En la recién concluida temporada de exportación de cerezas chilenas 2020-2021, el país suramericano exportó al mundo 352.949 toneladas, alcanzando un crecimiento interanual del 54,4%, según cifras divulgadas por la Federación de Productores de Frutas de Chile.
"Una de cada 10 cerezas que se consumen en China proviene de mi finca; mi abuelo nunca hubiera imaginado que su huerto podría alcanzar tal escala", asegura a Xinhua el empresario chileno Hernán Garcés en el mayor mercado de frutas de Shanghai.
En la recién concluida temporada de exportación de cerezas chilenas 2020-2021, el país suramericano exportó al mundo 352.949 toneladas, alcanzando un crecimiento interanual del 54,4%, según cifras divulgadas por la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta).
Del monto total exportado, la participación del mercado chino fue del 91,4%, lo que representa la adquisición de 322.662 toneladas de cerezas y un alza del 55%.
IMPORTANTE MERCADO
Garcés es propietario de tercera generación de Garces Fruit, uno de los principales productores de cerezas chilenas, cuyo volumen de exportaciones ocupa alrededor del diez por ciento del total del país sudamericano a China.
Según Garcés, para el mercado de estación contraria en el hemisferio norte, las cerezas chilenas siempre han sido un "lujo" entre las frutas. Durante muchos años, el enfoque empresarial de su familia había estado en Norteamérica y Europa. Sin embargo, el empresario considera que el año 2008 marcó un "nuevo punto de partida".
Ese mismo año, las cerezas chilenas obtuvieron el permiso para ingresar oficialmente al mercado chino sin aranceles, bajo el marco del tratado de libre comercio (TLC) entre los dos países suscrito en 2005. Desde entonces, las importaciones chinas de dichas frutas han mantenido un crecimiento constante.
En 2011, China se convirtió en el mayor importador de cerezas del mundo y se ha mantenido en esa posición hasta el presente.
"Desde ahí comenzamos a invertir muy fuerte en las cerezas y nunca hemos parado de invertir en este negocio", recordó Garcés, quien se trasladó a China en 2017 para expandir aún más el mercado oriental.
"En la actualidad, las frutas de mejor calidad se ofrecen principalmente a China, que es nuestro mercado más importante ahora y en el futuro", asegura Garcés.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Las cerezas chilenas registraron una cosecha inédita en la temporada 2020-2021, por lo que los consumidores al otro lado del Pacífico han podido disfrutar del producto a un mejor precio.
"La libertad de las cerezas", una frase que muestra el deseo de los jóvenes chinos que pueden comprar las frutas a precios más bajos, se ha convertido incluso en una etiqueta en los medios sociales.
Los mejores precios de las cerezas han estado acompañados de una mayor oferta. En Chile, este sector está experimentando una "revolución industrial".
Según Garcés, impulsado por la fuerte demanda del mercado chino, Chile ha desarrollado la tecnología más avanzada del mundo para producir cerezas. Desde el cultivo de plántulas y la optimización de variedades, hasta el procesamiento y la logística de cadena de frío, se ha actualizado casi todo el proceso industrial.
"Vemos que hay menos gente involucrada y más tecnología en el procesamiento de cervezas; se miden el azúcar, el tamaño y el color con cámaras electrónicas; la selección y el embalaje se realizan automáticamente; incluso al final hay un robot que termina el empacado y luego se ponen en un contenedor y se despachan a China", refiere Garcés.
La logística también se ha desarrollado. Cada año, el primer lote de cerezas llega a China en vuelos fletados, lo que permite que la entrega del producto no supere las 72 horas desde su recolección. Los mayores lotes se transportan por ruta marítima especial, que tardan un máximo de 22 días.
Además, los huertos están desarrollando tecnologías que les permiten producir cerezas en áreas que nunca antes habían acogido esta producción.
"En la zona del Valle, por ejemplo, en el norte, estamos produciendo cerezas muy temprano, el 20 de octubre, cosa que antes nadie imaginaba. También en el sur, hemos ido aplicando techos para las coberturas de las lluvias", detalla el empresario.
"Chile hoy día está muy enfocado en seguir creciendo en este negocio. Todo el mundo en Chile está buscando donde producir cerezas para enviarlas al mercado chino. Hay gente que está buscando lugares especiales en la cordillera de los Andes. Hay gente que está buscando producir en el norte, casi en el desierto", agrega.
UN NEGOCIO DE BENEFICIO MUTUO
"El mercado chino es el que nos ha permitido desarrollar todo lo que hoy día tenemos en la industria de cerezas y debo agradecer tener un mercado como China", asegura Garcés.
En su opinión, el mercado del país asiático todavía tiene un enorme potencial y su empresa tiene por delante importantes oportunidades. "El consumo de cerezas en China está creciendo en las ciudades de segundo y tercer nivel, lo que significa un mercado cada vez más amplio".
"Tenemos un comité de cerezas y con este comité todas las empresas hacemos campañas de promoción. Este año hemos logrado promocionar nuestras cerezas en más de 60 ciudades chinas", añade.
Garcés destaca que la industria de cerezas es una de las más importantes para Chile, dado que cuenta con una cadena de valor muy grande y genera muchos empleos. "Más de 20.000 cultivadores y sus familias dependen de este negocio", revela.
Las cerezas también han generado más negocios para los importadores de frutas chinos. Wang Kun, distribuidor local de frutas importadas y principal socio de Garcés, asegura que las cerezas provenientes de Chile representan alrededor del 30 por ciento de las importaciones de la compañía y su volumen de negocios no ha parado de crecer desde el inicio de su cooperación con Garces Fruit.
A medida que China promueve aún más la apertura de alto nivel al mundo, Garcés y su socio chino promocionan activamente las ventas de más frutas chilenas como nectarinas, kiwis y ciruelas, con la esperanza de que tengan tanto éxito como las codiciadas cerezas.