Tres ejecutivas pertenecientes al grupo pro emprendimiento G100, destacan la importancia que significa el organizarse y capacitarse para emprender.
Según la última edición del Reporte Mundial de Emprendimiento, “Global Entrepreneurship Monitor 2018” (GEM), publicado en enero de 2019, Chile se ubica en el tercer lugar entre los países con mayor actividad emprendedora en etapas iniciales -TEA, por sus siglas en inglés- un dato fundamental para entender por qué es tan dinámica la economía en el país.
Mujeres que son parte del grupo pro emprendimiento G100, destacan que el emprendimiento femenino va creciendo a pasos agigantados en Chile. Según cifras del GEM 2018, cerca del 25% de las mujeres económicamente activas en el país se declaran emprendedoras, cifras significativamente mayores en comparación a las del año 2010, donde el 18,45% decía ser dueña de su negocio o fuente de ingresos.
A pesar de estos avances, Soledad Lama, Gerente General de COMACO, indica que aún existen diversos desafíos para que esta realidad se consolide con mayor fuerza, añadiendo que “es fundamental articular a nivel de gobierno, una estrategia mancomunada que vaya en beneficio de este objetivo, ya que al articularse. Por ejemplo, se pueden formar mesas de trabajo público-privadas para conseguir un objetivo común, que es avanzar en diferentes frentes para incorporar más a la mujer en el mundo del emprendimiento, lo que traería beneficios para el país en todos los sentidos”.
Una de las trabas a la hora de comenzar a levantar un proyecto, es el conseguir financiamiento. Sin embargo, para algunas emprendedoras, la principal dificultad tiene que ver con algo que escapa del mundo del emprendimiento y tiene ver con los tiempos y su vida privada. En Chile muchas de ellas son madres solteras o dueñas de casa, lo que les dificulta embarcarse en esta travesía.
El 1, 2 y 3 para emprender
1. Capacitarse: Una emprendedora debe atreverse a saber cómo crear una empresa desde cero. Gabriela Salvador, Directora Comercial de Vantrust, señala que “se debe contar con herramientas que fácilmente se pueden adquirir en semanas de entrenamientos y capacitaciones. Para emprender no es necesario ir a la universidad, se puede salir adelante de forma autodidacta”.
2. Definir modelo de negocio: Es relevante saber cuál es el ADN de tu emprendimiento. Así lo asegura Salomé Castro, Gerente de Desarrollo de Negocios de Asia-Chile Traders: “muchas emprendedoras llevan actividades paralelas hasta que el emprendimiento comience a generar recursos suficientes, sin embargo, esto no funciona porque no puedes tienes en mente el emprendimiento y la energía que este requiere, sobre todo al principio, que es donde más demanda y foco necesita la pyme”, señala.
3. Buscar financiamiento: Contar con un plan y comenzar a buscar recursos en entidades públicas y privadas, donde algunas de ellas cuentan con programas de apoyo a mujeres emprendedoras, es una oportunidad para acceder a recursos que permitan darle inicio al negocio. “Para concretar las cosas, es importante buscar oportunidades y avanzar en la práctica. Si se busca, cada día que pasa es una ganancia en pos del proyecto, el cual irá creciendo con el paso del tiempo”, advierte Soledad Lama.
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