El promedio regional de satisfacción con la democracia es de 24%, el resultado más bajo para este indicador desde 1995, año en que Latinobarómetro inició este ejercicio.
Para el Informe 2018 de Latinobarómetro, los resultados de las recientes elecciones presidenciales realizadas en México y Brasil se entienden como resultado de la percepción entre la población de que los gobiernos elegidos democráticamente terminan por beneficiar sólo a unos cuantos grupos, en detrimento de la mayoría. 90% de los encuestados en Brasil consideraron que se gobierna “para unos cuantos grupos poderosos en su propio beneficio”, y el porcentaje fue de 88% en México, los dos más altos en América Latina.
A la pregunta de si se considera que se “gobierna para todo el pueblo”, sólo 7% de los encuestados en Brasil y 9% de los encuestados en México respondieron afirmativamente a la pregunta. Para los analistas de Latinobarómetro, este indicador explica la elección presidencial Jair Bolsonaro en Brasil y de Andrés Manuel López Obrador en México; ambos personajes habrían logrado la victoria en los procesos electorales que enfrentaron gracias a que se situaron en la percepción de la población como ajenos a los grupos de poder gobernantes, fuera del “establishment”.
El informe realiza así un diagnostico poco alentador del estado de la democracia entre los pobladores de América Latina. El promedio regional de satisfacción con lademocracia es de 24%, el resultado más bajo para este indicador desde 1995, año en que Latinobarómetro inició este ejercicio. Todos los países considerados en el estudio se ubicaron por debajo de 50% en satisfacción con la democracia. Uruguay, con el resultado más positivo, tiene 47% de aprobación con esta forma de gobierno; mientras Brasil —país con el resultado más bajo— apenas alcanzó 9%. Sólo 16% de los mexicanos se dijeron satisfechos con la democracia.
A través de los distintos indicadores examinados, el Latinobarómetro ofrece un perfil promedio de quienes más probablemente se situarán contra la democracia o desencantados con ella: joven, pobre, con bajo nivel de educación y mujer, es decir, los grupos afectados por las desigualdades.
Por el contrario, el perfil medio de un demócrata es de clase media con mayor educación, de edad madura y hombre. Posee bienes, usa redes sociales, aprueba a su gobierno, es dueño de un negocio o ejecutivo medio, vota y se ubica en la escala ideológica en la izquierda o la derecha política.
La Corporación Latinobarómetro es una organización no gubernamental con sede en Santiago de Chile. El primer informe lo publicó en 1995, resultado la aplicación de encuestas en 8 países: Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. A partir de 1996, el estudio se hace en 17 países, incorporándose en 2004 República Dominicana.
Economía. “En seis países de América Latina, independiente de lo que digan los indicadores económicos, más de la mitad de la población dice que hay mala situación económica”, dice el análisis de Latinobarómetro de los resultados obtenidos en los indicadores sobre economía obtenidos por su estudio. En la región, sólo 12% de la poblaciónpiensa que la situación económica de su país es buena. Chile, el que más alto puntúa en la métrica, alcanza apenas 26%. Brasil (6%) y Venezuela (1%) están en la parte más baja. En México, sólo 9% de los encuestados declararon que la economía del país es buena.
Latinobarómetro establece una relación entre éstos resultados y los de la condición de la democracia en la región. A partir de 2010, año en que el estudio indica que varios gobierno de la región comenzaron a adoptar medidas procíclicas en sus políticas económicas, el apoyo a la democracia ha declinado sistemáticamente hasta 2018. Estas medidas tuvieron el efecto de aumentar las desigualdades entre la población, y la concentración de la riqueza en unos pocos, lo que ha tenido el efecto de disminuir el apoyo a la democracia por parte de la mayoría de la población.
Lo que más preocupa a la población. Los problemas más acuciantes para los latinoamericanos son el incremento de la delincuencia (19%), el desempleo (15%) y la economía (13%). En México, los encuestados dijeron que los problemas más graves en el país son la delincuencia (28%), la corrupción (14%) y la situación política (13%). Sobre la corrupción, los analistas del Latinobarómetro ven con preocupación que la corrupción no sea un problema importante entre los latinoamericanos, toda vez que América Latina es la región más afectada por este flagelo.
Corrupción e impunidad. Para el análisis de Latinobarómetro, existe una contradicción entres los resultados de dos de sus preguntas en torno a la corrupción. A la cuestión de si se está de acuerdo con la aseveración de que “Cuando se sabe de algo corrupto es mejor quedarse callado”, los promedios regionales de respuesta afirmativa y negativa son los mismos: 48 por ciento. Pero en la revisión por país, Honduras (71%), El Salvador (69%),Nicaragua (63%), Venezuela (55%), República Dominicana (53%), México (52%) y Colombia (50%) están por arriba de 50% entre quienes respondieron estar de acuerdo con la afirmación planteada.
Estos resultados entran en contradicción, según Latinobarómetro, cuando se enfrentan a la respuesta obtenida ante el planteamiento “Si no denuncio un acto de corrupción del que tengo conocimiento me transformo en cómplice”. El promedio regional se inclina claramente a la respuesta afirmativa, con 74%. Brasil es la nación con el mayor porcentaje de respuesta afirmativa ante esta pregunta, con 82%. En México, el porcentaje alcanza 79%.
El análisis que acompaña a estos datos parte del supuesto de que el callar ante los actos de corrupción es una aceptación tácita de los mismos. Con esta idea, es clara la oposición con la respuesta en la que se acepta que la no denuncia por parte del que atestigua el acto criminal le hace cómplice. No obstante, estos resultados pueden reinterpretarse a la luz de la impunidad imperante en la región. Los resultados del estudio Índice Global de Impunidad 2017, realizado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), expone que en América Latina los índices de impunidad están entre los más altos a nivel global —con México a la cabeza en la región—; ésto es, que aunque se presente una denuncia, el culpable no será procesado. No se callaría ante el delito, entonces, por estar de acuerdo con él, sino por la certeza de que las autoridades permitirán que el delincuente quede impune.
América Latina es una de las regiones con los índices más altos de felicidad declarados por sus pobladores. En el 2018, la región perdió apenas un punto porcentual con respecto a la métrica del año pasado, cuando puntuó en promedio 74% de respuesta afirmativa ante la pregunta “¿Diría usted que está satisfecho con su vida?”.
Costa Rica es la nación latinoamericana con el mayor índice de felicidad, con 86%. En este rubro, México ocupa la séptima posición con 80% de satisfacción de sus pobladores ante su vida. En la parte inferior de la medición están Chile y Bolivia, con 64% y 59% en lo que a felicidad respecta.
Ingresos. Sobre si a los latinoamericanos les son suficientes o no sus ingresos para cubrir sus necesidades, el estudio encontró que los países con los resultados más positivos ante esta cuestión son aquellos en los que los grados de conflictos, violencia y corrupción son bajos, como Uruguay, Ecuador y Costa Rica, con porcentajes que van del 65% al 61%. Países como Honduras —nación origen del grueso de quienes conforman el éxodo de migrantes que cruza actualmente por México rumbo a Estados Unidos—, por el contrario, están en la parte baja de la medición. Homduras, antepenúltimo de la región, tiene niveles de 39% de la población a la que su ingreso le es suficiente, mientras República Dominicana y Venezuela puntuaron 38% y 12%, respectivamente. En México, 57% respondió que el ingreso que percibe cubre sus necesidades básicas, contra 40% que respondió que le era insuficiente.
Clases sociales. La batería de preguntas del estudio de Latinobarómetro incluyó una en la que pedía a los encuestados ubicarse a sí mismos en uno de los estratos sociales. Los resultados obtenidos indican, según el estudio, que las personas respondieron a esta pregunta no nivel de ingresos sino por grado de poder social. Así, 5% de los mexicanos se ubicaron en la clase alta, 40% en la clase media y 51% en la clase baja.
Para el Latinobarómetro, estos resultados son indicadores del estado de la democracia en los países, debido a que son las clases medias las que se pronuncian más a favor de esta forma de gobierno, de forma que a mayor porcentaje de población que se sitúe en la clase media, mayores grados de apoyo tendrá la democracia. Desde el 2013, México ha perdido 9 puntos porcentuales en la métrica del Latinobarómetro entre la población que se considera clase media, resultado que guarda relación con la tendencia registrada en el mismo periodo en el apoyo a la democracia en el país, que ha perdido 10 puntos en los últimos cinco años.