La ejecutiva proviene del interior de la compañía farmacéutica. Anteriormente se desempeñó a la cabeza de la división de cuidado de la salud de los consumidores.

Reuters. GlaxoSmithKline designó a Emma Walmsley, como su nueva presidenta ejecutiva, después de varios meses revisando tanto a candidatos internos como externos. Ella se desempeñaba como la cabeza de la división de cuidado de la salud de los consumidores.

Ella se convertirá en la primera mujer al frente de una compañía farmacéutica global superior y hará que el número de directores ejecutivos femeninos en el índice FTSE 100 de Gran Bretaña quede en siete.

Walmsley, de 47 años, se unió a la mayor farmacéutica de Gran Bretaña en 2010 tras dejar L'Oreal y ahora reemplazará a Andrew Witty, que había anunciado previamente su decisión de retirarse el 31 de marzo de 2017. Ella se unirá a la junta en enero.

La decisión decepcionará a los inversores como Neil Woodford, accionista top y un crítico de la estructura actual de la farmacéutica, que quería que un extraño fuera designado para dirigir a la compañía.

Sin embargo, Walmsley siempre había sido mencionada a nivel interno como un fuerte candidata, junto con el jefe de productos farmacéuticos, Abbas Hussain y el jefe de fabricación, Roger Connor.

Su nombramiento es probable que sea visto como una señal de que GSK conservará el negocio de consumo como parte central de sus operaciones, en lugar de dividir la empresa.

"La elección de Emma Walmsley sugiere una estrategia de evolución más que una revolución", comentó a Reuters Joe Walters, gerente de cartera de Royal London Asset Management, uno de los 30 mayores inversores de GSK.

"Un gran cambio en la estructura corporativa de la empresa es menos probable, pero cualquier tipo de preocupaciones acerca de una reducción en los pagos de dividendos atractivos de Glaxo debe retroceder".

El rendimiento del 5% de GSK es un gran atractivo para los inversores. Una libra más débil después de la votación de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea ayudó a las perspectivas del grupo en 2016 y también calmó los temores de un recorte de dividendos, pero no había habido especulación de que un CEO externo pudiera generar una gran ola de compras que limitaran los pagos.

El Presidente Philip Hampton, dijo en un comunicado que GSK tenía posiciones líderes en el mercado de los productos farmacéuticos, vacunas y cuidado de la salud de los consumidores que proporcionaron excelentes plataformas para el crecimiento sostenible a largo plazo.

Amplia cartera

En el timón desde el año 2008, Witty ha tenido problemas con la baja en las ventas y las ganancias, así como el daño que causó un escándalo de corrupción en China, sin embargo las ganancias ahora están mejorando.

Algunos inversores y analistas han cuestionado su enfoque en el negocio de la salud del consumidor que va desde las pastillas de dolor de cabeza hasta la pasta dental. Otros fabricantes de medicamentos han disfrutado de un mejor comportamiento de la acción en los últimos años por una ola de innovación en áreas de enfermedades como el cáncer.

GSK ha elegido quedarse fuera de una gran ola de adquisiciones en la industria de productos farmacéuticos que ha visto a rivales gastar miles de millones de dólares en medicamentos experimentales prometedores.

Un intercambio de activos de US$ 20.000 millones con Novartis, terminó el año pasado, que implicó el intercambio de medicamentos contra el cáncer para los productos y vacunas de la salud de los consumidores del grupo suizo, era una pieza central del tiempo de Witty en el cargo.

El acuerdo cristalizó la idea de la empresa de reducir la exposición a los productos farmacéuticos de precios especiales y el aumento de las ventas de un exceso de productos de venta libre, así como la venta de medicamentos a precios más bajos en los mercados emergentes.

Walmsley ha estado íntimamente involucrada en esa estrategia como responsable de la salud de los consumidores y, al igual que Hampton, ella ve la amplitud de la cartera de GSK como una fortaleza clave.

"Tenemos impulso en el grupo y como la demanda de innovación médica y productos para la salud de confianza sigue en aumento, tenemos la oportunidad y el potencial de crear beneficios significativos para los pacientes, consumidores y nuestros accionistas", señaló en el comunicado.

Como jefe de operaciones de cuidado de la salud de los consumidores de GSK, Walmsley es responsable de una empresa con 21.000 empleados y con ventas anuales por 6.000 millones de libras (US$ 7.800 millones), lo que equivale a alrededor de una cuarta parte de las ventas del grupo.