocimiento para crear las estrategias necesarias que nos permitan operar en estos mercados”. Para el próximo curso, varias empresas continuarán en el programa y ya se muestran otras interesadas, como Siemens, Volkswagen y Iochpe-Maxion.
El grupo BRICS ya ha empezado a hablar sobre los intereses comunes respecto al flujo comercial entre ellos y también sobre su influencia en el escenario económico y global. Hay puntos de convergencia y también puntos de conflicto. En cualquier caso, el crecimiento económico continuará, de no mediar una burbuja que nadie ve.
En todo caso, no se puede tratar sólo de crecimiento. “Esto llevará también a buscar soluciones sostenibles para el planeta. Lo que ahora se ve como un problema, puede ser transformado en una oportunidad, y los BRICS podrán estar liderando el desarrollo de tecnologías para el futuro. Las compañías no pueden ignorar esa realidad”, dice Emerson de Almeida.
Nota:
En 2006 no había rutas directas entre Brasil y el resto de los países BRIC, hoy hay vuelos directos entre Rio de Janeiro y Moscú
-