Experta advierte principales problemas respiratorios, oculares, dermatológicos y mentales que afectan a las personas de la zona. Subraya que la población, además, debe clorar el agua para el consumo.
La erupción del volcán Calbuco en el sur de Chile afecta directamente la salud de la población que se ve afectada por la ceniza que ahora contamina el aire y el agua del lugar, situación que tambíén llega hasta zonas fronterizas con Argentina.
Según la doctora Nelly Baeza, salubrista y coordinadora del Programa de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central, en Chile, las cenizas volcánicas producen tres problemas principales reconocidos y estudiados: respiratorios, oculares y a la piel.
“La inhalación de las cenizas provoca una inflamación en el sistema respiratorio y parálisis ciliar, lo cual genera desde congestión nasal y tos irritativa, hasta bronquitis obstructivas y muerte por asfixia, si se está en un lugar con alta concentración de cenizas”, advierte la facultativa.
Los problemas oculares más comunes en estos casos son la irritación de la conjuntiva y la córnea, provocando conjuntivitis y uveítis, “las personas que usan lentes de contacto tienen mayores problemas, por ello se aconseja no usarlos y utilizar algún protector y lubricante”, precisa.
Las cenizas, además, pueden ocasionar urticarias de distinta envergadura, dependiendo de la susceptibilidad de cada persona.
Una erupción volcánica de esta magnitud también impacta en la salud mental de la población que, frente a un peligro por un evento desconocido e incontrolable, puede experimentar crisis de pánico y de angustia.
¿Cómo protegerse?
Para evitar todos los efectos antes descritos en la salud, ojalá que las personas estén expuestas el menor tiempo posible a las cenizas.
“Los equipos de emergencia suelen están especialmente en riesgo, ya que están expuestos por mayor tiempo y concentración, rescatando personas y realizando actividades de protección. Ellos debieran tener un seguimiento a largo plazo”.
La exposición por años al sílice, elemento presente en las cenizas volcánicas, puede producir enfermedades graves como la silicosis o el cáncer. Aunque en el caso de las erupciones, no ha sido posible de determinar su relación, porque la exposición a dicho compuesto suele ser corta, días o a lo más semanas.
“Para protegerse, lo primero es evacuar los lugares poblados, luego usar protección para nariz, boca y ojos, mantenerse en casa con puertas y ventanas cerradas en lo posible; acoger a familiares damnificados, contenerlos y apoyarlos; estar atentos a las indicaciones de la autoridad; y siempre mantener la calma si se encuentro en un lugar seguro”, indica la salubrista.
Estado del agua
La experta de la Universidad Central señala que el agua que proviene de vertientes se contamina con ceniza, por lo cual es necesario decantarla y clorar para que se encuentre apta para el consumo humano: "El sabor y olor del agua es desagradable, por lo que se deben tomar las precauciones descritas”, añade.
En la zona del volcán Calbuco la provisión de agua es de pozos profundos, por lo que protegiendo el lugar de las cenizas no debiera haber problemas.
En opinión de la experta, los animales son los más afectados, ya que ellos toman agua contaminada que los intoxica y provoca diarreas, a lo que se suma la falta de pasto, cubierto por las cenizas, provocándoles inanición.