La oferta de acciones para la privatización de Eletrobras, cotizada la semana pasada, movió más de 33.000 millones de reales (US$ 6.870 millones), considerando el posible lote complementario de acciones destinado a la estabilización de precios.
Eletrobras entra en una nueva etapa tras la privatización, con un nuevo modelo de gobernanza, informó este martes el director general de la eléctrica, Rodrigo Limp.
En un evento en la Bolsa de Sao Paulo, Limp dijo que la capitalización se produjo como resultado de una amplia reestructuración de Eletrobras realizada a partir de 2016 y representó un proceso importante no solo para la empresa, sino también para el país.
Mencionó los recursos previstos en el proceso de privatización de Eletrobras que serán destinados a tarifas bajas, además de los compromisos asumidos en la revitalización de cuencas hidrográficas.
La oferta de acciones para la privatización de Eletrobras, cotizada la semana pasada, movió más de 33.000 millones de reales (US$ 6.870 millones), considerando el posible lote complementario de acciones destinado a la estabilización de precios.
El valor de la operación la ubicó como la segunda mayor oferta de acciones del año en el mundo en el año.
La privatización de la empresa de servicios públicos se consideraba crucial para el presidente Jair Bolsonaro, que hasta ahora ha cumplido con pocas de las ventas de activos estatales que prometió antes de asumir el cargo en 2019.
La participación del Estado en la empresa pasará del 72% al 45%.
Antes de la oferta, se esperaba que actores como el inversor estatal de Singapur GIC, el Consejo de Inversión del Plan de Pensiones de Canadá (CPPIB) y el gestor de activos brasileño 3G Radar estuvieran entre los mayores accionistas de Eletrobras.
A diferencia de otras grandes ventas de activos estatales, ningún inversor individual, extranjero o nacional, pudo hacerse con el control de la empresa a través del proceso, que fijó un límite máximo de derecho de voto del 10% para las participaciones individuales.