Por Valeria Palacios, directora de Programas de Aceleración Corporativa, Alianzas y Startups, InterSystems Chile.
Los desafíos de salud a nivel mundial son muy amplios, abarcan desde la prevención hasta cómo mantener las condiciones de salud de quienes presentan algún tipo de enfermedad. Estos retos tienen un orden social, técnico y económico, ya que toda innovación de base tecnológica genera un impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, en la gestión y también en la prevención. He ahí su importancia.
Uno de los mayores impactos que generan los emprendimientos para el rubro de la salud es democratizar su acceso, acercando las oportunidades a quienes no tienen la posibilidad de una atención oportuna, adecuada y de calidad, junto con mejorar la adherencia de los pacientes a los programas de salud, lo que en el fondo repercute en mejores índices de la población, evitando cuantiosos gastos en la materia. Y, por otro lado, mejora la gestión y procesos para disponer recursos y redistribuirlos de mejor manera.
¿Por qué, entonces, no fomentar más emprendimientos en este rubro? La incorporación de la tecnología en salud permite influir positivamente en el cumplimiento de los tratamientos por parte de los pacientes, también en la calidad y cantidad de la prestación de los servicios de salud hacia una población en particular, hace más eficientes los recursos y mejora los procesos, para que así los esfuerzos puedan destinarse a otros ámbitos. Junto a lo anterior, los emprendimientos tienen la capacidad de identificar irregularidades que no se ven en procesos análogos, para esto es fundamental apostar por la analítica avanzada y la inteligencia artificial para el sector salud.
Invertir en la salud de las personas más que ser un riesgo debería ser un deber, siempre siguiendo el marco regulatorio de la autoridad pertinente. Innovar en este sector permitiría equiparar la cancha con un match adecuado entre la oferta y la demanda, para lograr una mayor articulación entre los prestadores, las empresas de tecnología y los emprendedores de salud. La tecnología ya está disponible, sólo falta fomentar esta colaboración.