El propósito impulsa hacia la mejora y el cumplimiento, y, en última instancia, hacia un mejor futuro.
Herman Miller, compañía líder en tendencias de innovación y diseño, ha realizado importantes investigaciones donde se demuestra que fomentar un sentido de propósito en el trabajo retribuye grandes dividendos a las personas, así como a las organizaciones que los emplean.
Bajo esta premisa, debemos recalcar que la productividad en el lugar de trabajo en México está estancada. Según el Global McKinsey Institute, México necesita aumentar la productividad en el lugar de trabajo 4,8% para asegurar un crecimiento económico sostenible. El país tiene actualmente una tasa de productividad de -0,4%, lo que significa que estamos siendo menos productivos cuando trabajamos, por esta razón es ideal destacar la importancia de darle un giro al trabajo como lo conocemos actualmente, y brindarles a nuestros trabajadores una razón para entregarse y disfrutar sus labores, con el objetivo de generar resultados significativos.
El propósito nos impulsa —como individuos y como organizaciones — hacia la mejora y el cumplimiento, y, en última instancia, hacia un mejor futuro. Los seres humanos quieren y necesitan un trabajo significativo, y organizaciones necesitan empleados llenos de propósito para resolver problemas, innovar y crecer.
A nivel organizacional, el propósito desempeña un papel significativo en la longevidad y el éxito de una compañía. Como menciona el psicólogo Barry Schwartz, las organizaciones que colocan un alto valor en proporcionar y apoyar el propósito en el trabajo han demostrado ser más rentables que las que no lo hacen. Y cuando los empleados sienten una fuerte conexión con el propósito organizacional, están más comprometidos y tienen "muchas más probabilidades de quedarse ".
Una encuesta reciente de líderes empresariales en 39 industrias de Estados Unidos descubrió que mientras 79% de ellos creían que "el propósito es central para el éxito empresarial", el 34% indicó que el propósito de su organización se utiliza como "una guía para la toma de decisiones”, y sólo el 27% llevó a cabo conversaciones explícitas con los miembros del equipo de trabajo acerca de por qué su trabajo importa y cómo las acciones individuales se conectan con un propósito organizacional y el éxito.
El concepto de Living Office de Herman Miller se basa en una comprensión cada vez más profunda de lo que nos hace humanos y de cómo se puede aplicar el conocimiento para ayudar a las organizaciones a desarrollar y gestionar los lugares de trabajo que abordan necesidades de seguridad, autonomía, pertenencia, logro y estatus. Los lugares de trabajo que satisfacen estas necesidades, así como las necesidades del negocio, ayudan a las personas y a organizaciones a prosperar.
Ciertos objetos (o incluso imágenes de objetos) pueden provocar tipos muy específicos de comportamiento, y la experiencia con nuestros socios de investigación de Living Office sugiere que los lugares de trabajo en los que los objetos, imágenes, gráficos, colores, herramientas, y muebles están cuidadosamente seleccionados y mostrados a través del paisaje pueden provocar emociones para ayudar a los trabajadores a “sentirse parte de algo más grande que ellos mismos y realizar el trabajo de una manera más eficiente que de costumbre”.
Además, proporcionar un lugar para mostrar los objetivos del equipo, logros, y el trabajo en curso no sólo ayudará a conectar estos grupos de trabajo con el propósito más grande de la organización, sino que también servirá para informar a otros que pasan por el espacio de las formas específicas en que los equipos y los miembros del equipo contribuyen al éxito organizacional.
Quizás lo más importante es que el diseño del lugar de trabajo puede aprovecharse para empoderar la acción hacia el propósito compartido de una organización. Un paisaje diseñado para comunicar y conectar el propósito a individuos y grupos también puede encarnar las acciones que llevar a la vida. El lugar de una organización puede literalmente actuar como una etapa en la cual su propósito puede ser realizado; puede comunicarse, conectarse y, en última instancia, inspirar a las personas a actuar en su búsqueda.
Para generar un verdadero impacto, las empresas deben hacer cambios en la manera en que los líderes interactúan con sus equipos, los modelos de gerencia, y sobre todo los métodos para medir los resultados de los empleados. Los equipos de Recursos Humanos deben hacer prácticas para entrenar y capacitar a sus trabajadores, así como planes de crecimiento para que realmente éstos vean un futuro dentro de la organización. Los cambios deben ser drásticos y en todos los niveles, ya que el espacio físico es el reflejo final de dichas modificaciones que ayudarán como herramienta para enfatizarlos.
La suma total de estos esfuerzos deviene en la prosperidad. Cuando la gente entiende y aprovecha sus pasiones únicas como individuos y aplica esto a través del mayor contexto y propósito de una organización, ambos pueden satisfacer una gama holística de necesidades, desde la seguridad financiera hasta el éxito personal.