Por Maribel Cano, gerente de marketing para América Latina de Meta4.
Un pilar fundamental de toda empresa son sus colaboradores. Se pueden tener los objetivos bien definidos, los presupuestos bien cuadrados y las metodologías bien claras, pero si los empleados fallan, si no hay un buen ambiente de trabajo y sus colaboradores carecen de motivación, difícilmente la empresa podrá salir airosa.
Una compañía irá bien cuando sus empleados, adopten la causa y misión de esa empresa como algo personal, como algo propio. Y ese fenómeno no se logra por casualidad, sino por la consecución de una serie de factores que pueden llegar a crear esa magia interna, esa sinergia tan ansiada por los grandes CEOs. Hacer que un colaborador se sienta valorado, relevante y que forma parte de algo grande, es la mayor motivación que puede existir. Y un empleado motivado supone un aumento considerable en compromiso y, por tanto, en productividad.
Es responsabilidad de la empresa labrar un buen ambiente de trabajo, donde impere la competencia sana. Donde cada trabajador entienda su rol, y pueda complementarlo con el de los demás. Donde la comunicación sea horizontal y cada empleado pueda recurrir con confianza a otros compañeros o compañeras para optimizar los objetivos de tareas concretas. Es importante saber analizar las fortalezas propias, y que éstas sean valoradas en el seno de la compañía. Si un trabajador es brillante en un aspecto concreto de su trabajo, o dispone de habilidades superiores en una tarea, ¿por qué no ayudar al resto en ese campo? Es importante analizar los puntos fuertes, para potenciarlos y brindarlos a los demás miembros del equipo. De eso trata un equipo de trabajo competente. Una serie de personas con capacidades y recursos dispares, trabajando en conjunto para lograr objetivos comunes y beneficiosos para la empresa.
Crear un buen ambiente en los cimientos del proyecto, ofrecer oportunidad de trabajar en equipo y comunicación constante, escuchar propuestas, entender que no necesariamente todos los trabajadores de una compañía son idénticos en su forma de pensar y actuar, aprovechar los puntos fuertes y ayudar en las carencias, resultarán recursos óptimos para emprender un trabajo en equipo eficiente y eficaz.