Para colmo, una encuesta mostró esta semana que, por primera vez desde que Macri comenzó a vestir la banda presidencial -a fines del 2015-, el 60% de la población espera que la economía del país esté entre "peor" y "mucho peor" en los próximos meses.
Buenos Aires.- Al presidente de Argentina Mauricio Macri no debe sorprenderle que los recortes de subsidios y los incrementos en las tarifas de los servicios que aplicó como plan de ajuste fiscal se traduzcan en una caída en la imagen positiva de su Gobierno.
Sin embargo, una encuesta publicada esta semana sí informó sobre una tendencia que podría ser particularmente problemática para Macri y su objetivo de reforzar su programa de austeridad y obtener una reelección en lo que promete ser una dura campaña electoral el año que viene.
Esta encuesta, de Management & Fit y hecha a 2.400 argentinos, mostró que, por primera vez desde que Macri comenzó a vestir la banda presidencial -a fines del 2015-, el 60% de la población espera que la economía del país esté entre "peor" y "mucho peor" en los próximos meses.
Hace un año, esta visión pesimista del futuro era sostenida solamente por un 34% de los argentinos.
Por eso no sorprende que, luego de haber pedido en julio una línea de crédito de rescate al Fondo Monetario Internacional (FMI) para contener la galopante inflación y caída de la moneda local, solo el 26,8% de los argentinos apruebe la gestión de Macri, según M&F.
Mientras tanto, el miércoles el ente oficial de estadísticas dijo que la inflación de Argentina fue de un 6,5% en septiembre, y un 40,5% en el último año, impulsada en parte por el fuerte aumento en las tarifas de los servicios de gas y electricidad.
"Los bolsillos de una familia tipo de Argentina todavía no han sentido el impacto total del incremento de los servicios", dijo Daniel Osorio, titular de la consultora Andean Capital Advisors, que agregó que cuando esto ocurra, dentro de los próximos meses, la imagen positiva de Macri caerá aun más.
Pero, para la fortuna de Macri, su opositora más prominente, la expresidenta Cristina Fernández, ha estado concentrando esfuerzos en su defensa de una serie acusaciones de corrupción como para aparecer como una clara opción de centroizquierda para los comicios del 2019.
Elecciones 2019. Tanto Macri como Fernández poseen un núcleo duro de votantes que está compuesto por el 25% del padrón para cada uno, dejando a la mitad de los electores como territorio por disputar, de acuerdo a Mariel Fornoni, directora de M&F.
"Hay un gran espacio esperando ser llenado por otro partido político. Pero ese partido hoy no existe", dijo a Reuters Fornoni.
Muchos de los que votaron a Macri a fines del 2015 lo hicieron seducidos por una campaña electoral montada sobre la promesa de que sus políticas ortodoxas atraerían las inversiones extranjeras necesarias para que Argentina crezca sostenidamente. Sin embargo, estas nunca llegaron.
"Jamás tuve fe en Macri, pero tampoco esperaba algo tan malo", dijo Ignacio Mazzola, un desarrollador de aplicaciones de 33 años, que agregó que votaría por Fernández si la líder peronista se presenta en las elecciones del 2019.
Reuters conversó con Mazzolla mientras hacía una fila junto a colegas de su edad para realizar un pedido en un restorán de la ciudad de Buenos Aires. La mayoría de los acompañantes del desarrollador dijeron que no sabían a quien votarían en el 2019.
A su vez, Macri está enfrentando dificultades dentro de su propia coalición, debido a las críticas que viene realizando al Gobierno la diputada Elisa Carrió, que pertenece a la Coalición Cívica.
Cambiemos está compuesto por el partido de Macri, PRO, la histórica Unión Cívica Radical (UCR) y el partido de Carrió. La unidad de la coalición es clave para que Macri pueda aprobar el proyecto de presupuesto para el 2019 en el Congreso, que contempla la eliminación del déficit fiscal.