La medicina se apoya en tecnologías como la biopsia líquida o los chips para lograr la detección precoz de la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas.
Angela Bernardo, Think Big. Uno de los retos más importantes en la lucha contra el cáncer es mejorar el diagnóstico de la enfermedad. Por desgracia, como nos recuerdan expertos de Estados Unidos, este grupo de patologías puede no causar ningún síntoma en sus etapas iniciales, lo que dificulta la detección de un tumor maligno. La tecnología juega entonces un relevante papel para mejorar la medicina.
En los últimos años, la biopsia líquida ha crecido exponencialmente como una de las técnicas más prometedoras en la investigación y el diagnóstico del cáncer. Hace algo más de 150 años, la ciencia descubrió que existían células diseminadas por el torrente sanguíneo, que podían servirnos como “señuelos” para monitorizar la progresión de un tumor. De ahí que esta metodología actúe como una especie de “CSI” de la enfermedad oncológica, un enfoque por el que también han apostado figuras como Jeff Bezos o Bill Gates.
Eso es lo que propone la biopsia líquida: mediante un simple análisis de sangre y el análisis de ADN, los investigadores piensan que es posible detectar el cáncer antes de que este produzca síntomas. La técnica nos permitiría seguir las “migas de pan” que va dejando el tumor en nuestro sistema sanguíneo, en forma de células malignas imperceptibles de otra manera. Asimismo, los científicos apuntan que este método ayudará a detectar una recaída del cáncer una vez que el paciente hubiera superado la enfermedad, lo que mejorará su cuidado y atención médica.
España es uno de los países pioneros en aplicar la biopsia líquida en el estudio de los tumores malignos. Centros de investigación como la Fundación Jiménez Díaz de Madrid o el Instituto Vall d’Hebrón de Oncología han trabajado en el uso de esta tecnología para hacer frente al cáncer colorrectal, una de las enfermedades más frecuentes en nuestro país. Por otro lado, científicos de la Universidad de Utah lograron recientemente mejorar la sensibilidad de esta técnica. Según publicaron en la revista PLOS Genetics, es posible “enriquecer” las muestras de ADN procedente de las células cancerosas con el fin de aumentar la eficacia de la tecnología.
La biopsia líquida no es la única herramienta que puede ayudarnos en la lucha contra el cáncer. En las últimas horas, investigadores de IBM han presentado un chip que puede supone un importante paso en la detección de los tumores malignos antes de que se presenten los primeros síntomas en los pacientes. Un trabajo publicado en Nature Nanotechnology muestra que es posible clasificar partículas por debajo de los 20 nm, lo que puede servir para enriquecer las muestras que luego serán analizadas en el diagnóstico médico.
Esta segunda tecnología permite que una muestra líquida pase por un chip de silicio de forma continua y así se puedan separar las partículas o células de interés. La resolución alcanzada permitiría enriquecer las muestras de estudio en partículas víricas, ADN o exosomas, unas estructuras fundamentales para el funcionamiento de nuestras células. Hasta ahora la resolución lograda por técnicas como ésta era cincuenta veces mayor, según recogen los científicos de IBM en su trabajo. En la era de la medicina de previsión, resulta clave desarrollar nuevas herramientas para mejorar el diagnóstico del cáncer e identificar biomarcadores que nos ayuden a detectar lo antes posible esta enfermedad.