El fantasma de la regulación con mano dura y la intervención gubernamental en la economía, son la mayor nebulosa que aparece en el horizonte de varios participantes en Davos.
Davos. Los líderes empresariales del mundoadvirtieron este miércoles a los gobiernos occidentales que medidaspopulistas contra la industria financiera podrían perjudicar la frágilrecuperación global de la peor recesión desde la década de 1930.
La respuesta a los planes del presidente estadounidense, BarackObama, de imponer tributos y poner límites a los grandes bancos, surgióen el día de apertura del Foro Económico Mundial, un encuentro anual decerca de 2.500 líderes empresariales y autoridades económicas en elcentro vacacional suizo de Davos.
Según sondeos realizados para la conferencia, la confianza económicaglobal ha crecido tras caer profundamente en 2009, y hay unacautelosa vuelta a la contratación de personal, especialmente en losmercados emergentes.
Pero el fantasma de la regulación con mano dura y la intervencióngubernamental en la economía era la mayor nebulosa que aparecía en elhorizonte de varios participantes.
La incertidumbre respecto a si China frenará su febril ritmo decrecimiento y las preocupaciones sobre cómo Grecia pondrá fin a sucrisis fiscal, también preocupaban a los empresarios.
Obama golpeó a los mercados el 21 de enero con sus propuestas deobligar a los bancos comerciales a cortar lazos con los fondos decobertura y de capital privado, a detener sus operaciones propias deintermediación, y a forzar al sector financiero a pagar por su enormerescate financiado con dinero de los contribuyentes.
"Sería desafortunado que las próximas reformas regulatorias esténbasadas en un mensaje populista", dijo Dennis Nally, presidente globalde contadores de PricewaterhouseCoopers (PwC) a Reuters.
El presidente del banco Barclays, Bob Diamond, rechazó el intento deObama de limitar el tamaño de los grandes bancos y restringir susoperaciones de tomas de riesgos.
"No he visto evidencia que sugiera que reducir a los bancos y hacera todos los bancos más pequeños o más limitados sea la respuesta",sostuvo en la jornada de apertura del foro.
"Si uno se distancia y dice que ser grande es malo, y avanzamoshacia reducir el tamaño de la banca, el impacto de eso sobre los bancosy el comercio global, la economía global, sería muy negativo", agregó.
"Sin riesgo, no tenemos una industria bancaria (...) Tener bancosque sean bien manejados y dispuestos a tomar riesgos, y especialmentedispuestos a tomar riesgos fuera de las fronteras, es esencial siqueremos tener empleo y crecimiento económico", puntualizó.
Se recupera la confianza. De acuerdo a un estudio de PwC, la confianza empresarial se recuperótras la peor caída en la actividad económica desde la Segunda GuerraMundial, lo que ha llevado a más líderes industriales a volver acontratar personal.
Según la encuesta a 1.200 presidentes ejecutivos de 52 países, 39% de ellos pretendía contratar personal extra en 2010,mientras que 25% planeaba despedir a más gente, una caídarespecto a casi la mitad de quienes querían recortar empleos hace unaño.
Pero la contratación será a una escala modesta y principalmente enlas economías emergentes en auge, como China e India, más que en elmundo industrializado, dijo el informe.
Los límites propuestos por Obama para los bancos de Wall Streetrecibieron un cauteloso apoyo de los gobiernos europeos, pero podríacomplicar los intentos por desarrollar un consenso global sobreregulación financiera en el grupo de los 20 países desarrollados yeconomías emergentes (G-20).
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, lebajó el perfil a las diferencias entre ambos lados del Atlántico, alafirmar al diario Wall Street Journal que las reformas propuestas enEstados Unidos eran "relevantes e interesantes" y que compartía elmismo objetivo con las medidas europeas.
"Ellos van en la misma dirección de nuestra posición, a poderasegurar que el sector bancario focalice su financiamiento en laeconomía real, que es su rol clave", comentó. Pero llamó a lacoordinación, de manera de evitar lagunas jurídicas en el sistemafinanciero internacional integrado.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que ha liderado lacampaña por la regulación y la política industrial del Estado y que hademandado una "moralización del capitalismo", iba a marcar la tónica dela agenda más tarde el miércoles.
En un escenario de escándalo público por los enormes bonos que sepagan los banqueros, cuyas instituciones se salvaron gracias a la ayudade los contribuyentes, asesores comentaron que Sarkozy insistiría enque no se puede volver a caer en los excesos de la especulación y ladesregulación financiera.
El economista estadounidense Nouriel Roubini, que advirtió de lainminencia de la crisis financiera del 2008, dijo que la relajadapolítica monetaria estadounidense ahora estaba avivando una burbuja enlos precios de los activos que podría explotar.
"Ha sido demasiado, demasiado rápido, demasiado pronto y la políticamonetaria estadounidense está siendo exportada al resto del mundo",sostuvo Roubini en una sesión del foro.
En contraste con muchos conferencistas empresarios, el economistadijo que no estaba preocupado de la sobreregulación, sino sobre elretorno a la normalidad de las empresas.