El conglomerado debe US$ 305.000 millones, se quedó sin efectivo y los inversionistas están preocupados de que un colapso pueda plantear riesgos sistémicos para el sistema financiero de China y repercutir en todo el mundo.
Cuando el creador de la firma inmobiliaria china Evergrande, Xu Jiayin, soñó con que su marca fuera famosa en todo el mundo, probablemente no pensó que sería por su negligencia y su potencial capacidad de desestabilizar el mercado global.
Pero, como una bola de nieve, el caso de su enorme pasivo acumulado -que venía haciendo titulares en la sección económica desde este año- ya ha estallado a todo nivel y se ha transformado para Beijing en un asunto políticamente crítico.
El lunes, Reuters informó que el gobierno de Shenzhen está investigando una unidad de Evergrande dijo el mismo regulador financiero de la ciudad a los inversionistas, en la primera señal de una investigación oficial sobre la crisis de administración de patrimonio en el gigante inmobiliario.
A medida que su crisis de liquidez se profundiza, el fondo de administración de patrimonio (wealth managment) de la compañía, a principios de este mes, no realizó un pago de los productos de gestión de patrimonio (WMP), lo que provocó protestas de miles de inversionistas chinos que temen que nunca podrán recuperar su dinero.
Tambén el lunes, la agencia Moody's emitió un comunicado en el que aventura que, dada la importancia del mercado inmobiliario para la economía de China, "el fracaso de Evergrande como uno de los principales promotores inmobiliarios del país tendría implicaciones crediticias negativas de amplio alcance. Dañaría las condiciones de financiación para el mercado inmobiliario, que sigue siendo un importante motor del crecimiento económico, para ciertos bancos y para las empresas chinas en general".
Asi que, para calmar a los inversionistas y los mercados, la firma salió a explicar los escenarios probables respecto de Evergrande, cuya calificación actualmente es Ca negativa:
"Es poco probable el rescate directo del gobierno mediante inyección de efectivo, al igual que la adquisición sustancial de participaciones en el capital de empresas estatales sin descuentos importantes", recalca Moody's Investors Service.
Las dificultades crediticias de Evergrande tendrán un impacto directo limitado sobre el soberano, pero la desaceleración prolongada en el sector inmobiliario perjudicaría los ingresos de RLG. Es probable que los problemas de Evergrande reduzcan el crecimiento económico, dada la gran contribución del sector inmobiliario al PIB, y la posibilidad de que el sector inmobiliario no se recupere con tanta fuerza como en ciclos anteriores.
"Nuestra perspectiva sobre el sector inmobiliario de China es negativa, dadas las estrictas condiciones de financiación y una probable desaceleración de las ventas nacionales en los próximos 6-12 meses", destacan.
"La importancia económica del sector inmobiliario de China es mucho mayor que el impacto que pueda tener la crisis de Evergrande en la industria". Así lo señala el director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, Esteban Polidura, en un comunicado del banco suizo emitido el lunes.
“Cualquier incumplimiento desordenado afectará negativamente al sector, así como a la economía de China en el cuarto trimestre, los cuales ya estaban experimentando una desaceleración en agosto”, dice el experto.
Julius Baer confía en que los políticos chinos probablemente intervendrán a tiempo para evitar daños sustanciales y evitar que la situación de Evergrande se convierta en un riesgo sistémico.
Un colapso caótico es igualmente improbable, dado el deseo de China de estabilidad social y el desdén por los riesgos morales, especialmente porque Evergrande es una empresa privada. Por ahora, el mercado considera en general una posible reestructuración de la deuda (quizás dirigida por el gobierno) como un escenario base, y el riesgo sistémico debe mantenerse al mínimo.
“Nuestros analistas esperan que el gobierno sea tolerante con los compradores de viviendas para preservar la paz social. El banco central respondió con inyecciones netas de CNY190 mil millones durante el fin de semana, debido a la mayor tensión del mercado de Evergrande y datos económicos peores de lo esperado en agosto”, concluye Esteban Polidura.
¿ES O NO ES COMO LEHMAN BROTHERS?
AméricaEconomía buscó algunas respuestas sobre la crisis de Evergrande.
Es que el conglomerado debe US$ 305.000 millones, se quedó sin efectivo y los inversionistas están preocupados de que un colapso pueda plantear riesgos sistémicos para el sistema financiero de China y repercutir en todo el mundo.
“Los efectos globales se hacen sentir en los bonos internacionales de Evergrande, que ya cotizan a US$ 30 centavos o menos”, explica Yves Bonzon, chief investment officer del banco suizo Julius Baer en un análisis para inversionistas.
La apuesta de JBaer es que, a corto plazo, las noticias que se reciban de Evergrande mantendrán la volatilidad en el mercado financiero. “El mercado inmobiliario asiático es demasiado atractivo para ser ignorado a largo plazo”, dice Bonzon.
El tema es que, “desde 2008, con la caída de Lehman Brothers, que generó una crisis mundial más allá de Estados Unidos, se tiene el temor a que otras quiebras similares puedan volver a generar una crisis sistémica financiera, es decir, de repercusiones mundiales”, dice Romera.
Para él, el caso de Evergrande, aunque no tiene prácticamente negocios fuera de China, “el tamaño de su deuda puede producir un efecto contagio financiero de trascendencia mundial”.
Julius Baer, en cambio, recuerda que episodios más recientes, como la crisis de la deuda europea en 2012, la del gas de esquisto en Estados Unidos en 2015 y la crisis económica de Argentina en 2019, no llegaron a tener la magnitud del caso Lehman.
“Ninguno de estos eventos, por muy graves que fueran para los inversionistas y las empresas implicadas, se convirtió en una crisis mundial, y esperamos que suceda lo mismo con el Grupo Evergrande chino”, asegura en su análisis Yves Bonzon.
Esto, porque pese al tamaño de Evergrande, únicamente representa el 0,24% de la exposición total de los préstamos de la banca china, “por lo que en este caso no apreciamos ningún riesgo sistémico”, concluye la firma.
Romera lo ve distinto. “La buena noticia es que del total de la deuda de Evergrande, solo el 7% está en manos de financiadores extranjeros y el 93% está en manos de financiadores chinos, por tanto, a priori quien tiene el mayor riesgo es el sistema financiero chino y no el mundial. Pero viendo las caídas en bolsa de los bancos europeos, y en general mundiales, puede ser que el mercado esté descontando un riesgo sistémico”, precisa.
Lea el texto completo acá: ¿Cómo poner paños fríos a la crisis de Evergrande?