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Elegante, clásico y sofisticado, James Bond también dicta la moda
Sábado, Noviembre 7, 2015 - 12:12

No sólo las chicas que buscan seducirlo o los autos en los que se transporta dictan pauta en las aventuras del agente. También la cuidadosa forma en que se viste.

Clásicos, elegantes y sofisticados, los trajes, relojes, zapatos y gafas de sol del personaje creado por el escritor inglés Ian Flemming lleva más de cincuenta años imponiendo una moda masculina casi inmortal.

Sus películas no sólo impactan por las chicas que buscan seducirlo, los modelos de autos y las persecuciones espectaculares, las agujas de la moda también se agitan para dar respuesta a los requerimientos de un modelo que puede cambiar de cara y de físico, pero no de estampa.

Hay que sólo hacer memoria: Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig han hecho gala de una elegancia suprema en la pantalla grande con una postura clásica, pero ajustada a los tiempos: impecable traje de chaqueta azul marino hecho a medida, el que siempre se acompaña de camisa blanca y corbata negra.

De vez en cuando se da la licencia no sólo para matar, sino que también para desprenderse de la chaqueta y lucir pantalón oscuro y camisa azul. Para las agitadas noches, Bond prefiere la elegancia del esmoquin negro, camisa blanca y corbata en humita de color oscuro.

Aquí se debe anotar algo ya clasico: el negro siempre le permite combinar, ya sea pantalones con jerseys de cuello alto de cachemira o texturas y gradualidades cromáticas. Ello porque los asesores de moda en el filme han subrayado que el negro convive con las posibilidades del pastel que van desde el rosa hasta el celeste, pasando por el malva o el amarillo, colores con los que suelen teñir camisetas y polos, prendas que 007 usa para vestir de sport en su tiempo libre.

Para esos días de asueto, que -hay que reconocer- no son pocos, el agente secreto de inteligencia británico apuesta por camisas informales de lino, zapatillas de deporte, pantalones chinos y vaqueros, chaquetas de lana y americanas de cuero que adorna con vistosos pañuelos de seda.

Finalmente, los zapatos no son dejados de lado: calzado de piel fabricado en las prestigiosas casas Churchs y John Lobb, para más señas. Y cuando subraya el halo de misterio, Bond recurre a las gafas oscuras que junto a gemelos, sombreros y relojes se convierten en sus complementos favoritos.

Otro ejemplo importante del agente es que el vestir va acompañado de una actitud acorde. Es decir, se la cree, como debe ser. Quiźas sea más por eso que su propuesta estética no pasa de moda.

Es el clásico seductor que proyecta ser un hombre interesante, que mantiene la sobriedad como parte de ese juego y que aun "a la antigua" se da maña para subrayar su vigencia a la vuelta de las décadas.

La clave, entonces, de que un atuendo básico y convencional como el de Bond pueda trascender su simpleza es que la vestimenta sea justa a las características físicas de quien la lleva. Porque aunque no se sea famoso ni se forme parte de una saga literaria o cinematográfica es posible caminar por ahí con la seguridad, el porte y la elegancia suficientes para causar una buena impresión.

Otro punto importante es que probablemente no se cuente con decenas de mudas y cambios de ropa, pero es importante hacerse de una cantidad que permita lograr la variedad.

La preocupación llega también a los complementos. Un reloj con personalidad no debe faltar. Como los hombres no utilizan joyas, los accesorios se limitan a la corbata, el reloj, unas gafas oscuras para despertar mayor curiosidad y aportar más estilo a tu look y un cinturón discreto elaborado en materiales de alta calidad.

Entre tantas variedades que existen hoy en día, es posible optar por opciones más modernos, si es que la imagen de un 007 no va con cada uno. Sin embargo, hay que saber lucir también un clásico.

James Bond se encarga cada cierto tiempo de refrescar la memoria trayendo a la actualidad la imagen de un hombre tradicional, elegante y -además- sofisticado. Hay que tomar nota.

Autores

Claudio Pereda Madrid