Según una investigación de la Universidad de Michigan, los empleados son más propensos a ayudar a los demás y ser voluntario para tareas fuera de sus obligaciones con un jefe positivo.

No es ningún secreto que las vibraciones positivas de las personas con las que trabajas hacen más agradable la tarea.

Pero un nuevo estudio de la Universidad de Michigan muestra que la energía positiva de un líder tiene no sólo un impacto directo en la productividad, absentismo y participación de los trabajadores, sino que, además, quienes trabajan con líderes de energía positiva también realizan más trabajo fuera de sus funciones oficiales, y tienen vidas de familia más satisfactorias. 

Kim Cameron y Wayne Baker, de la escuela de negocios Ross Business School de la Universidad de Michigan y sus colegas Brad Owens de la Universidad Brigham Young y Dana Sumpter de California State University Long Beach midieron la energía relacional –la energía que se obtiene cuando se interactúa con personas que te hacen sentir bien cuando pasas tiempo con ellas. A través de encuestas y estudios de campo, documentaron la forma en que funciona esta energía y el efecto que tiene sobre las organizaciones.

Encontraron que mientras más energía relacional el líder exude, los empleados de su equipo tienen mejores resultados en términos de productividad, menor absentismo, participación y permanencia en el empleo. Los empleados también son más propensos a ayudar a los demás y ser voluntario para tareas fuera de sus obligaciones. 

“Los gerentes pasan tanto tiempo gestionando información e influencias, pero la energía relacional supera a ambas cuatro veces en cuando a ser un determinador del resultado”, dijo Cameron, profesor gestión y organizaciones.

En un estudio relacionado, Cameron, Baker y sus co-autores encontraron que las personas que experimentan energía relacional en el trabajo tienen una mejor vida en casa. 

“Hay un desbordamiento de energía relacional del trabajo a la casa,” dijo Baker, profesor de gestión y organizaciones y profesor de sociología en la U-M. “Cuando interactuamos con la gente, algunos nos elevan y otros nos derriban. Cuando te elevan, terminas trayendo eso a la casa”. 

La energía relacional no se debe confundir con carisma o personalidad, dicen Cameron y Baker, añadiendo que no es necesario ser una persona extrovertida. Es simplemente el modo como se siente la gente después de interactuar contigo. 

La investigación descubre una manera gratis de cómo los líderes pueden mejorar los resultados y lealtad de su equipo, y crear un ambiente de trabajo positivo. La clave es encontrar los centros de energía en la empresa.

“Al principio de nuestra investigación, nos encontramos con líderes que sabían que algo estaba mal, pero no pudieron poner su dedo en ello”, dijo Baker. “Ahora pueden hacer una encuesta de energía relacional, dibujar un mapa de la energía y mostrar las partes brillantes de su organización y los agujeros negros. Es difícil saber lo que está pasando hasta que vean un mapa. Es como ver una placa de rayos X”.

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