Pensar en cuánto ganas por una hora de tu trabajo o esfuerzo diario te ayuda a valorar mejor esos ingresos.
Diversos estudios han demostrado que es más fácil gastar dinero cuando lo hacemos mediante nuestra tarjeta de débito o crédito en lugar de hacerlo en efectivo, simplemente porque no experimentamos la misma sensación al desprendernos de los billetes físicos que de dinero virtual.
Así, gastamos más cuando pagamos con la tarjeta; sin embargo, hay quienes no logran controlar sus gastos, incluso cuando sólo utilizan efectivo, y terminan mermando su quincena.
Para Kathryn Sandford, colaboradora de LifeHack, existen algunos trucos que pueden hacer que tu mente valore más el dinero y prefiera ahorrar a realizar gastos impulsivos, sin importar si lo haces a través de tu tarjeta o con dinero en efectivo. De ellos, el principal es el siguiente:
"Cuando yo era más joven y trabaja en un campamento de verano, siempre me sorprendía cuando la mayoría de mis compañeros llegaba con un bagel recién hecho, una botella de jugo de naranja, y una taza de café cada mañana. Ganábamos sólo 10 dólares por hora, por lo que aquéllos que hicieron de éste un hábito diario, gastaban el dinero que harían en su primera hora de trabajo antes de que incluso se pusieron a trabajar", explica Sandford.
Si sus compañeros hubieran pensado en el valor de su trabajo por hora, hubieran preferido desayunar en casa en lugar de gastar el equivalente de una hora de trabajo en el desayuno.
Para la experta, pensar en cuánto ganas por una hora de tu trabajo o esfuerzo diario te ayuda a valorar mejor esos ingresos. Así, cada vez que vayas a comprar algo puedes pensar en cuántas horas necesitaste trabajar para comprar eso. Si consideras que lo vale, entonces puedes hacer la compra pero también puedes darte cuenta que tu esfuerzo no es equiparable con ese gasto.
Fotos I Pixabay