Iniciativas como estas entregan más oportunidades para incorporar mujeres en el mundo laboral y fomentar la corresponsabilidad parental.
El concepto tradicional de trabajo se ha ido transformando con los años y hoy no solo las compañías hablan de teletrabajo o home office, sino que también el gobierno se ha pronunciado al respecto, anunciando medidas que fomenten esta tendencia laboral que, se espera, incremente la participación en el mercado de jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, adultos mayores y gente que vive lejos de su empresa.
Actualmente, se ha vuelto fundamental lograr un equilibrio entre las metas personales y el trabajo. Por eso, son cada vez más la personas que buscan desarrollarse dentro y fuera del espacio laboral, siendo su principal herramienta los avances tecnológicos y la comunicación digital.
Sin duda, el teletrabajo trae una gran cantidad de beneficios, como mayor independencia, espacio para el deporte, más tiempo con la familia y, por lo tanto, mayor productividad y nivel de empleabilidad. Una de las ventajas de esta modalidad es también la corresponsabilidad parental. Entonces, antes de pensar en las ganancias para empresas y colaboradores, se debe pensar en las soluciones que traerá para la familia.
Al respecto, Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, explica que “la equidad de género es un desafío que algunas compañías ya han emprendido y que muy probablemente sea una tendencia que aumente en el futuro. De esta forma, han incorporado mujeres a sus equipos de trabajo. Tenemos que pensar que la familia tradicional, donde el hombre es el que trabaja y la mujer es la que cuida la casa y a los hijos, es un modelo que culturalmente quedó atrás hace mucho tiempo. Sin embargo, la rigidez de la normativa actual no ha estado a la altura de esta transformación”.
En este sentido, trabajar desde la casa se ha transformado en una solución necesaria y factible para que hombres y mujeres puedan desarrollarse profesionalmente y, al mismo tiempo, pasar tiempo con sus familias, recayendo la responsabilidad del hogar y la crianza en
ambos.
Por otro lado, el modelo no está exento de desventajas, como la dificultad para establecer relaciones con otros colaboradores y equipos de trabajo; la falta de comunicación directa con jefes, compañeros y subordinados, y la realización de labores dentro del hogar que interfieran en el espacio familiar.
Karina Pérez dice que “sin bien aún hay problemas con el home office, estos se deben a que la gente aún no se acostumbra a esta modalidad, pero la superación de esas barreras se podrá lograr si tanto las compañías como los colaboradores ponen de su esfuerzo. Lo más importante es pensar en cómo el Teletrabajo es un paso para la transformación de la familia chilena”.
De esta forma, se entrega mayor flexibilidad para que todos los trabajadores puedan optar por el desarrollo de sus carreras sin dejar de lado aspectos tan importantes como la cultura, el deporte y, por supuesto, la familia, fomentando la incorporación de la mujer a los equipos de trabajo.
Además, que las empresas demuestren interés por el bienestar de sus trabajadores suele genera un mejor desempeño laboral, promoviendo el compromiso con la compañía. Así lo demuestra el estudio “Work Happy” de Robert Half, aplicado a más de 23.000 trabajadores en ocho países, el que arrojó que los empleados que se sienten orgullosos de sus organizaciones son casi tres veces más felices laboralmente hablando, comparados con los que no lo están.