Instalación quiere crear conciencia sobre los efectos del cambio climático.
Al entrar en el Palacio de Festivales de Pingyao, ciudad de la provincia norteña china de Shanxi, es difícil pasar por alto las 2.000 hojas de papel suspendidas en el aire y el también numeroso grupo de espectadores que las contemplan.
Parte de la exhibición del primer Proyecto de Escultura de Pingyao, la obra se llama "Intemperie", y se refiere a los efectos del cambio climático y de las inundaciones en la vida cotidiana de las personas, explica su autora, la artista uruguaya Raquel Lejtreger.
Organizado conjuntamente por la Asociación China de Artistas de Escultura Urbana, el municipio de Pingyao y la Fundación de Arte Mobius, el Proyecto de Escultura de Pingyao se extenderá hasta el 20 de agosto, y pondrá a consideración del público asistente alrededor de 100 esculturas de artistas de más de 10 países.
Lejtreger, quien en el pasado se desempeñó como viceministra del Medio Ambiente, lleva más de 10 años trabajando en temas relacionados con el cambio climático y el desarrollo humano.
Para llamar más la atención sobre los afectados por las calamidades naturales, la artista imprimió en las hojas fotos tomadas durante su trabajo de campo, testimonios de víctimas y fragmentos de textos relacionados con la conservación del agua.
"El arte es un lenguaje universal que permite poner la voz de los excluidos en todos lados", asegura.
Durante la instalación de la obra, la uruguaya trabajó con un grupo de ocho estudiantes de arte de universidades locales. "Fueron un plus muy importante, no sólo por la ayuda que me brindaron, sino también por su alegría y por las cosas que compartimos", comenta.
Luo Meiling, una de las asistentes chinas de Lejtreger, dice sobre la experiencia: "Me mostró cómo una artista puede comunicarse con sus espectadores mediante la obra, y cómo el arte puede dirigir a la sociedad en una mejor dirección".
Por su parte, Wu Weishan, presentador académico del evento y curador del Museo Nacional de Arte de China, sostiene: "Mediante este festival, queremos construir un puente de amistad internacional, de arte y de comunicación entre diferentes pueblos".
La obra fue exhibida el año pasado en la sede de la ONU en Viena. Esta es la primera vez que llega a China, al igual que su autora.
Sorprendida por las esculturas antiguas chinas, la también arquitecta describe a Pingyao como "impactante". "A veces es tan turística que llega a perder su esencia, pero Pingyao tiene su esencia totalmente virgen", manifiesta Lejtreger.
La ciudad vieja de Pingyao, con más de 2.800 años de historia, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Hoy en día es un centro cultural que acoge varios festivales internacionales, entre ellos el de cine y el de fotografía.
"Yo nací en Roma, que tiene más o menos la misma edad que Pingyao. Una historia brillante significa una responsabilidad importante", dice Lorenzo Benedetti, curador internacional del proyecto.
"Tenemos que seguir creando obras tan hermosas como las que hemos visto aquí en esta ciudad antigua, y así construir un vínculo entre el pasado y el futuro", afirma el experto.
Este año se celebra el 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Uruguay. Durante la visita oficial que hizo a Montevideo en enero pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, subrayó la importancia de profundizar en la cooperación en cultura.