Así, en el semestre de enero a julio los datos indican que se produjo un descenso global del 5% en hospitales y del 21% en Atención Primaria. De hecho, en abril y mayo, con la bajada de la actividad asistencial ambulatoria, se disminuyó un 40% su utilización.
La directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas, ha informado de que el uso de antibióticos en el ámbito hospitalario aumentó un 40% durante el mes de marzo, coincidiendo con los peores momentos de presión asistencial por la pandemia de COVID-19.
"Esto tuvo que ver con el aprendizaje en el manejo de la enfermedad. La incertidumbre diagnóstica con el COVID-19 hizo que se utilizaran más antibióticos, como el uso sistemático de azitromicina en combinación con hidroxicloroquina", ha explicado Lamas durante la 'Jornada Online del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos 2020', organizada por el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), del Ministerio de Sanidad.
Lamas ha señalado, no obstante, que ese incremento del 40% se corrigió en los meses posteriores, una vez se produjo ese aprendizaje sobre cómo funcionaba el virus. Así, en el semestre de enero a julio los datos indican que se produjo un descenso global del 5% en hospitales y del 21% en Atención Primaria. De hecho, en abril y mayo, con la bajada de la actividad asistencial ambulatoria, se disminuyó un 40% su utilización.
Lamas ha recordado que, aunque el COVID-19 es una infección vírica y, por tanto, no se trata ni se previene con antibióticos, hay pacientes diagnosticados en los que "existe confirmación o elevada sospecha de coinfección o sobreinfección bacteriana". "En estos cuadros clínicos es inevitable considerar la prescripción de tratamiento antibiótico", ha apuntado.
En cualquier caso, la directora de la AEMPS ha confirmado que estas cifras podrían impactar en el problema de la resistencia, ya que "la presión antibiótica en hospitales en marzo podría aumentar el riesgo de desarrollo de bacterias resistentes, mientras que la bajada del consumo en la comunidad podría disminuir ese mismo riesgo en Atención Primaria". Por ello, ha insistido en la importancia de seguir las recomendaciones del PRAN dirigidas a profesionales sanitarios para optimizar la prescripción de los tratamientos antibióticos.
En la jornada, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, ha lamentado que la pandemia de COVID-19 haya tenido estas consecuencias en el uso de los antibióticos. "A día de hoy se ha normalizado pero no debemos olvidar la amenaza que supone. Es un escenario de alerta que nos debe hacer ser precavidos para no dar ni un paso atrás en lo que ya se ha conseguido", ha resaltado.
En este sentido, ha apuntado que la pandemia también ha dejado algunas "lecciones" para la lucha contra la resistencia a los antibióticos, como que "los riesgos globales requieren respuestas globales". "Remarca la importancia de la estrategia 'One Health' actuando sobre la conexión entre la salud humana y ambiental. Otra de las lecciones es que necesitamos que la comunidad científica integre conocimientos desde distintos colectivos y perspectivas, como Veterinaria, ganadería y sin olvidar a los propios pacientes", ha sostenido.
Calzón advertido de que la resistencia a los antibióticos generada por su mal uso es "uno de los mayores retos a los que se enfrenta la Medicina moderna". En este sentido, ha recordado que se estima que hasta 33 mil personas fallecen en Europa cada año por esta resistencia, unos 3 mil en España. "Es imprescindible y urgente dar respuestas adecuadas a este fenómeno", ha concluido.
Según los datos del PRAN, en 2019 el consumo total de antibióticos en el ámbito de la salud humana en España registró una bajada del 5,4% (1,4 DHD o dosis diarias definidas por cada mil habitantes y día), mientras que las ventas de antibióticos veterinarios se redujeron un 13,6% . El consumo en hospitales bajó un 4,8% (0,08 DHD, 2 millones de unidosis menos), con amoxicilina/clavulánico, levofloxacino y ceftriaxona como antibióticos más utilizados en esta área.
De esta forma, el consumo nacional de antibióticos en salud humana refleja una bajada del 11,8% entre 2015 y 2019. Así, la media española de consumo total en esta área ha pasado de las 28,1 DHD de 2015 a las 24,9 DHD registradas en 2019 (1,6 DHD en hospitales y 23,3 DHD en ámbito comunitario). La media total española en humana continúa colocándose en cualquier caso por encima de la europea (20,1 DHD en 2018), aunque existe una variabilidad entre comunidades autónomas que va de 19,3 a 27,3 DHD.
Según los últimos datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), en el ránking europeo de consumo de antibióticos España se coloca la quinta en el ámbito comunitario y la 14 en hospitales, de acuerdo con los últimos datos disponibles, de 2019.
Cada año desde 2008 se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa impulsada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Su objetivo es concienciar sobre los riesgos asociados al uso indebido de los antibióticos y realizar un llamamiento al consumo responsable, tanto en salud humana como en sanidad animal, para prevenir la aparición y el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos.
Esta jornada divulgativa tiene como objetivo sensibilizar y concienciar a la sociedad en general y a los profesionales sanitarios de la gravedad del problema de la resistencia a los antimicrobianos y la importancia del uso prudente de los antibióticos para hacer frente a esta cuestión.
También en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos el PRAN ampliará la difusión de la campaña 'Los antibióticos NO valen para todo', lanzada en 2019. Su difusión en 2020 se centrará en radio y redes sociales, desde este miércoles y hasta el 30 de noviembre, con un presupuesto total de 330 mil euros (US$391.635) para la compra de espacios publicitarios.
Esta campaña centra su mensaje principal en el daño que puede suponer el uso excesivo o inadecuado de los antibióticos. Así, se subraya que estos medicamentos sólo tratan infecciones bacterianas (nunca infecciones víricas como la gripe, el resfriado o COVID-19), no alivian el dolor ni la fiebre y deben utilizarse siempre bajo prescripción médica o veterinaria.
Los mismos mensajes estarán presentes en la campaña dirigida a farmacias que el PRAN ultima en estos momentos en colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). Asimismo, durante los próximos meses este plan nacional centrará sus esfuerzos en el lanzamiento de varios proyectos basados en herramientas informáticas o aplicaciones web: la herramienta para la autocertificación y auditoría de los equipos PROA; las 'apps' con guías de prescripción antibiótica en Medicina Humana y Veterinaria y los mapas de consumo de antibióticos en Veterinaria.