El virus del Zika se expande rápidamente, atiza miedos y ha despertado muchas preguntas. Sin embargo, apenas hay respuestas. En París se celebra una conferencia internacional sobre el Zika.
DW. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2015 se registraron brotes de Zika en 42 países en los que antes no se tenía conocimiento del virus. es un dato más que han aportado los científicos de todo el mundo han acudido a la conferencia internacional sobre el Zika que se celebra durante dos días (25 y 26 de abril) en el renombrado Instituto Pasteur en París. La OMS, la Comisión Europea y la Fundación Bill and Melinda Gates son algunas de las organizaciones participantes.
La conferencia gira en torno a las enfermedades relacionadas con el virus del Zika y sus efectos sobre el desarrollo de los fetos.
El virólogo alemán Jan Felix Drexler asegura que, en el caso del Zika, el diagnóstico es muy complicado, puesto que muchas veces es difícil distinguir clínicamente las infecciones ocasionadas por otros virus. Aún no es posible hacer un diagnóstico a simple vista, sino que se precisa un test virológico en el laboratorio.
La infección puede ser identificada a través de genomas virales en la sangre, la orina, la saliva, el esperma o a través de anticuerpos específicos en la sangre del paciente. Drexler explica que en Alemania los test tardan pocos días, pero que en otros países, como Brasil, pueden tardar semanas o incluso meses.
Inmunidad natural
Todavía no existe una vacuna contra el Zika, y los habitantes de la mayoría de los países afectados no han desarrollado una inmunidad natural. “En la región africana y surasiática el virus del Zika siempre parece haber estado extendido”, dice la viróloga Susanne Modrow. “Los niños se infectaban y así se volvían inmunes. Y cuando las niñas se embarazaban a los 20 o 25 años, ya no corrían riesgo de contraer nuevamente el virus”, cuenta.
Aunque la visión general es que el Zika no representa ningún peligro para las personas sanas, se han reportado casos de daños neurológicos en adultos infectados. Tampoco afecta a las mujeres embarazadas en sí mismas. En cambio, sí amenaza al feto. Para el bebé en formación, es decisivo el momento de la infección. Solo si la mujer embarazada contrae el virus en los tres primeros meses de gestación, el feto puede sufrir microcefalia. Si una mujer se infecta antes de quedar embarazada, no existe ningún riesgo.
El primer tercio del embarazo es la fase en la que el desarrollo del cerebro y de los órganos está más marcado. Según la viróloga Modrow, el Zika puede causar otros daños aparte de la microcefalia, por ejemplo, daños en el oído y la vista, así como rigidez articular o malformaciones del esqueleto. “No obstante, esto no se podrá constatar hasta que los niños hayan nacido y crezcan”, dice.
Drexler añade que no solo el virus del Zika puede causar microcefalia. También el citomegalovirus (CMV) produce esta enfermedad. “Este virus juega un papel importante sobre todo aquí. Solo entre un 40 y un 50 % de las mujeres en Alemania posee anticuerpos. Las malformaciones a consecuencia de una infección con este virus son considerables. Probablemente este virus cause más daños que el Zika”.