Un grupo de investigadores encontraron que el medicamento extiende la esperanza de vida y la supervivencia en estudios recientes.
Investigadores del Instituto Salk, el Instituto de Investigación Scripps y el Colegio Médico Weill Cornell, todos ellos en Estados Unidos, han trabajado juntos con una tecnología novedosa para investigar por qué la metformina, un medicamento para la diabetes tipo 2 comúnmente recetado, funciona tan bien.
Los hallazgos, que identificaron un sorprendente número de interruptores bioquímicos para varios procesos celulares, también podrían explicar por qué se ha demostrado que la metformina extiende la esperanza de vida y la supervivencia en estudios recientes, según publican en la revista 'Cell Reports'.
"Estos resultados nos brindan nuevas vías para explorar con el fin de comprender cómo funciona la metformina como medicamento contra la diabetes, junto con sus efectos que alargan la salud --explica el profesor Reuben Shaw, coautor corresponsal del artículo y director del Centro de Cáncer de Salk, designado por el NCI--. Estas son vías que ni nosotros ni nadie más habríamos imaginado".
Anteriormente, la única vía bioquímica que se sabía que era activada por la metformina era la vía AMPK, que Shaw descubrió que detiene el crecimiento celular y cambia el metabolismo cuando los nutrientes son escasos, como puede ocurrir en el cáncer. Pero los científicos creían que podrían estar involucradas otras vías.
Los científicos desarrollaron una nueva plataforma de detección para examinar las quinasas, las proteínas que transfieren grupos fosfato, que son interruptores críticos de encendido/apagado en las células y que la metformina puede activar rápidamente.
Usando esta tecnología, los investigadores pudieron decodificar cientos de eventos reguladores de "cambio de interruptor" que podrían afectar el envejecimiento saludable.
"Ser asesorado por John Yates, uno de los principales investigadores de espectrometría de masas del mundo, y Reuben Shaw, un experto en el campo del metabolismo, me permitieron desarrollar y aplicar una tecnología novedosa a una cuestión biológica crítica: qué vías están reguladas por metformina en el hígado", admite Ben Stein, primer autor y asociado postdoctoral en Weill Cornell Medical College.
Los resultados revelaron que la metformina activa quinasas y vías inesperadas, muchas de ellas independientes de AMPK. Dos de las quinasas activadas se denominan proteína quinasa D y MAPKAPK2, que son poco conocidas pero se sabe que tienen alguna relación con el estrés celular, lo que podría conectarlas con los efectos de la salud y la prolongación de la vida observados en otros estudios.
De hecho, la metformina se está probando actualmente en múltiples ensayos clínicos a gran escala como un medicamento que prolonga la vida y la vida, pero el mecanismo de cómo la metformina podría afectar la salud y el envejecimiento no ha sido claro.
El estudio actual indica que la proteína quinasa D y MAPKAPK2 pueden ser dos actores en la provisión de estos efectos terapéuticos, e identifica nuevos objetivos y procesos celulares regulados por AMPK que también pueden ser críticos para los efectos beneficiosos de la metformina.
"Nunca imaginamos que estas dos quinasas tendrían algo que ver con la metformina --reconoce Shaw--. Los resultados amplían nuestra comprensión de cómo la metformina induce un estrés leve que activa los sensores para restablecer el equilibrio metabólico, explicando algunos de los beneficios reportados anteriormente, como el envejecimiento saludable prolongado en organismos modelo que toman metformina".
"Las grandes preguntas ahora son qué objetivos de metformina pueden beneficiar la salud de todas las personas, no solo los diabéticos tipo 2", continúa.
Ahora, los investigadores planean examinar las nuevas vías de señalización que descubrieron con más detalle para comprender mejor los efectos beneficiosos de la metformina.