El continente es uno de los cinco mercados prioritarios para la asociación de vinos de Chile que buscará en los próximos meses expandirse al interior de China y nuevos mercados asiáticos, con foco en Corea del Sur, Japón y un incipiente sector de ASEAN.
Lograr que el sector vitivinícola chileno alcance una mayor participación de mercado y construya valor, desarrollando un posicionamiento premium y sustentable. Esa es la meta que se sinceró, después de dos años con encuentros online, el denominado Wines of Chile Summit 2022, uno de los encuentros más importantes del año para el sector vitivinícola local, en el que se analiza en profundidad cada uno de los mercados estratégicos, entregando herramientas para fortalecer la promoción e imagen del vino chileno en el mundo.
En la cita, el presidente de Wines of Chile (WoC), Aurelio Montes, hizo un análisis de las condiciones de la industria actual, y entregó una positiva visión hacia los desafíos venideros.
“No tengo duda alguna de que sortearemos con éxito este ciclo marcado por condiciones exógenas desfavorables, porque tenemos la actitud y una firme convicción, pero sobre todo tenemos un producto de calidad reconocida en todos los mercados donde tenemos presencia activa”, aseguró.
Al hablar con AméricaEconomía, Montes indicó que uno de los mercados que empieza a reconocer el producto chileno y representa una gran oportunidad es Asia, un continente que, según el directivo, no era considerado por la industria vitivinícola chilena hace 20 o 30 años.
“Y, de pronto, algunos visionarios empezaron a abordarlo y se constituyó, sobre todo China, en el principal destino de los vinos chilenos…en este minuto tenemos casi el 30% de las exportaciones de chile al sector Asia, con China, Corea del Sur y Japón como los prioritarios, con una cantidad de recursos importantes destinados a su promoción para seguir potenciándolo, porque vemos un futuro gigante. [Ahí] hay muchos habitantes y el consumo es de apenas un litro [de vino] per cápita al año, hay muchísimo por crecer y estamos viendo qué KPIs debemos cumplir para llegar a esos mercados”, aseguró el ejecutivo a AméricaEconomía.
En cuanto a números, WoC reconoció que las exportaciones de vino a China han empezado a volver a valores prepandemia, con así 30% de FOB en 2022 y en el segmento de vinos de US$ 40, creciendo 14 veces en ocho años.
Los envíos tanto a China, Corea del Sur y Japón ya son el 29% de lo que exportan los productores de vino chilenos.
Además, gracias a la prohibición de exportar vino australiano a ese país el vino chileno se ha posicionado en un segundo lugar de las preferencias, solo detrás de Francia, con 3,68 millones de cajas de 9 litros en el primer semestre del año, una cifra 114% superior a igual fecha de 2021, por un valor de US$ 140.985.000.
También Japón es hoy un mercado fuerte, con Chile por encima de Francia con ventas de 2.145.000 cajas (de 9 litros) y un 11,42% de crecimiento en este primer semestre 2022, llegando a los US$ 175.516.000 en ventas, un aumento del 5,48% respecto de 2021.
Montes además destacó que buscarán el concepto de premiumización del vino, para que se reconozca su calidad y se pague de forma justa haciendo énfasis la sustentabilidad de su cadena productiva, algo que por ejemplo en Japón es muy sensible.
Y, en general, saldrán a buscar nuevos compradores.
“La pandemia nos bloqueó a todos, las cuarentenas prolongadas en China nos tuvieron estancados, pero estamos ya en proceso de traer a Chile periodistas, sommeliers y key opinion leaders de China […]. Son la mejor herramienta de marketing, porque vienen con bajas expectativas y quedan encantados con el país y en esto nos ayuda ProChile, además de las viñas”, reconoce el directivo.
EL CAMINO ASIÁTICO
Fernando Díaz, recién nombrado director para Asia de Wines of Chile, detalló a AmericaEconomía algunos de los planes para ese continente, que tiene la ventaja de un crecimiento potencial bastante alto.
“[China] es una economía muy grande y por lo mismo estamos muy concentrados en el Tier 1”, dice Díaz. Con ello se refiere a un extenso trabajo realizado en años recientes con ciudades de alto poder adquisitivo, como Shanghai, Beijing o Shenzhen. “Pero eso no es ni el 5% de la venta, en términos de población”, establece el ejecutivo, quien proviene del mundo cervecero, otra bebida alcohólica de gran aceptación en China.
La gran oportunidad para él está en expandir el canal y llegar a esas ciudades del interior de China, donde existe una apreciación por el vino, “pero al que no hemos podido llegar aún con el canal más tradicional: traders y ferias, y así alcanzar un espectro más amplio. Son muy buenas instancias para ayudarnos a crecer”, recalca.
La premisa es ‘The next China is China’ y la estrategia estará basada en la seducción de los traders, ya que en China como en Asia la relación comercial se gana con paciencia y un acercamiento casi familiar.
El otro punto que Díaz reconoce se debe trabajar es el de la ocasión en que se toma vino. “En China no está muy desarrollada una ocasión que se asocie al vino chileno, a diferencia de otros licores”, indicó, recordando el caso Pernod Ricard. “Idealmente podríamos hacer algo parecido”, dijo.
Durante el evento, Díaz recordó a los exportadores presentes que se deben mirar de cerca tres factores en China que pueden afectar la venta del producto: la incertidumbre por el tema geopolítico de Taiwán, la reelección de Xi Jinping en octubre próximo, y el impacto de los cierres, o lockdowns, que aún persisten en el país, ya que la nación tiene una política de cero tolerancia al COVID que ha afectado la venta y el consumo de este producto. La asociación gremial apuesta a que el impacto de estos cierres seguirá impactando a vino chileno por al menos un semestre más.
Otro mercado asiático que WoC explorará son las naciones que conforman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) formada por 11 países como Tailandia, Filipinas, Malasia, Vietnam, Indonesia, Singapur, con los cuales Chile tiene relaciones comerciales y donde existe un incipiente interés por productos agrícolas, como las carnes, pescados, mariscos, frutas frescas y, por supuesto, el vino.