Investigadores aseguran que, a medida que los profesionales de la salud y los pacientes se acostumbran a la gran cantidad de datos disponibles, se hace necesario diseñar políticas que incorporen los cambios tecnológicos.
Cluster Salud. Las promesas son muchas y las expectativas amplias. Una publicación del Instituto Regenstrief, dedicado a la investigación en salud, analizó el escenario de la gestión de la información en el sector, que hoy incluye la ficha médica electrónica, los portales de atención a los pacientes, los dispositivos móviles, los sensores en forma de wearables y las redes sociales.
El ex presidente del instituto, doctor William Turney, uno de los autores de la publicación, manifestó que "llegar a un futuro deseable, en el que las tecnologías de la información en la salud se usen apropiadamente para beneficio humano, no es un desafío técnico. Las tecnologías ya existen. Es un problema de políticas de salud y de sociología". Para el investigador, las preguntas necesarias incluyen "el cómo yo, como médico, mantengo el mismo grado de conexión con mi paciente cuando hay un computador en la sala de exámenes o incluso vía vídeo o correo electrónico, o cómo el sistema de salud que me emplea me paga por mi tiempo. Las reglas están cambiando".
De acuerdo con la publicación, más de tres cuartos de los hospitales estadounidenses y cerca de la mitad de las prácticas médicas han instalado sistemas de registro médico electrónico. Adicionalmente, tanto los pacientes como los doctores se están familiarizando con la gran cantidad de información disponible e, incluso, exigiendo su uso amplio.
El estudio manifiesta que "no hay salud sin administración y no hay administración sin información".
"Cuando se trata de predecir el futuro de la medicina y la tecnología en salud, no hay una bola de cristal", dijo el investigador del instituto, Dr. Burke Mamlin, coautor del artículo. "Necesitamos hacer observaciones informadas, basadas en dónde estamos ahora, e inferir las posibilidades. No podemos asumir que alguien más tomará la decisión correcta. Va a requerir la participación de todos, incluyendo a los proveedores y a los pacientes, para cumplir las expectativas y hacer los cambios necesarios. Este no es un proceso pasivo".
Los investigadores concluyeron que es importante tener una agenda nacional, con los fondos necesarios y un carácter racional, para la tecnología de la información en salud. "Sólo así podremos extraer valor del caos", manifestaron.