Los ganadores tendrán un año de mentoría en China.
La Universidad de Guayaquil participará el 18 de diciembre próximo en la competencia internacional del Dong Sheng Technology Cup, el equivalente a Silicon Valley, que se efectuará en China.
Con dos equipos, integrados por dos docentes y dos alumnos, la universidad, a través de su Unidad Incubadora de Negocios, participará por primera vez en el certamen que convoca más de 2.000 proyectos. Hubo una preselección de cien proyectos de emprendimiento, de los que se escogieron dos con temática de ingeniería: uno industrial y otro químico.
Tomando en cuenta el problema de extracción y destrucción de cerros en las canteras, Luis Pilacuan, docente de Ingeniería Industrial, junto con Freya Toapanta, estudiante de noveno semestre, idearon uno de los proyectos usando materia prima orgánica. Ellos con un equipo de unos diez docentes y alumnos llevan adelante la fabricación de cerámicas con carapacho de cangrejo.
Los caparazones que desechan en restaurantes los muelen hasta convertirlos en polvo, material orgánico que es tratado e ingresado en una estufa con un molde. Se coce durante treinta minutos a una temperatura entre 80 °C y 110 °C y luego está lista la nueva cerámica, cuenta Toapanta.
Se abastecieron con cangrejos de Naranjal, donde planean potenciar el proyecto con viviendas sustentables. Con unos 500 caparazones llegan a fabricar 16 baldosas, calculan.
“Esta baldosa tiene mayor dureza por el componente de la quitina, este componente se utiliza en plásticos sintéticos en Europa”, cita Pilacuan.
La industrialización de la leche de cabra, el queso y manjar es parte del segundo proyecto participante al que representan Bryan Guerrero, quien cursa el séptimo semestre de Ingeniería Química, y la docente Carmen Llerena. Ellos son parte de un programa de ganado caprino que se inició en el 2013 en la U. de Guayaquil. Desde ese año, con ayuda de otros egresados, se encargaron de estudiar las facultades de la leche de cabra.
A fin de volver más digerible esta leche que guarda un particular olor, ellos le añadieron más valores nutricionales con probióticos y prebióticos, ayudando a destruir el colesterol dañino, según Guerrero.
“Desde hace dos años se hicieron las distintas combinaciones de prebióticos y probióticos, encontramos que esta era la ideal”, señala Llerena.
En su mezcla se contienen prebióticos como betaglucano, inulina, y los probióticos acidophilus, bifidum y plantarum, además de las bacterias del yogur, mejoran su sabor. Algunos de estos componentes debieron ser importados.
Un año de mentoría en China tendrán los ganadores.