La ciudad canadiense será sede de un encuentro para evaluar una condonación de la deuda y una estrategia para reconstruir al país centroamericano, tras el terremoto del pasado 12 de enero.
Montreal. El primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, y otras importantes figuras comenzarán a planificar este lunes la manera de pasar de la ayuda humanitaria inmediata tras el letal terremoto en su país a una reconstrucción de largo plazo.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, el canciller francés, Bernard Kouchner, y otros examinarán una eventual condonación de la deuda y una estrategia para reconstruir al país de un terremoto que habría dejado hasta 200.000 personas muertas.
"Todos estamos viendo esta terrible situación en su país, y la tarea que ustedes tienen por delante es inimaginable", dijo Harper a Bellerive en Ottawa en la tarde del domingo antes de la conferencia de un día sobre Haití en Montreal.
"Así que ustedes no están solos. Nosotros estaremos trabajando juntos en la conferencia mañana (este lunes) y en las semanas, meses y años futuros para reconstruir su país", agregó.
Bellerive está bajo presión en su propio país para acelerar la entrega inmediata de ayuda a su pueblo y reconoció la frustración de la gente, muchos han perdido sus casas, familias y todas sus posesiones.
"Estoy extremadamente impresionado como primer ministro por la resistencia de la gente. Uno escucha mucho sobre violencia, pero no es verdad en Haití", dijo a Harper.
"La gente está esperando con mucha frustración, claramente, pero con mucha paciencia", agregó.
Caminos. El canciller canadiense, Lawrence Cannon, dijo antes de la conferencia que una de las opciones que eventualmente se considerarán es perdonar la deuda de Haití, estimada por grupos de ayuda en poco más de US$1.000 millones.
"Creo que eso es ciertamente algo que será considerado entre las diferentes opciones que están disponibles", afirmó.
Agregó, sin embargo, que podría ser "un poco prematuro" que sea determinado en esta conferencia, que sostuvo estaría más concentrada en establecer una hoja de ruta sobre cómo proceder en el país.
Antes del terremoto, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y varias naciones prestamistas ya habían perdonado gran parte de la deuda de Haití.
El Club de París, que reúne a grandes prestamistas como Estados Unidos, Canadá, Francia y el Reino Unido, dijo la semana pasada que aceleraría el proceso para entregar ayuda, y pidió a Taiwán y Venezuela, dos grandes prestamistas fuera de la agrupación, que se unieran.
El vecino de Haití, la República Dominicana, propuso a los donantes internacionales la creación de un programa de asistencia de US$10.000 millones por cinco años para Haití.
Funcionarios canadienses dijeron que la conferencia no presentaría un compromiso de ayuda total, sino una idea más clara de cuáles son las necesidades. También busca decidir la fecha y el recinto de una conferencia para comprometer fondos.
Además de esperar un avance concreto para saber qué se debe hacer por Haití, algunos líderes buscarían mostrarse más activos, para evitar las críticas de lentitud que caracterizaron la respuesta al tsunami en el Océano Indico hace cinco años y al Huracán Katrina, hace cuatro.