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Emprendimiento popular: De la inclusión a la prosperidad
Lunes, Diciembre 8, 2014 - 16:00

El Centro de Emprendedores del IESA y la Fundación Bangente realizaron en conjunto un foro sobre la medición del impacto social en el negocio microfinanciero, el cual abordó el caso Bangente y su contribución para el desarrollo del emprendimiento popular próspero.

La directora académica del IESA, Rosa Amelia González, inició el evento haciendo énfasis en la necesidad de desarrollar investigaciones orientadas a reflejar la importancia del financiamiento en la transformación de la perspectiva de negocio de los emprendedores. A su vez, reconoció que Bangente es pionero en este tema, incluso antes del decreto promulgado por el Ejecutivo, donde se forzaba a las instituciones financieras a pensar en las poblaciones menos favorecidas.

Según el portal de noticias de IESA, Juan Uslar, director ejecutivo de Bangente, indicó que el éxito de su organización estuvo estrechamente relacionado con el estudio exhaustivo de la motivación empresarial, la cultura y la dinámica económica de los llamados emprendedores informales. 

Por su parte, la exposición del caso Bangente estuvo a cargo de la investigadora y artífice del mismo, Virginia Soto, quien resaltó en su intervención que en la medida en que las personas obtienen créditos, van evolucionando y asumiendo una nueva mentalidad en lo que respecta al mundo de los negocios.

Soto también afirmó que los resultados de la investigación arrojan que "una situación límite generalmente hace que los emprendedores informales consigan oportunidades”, y que el entorno puede contribuir a que algunas personas incursiones en algún oficio más temprano que lo acostumbrado.

Aseguró que tras la investigación, se pudieron determinar las características que distinguen a un empresario próspero. A saber: se encuentra orgulloso de su trabajo, es multitasking, trabaja tiempo completo y es perseverante ante adversidad. Calificó de indispensable las alianzas entre la Fundación Bangente e instituciones como el IESA para continuar avanzando en el propósito sostenido de contribuir a cambiar la vida de los empresarios populares.

Ante el caso de la Fundación Bangente, el Coordinador del Centro de Emprendedores del IESA, Aramis Rodríguez, subraya que existen dos tipos de emprendimiento: el formal y el informal. A su juicio el primero corresponde con las normas que están escritas; mientras el segundo subyace de los valores y las creencias que no están estrictamente escritas. “Cuando una de estas dos instituciones se desfasa con respecto a la otra, nace una oportunidad de negocio”, agrega el especialista en mercadeo.

Rodríguez manifiesta que parte del éxito del caso Bangente radica en que centraron sus esfuerzos en tratar de entender a un sector marginado por las instituciones financieras. 

La profesora del Centro de Mercadeo del IESA, Sofía Esqueda, coincide con su colega en que Bangente obtuvo éxito en el mercado, gracias a la óptima lectura de las necesidades y de las dinámicas de los empresarios populares. Asimismo, puntualiza que entre las lecciones de los emprendedores populares se encuentran las siguientes: el diseño de nuevos formatos adaptados, la lectura de las necesidades de su público objetivo y las estrategias de mercadeo desempeñadas.

Por último y no menos importante, la coordinadora del Centro de Políticas Públicas y  Coordinadora de la Maestría de Gerencia Pública, Josefina Bruni-Celli, recalca que el hecho de que los emprendedores populares estén sometidos a entornos adversos puede convertirse en una ventaja competitiva con respecto a su contraparte, pues les permite conocer con amplitud el entorno y sostener una relación directa con su cliente.

Autores

AméricaEconomía.com